Tanto si están en medio del océano Índico -como los líderes Charlie Dalin y Sébastien Simon- como si acaban de adentrarse en él por el cabo de Buena Esperanza y el cabo de las Agujas, en Sudáfrica, la flota de la Vendée Globe se enfrenta a toda una serie de desafíos.

Hacia las 13h (hora francesa) del miércoles 4 de diciembre, Louis Burton informó a la dirección de regata de la Vendée Globe y a su equipo de tierra de que sufría graves daños en un elemento mecánico del aparejo de su IMOCA Open 60. Durante diez horas, el patrón del Bureau Vallée buscó sin éxito una solución para reparar el problema. Tras un meditado análisis de la situación, y a pesar de su característica determinación, Louis se vio obligado a abandonar la regata anoche. Ahora se dirige a Ciudad del Cabo, donde debería llegar en unas 36 horas.

El Índico tiene una reputación temible entre los regatistas oceánicos y los solitarios de la Vendée Globe que se enfrentan a su primer órdago en forma de baja presión. Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), líder y Seb Simon (Groupe Dubreuil), segundo, se enfrentan a 24 horas difíciles que pondrán a prueba su determinación y la de sus barcos.

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Este martes, todos los navegantes del grupo de cabeza, entre ellos Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), que han esperado más que sus rivales para cambiar de trayectoria, se dirigen hacia el norte para alejarse lo más posible del centro del potente sistema de bajas presiones que mantiene un viento potencialmente peligroso de 50-60 nudos y con olas de hasta diez metros de altura es decir, mares de muy gruesa a arbolada, aun sabiendo que, en cualquier caso, van a sufrir una super chocolatera durante las próximas 48 horas. Ambos patrones, están obrando en cordura, reposicionándose progresivamente hacia el norte, alejándose de la trayectoria

Son doce los solitarios de la Vendée Globe que han llegado al Océano Índico. Y mientras el grueso de la tropa sigue ocupada intentando alcanzarlos lo antes posible, los primeros días de conquista en este Gran Sur, tan esperado como temido, no están exentos de no muy buenas noticias.
Yoann Richomme (Paprec-Arkea) lideró la flota durante un tiempo, pero una vez más se vio superado por Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), que estaban más cerca de la ZEA (Zona de Exclusión Antártica) que él..

Tras el principal objetivo en los últimos días, la velocidad, la situación está empezando a cambiar. Los solitarios de la Vendée Globe ya no sólo tienen los ojos pegados al espejo retrovisor para vigilar a sus rivales. También tienen que vigilar la llegada de un tren de depresiones, el primero llegará a mediados de esta semana y pueden esperar a ser empujados, hasta siete días, por los vientos que generen.

Ayer fue sol, selfies y bricolaje para muchos competidores, pero hoy todos ultiman los preparativos para unirse a los líderes en el frío y ventoso sur. Será una transición rápida del Océano Atlántico a una fase muy diferente de la regata y la primera gran tormenta que habrá que sortear.

La clasificación de la primera hora de esta mañana, ha cambiado igualmente las millas que separan del líder a los cuatro primeros competidores de la Vendée Globe tras 20 días de regata, mientras la flota se dirige hacia el sur y el oeste, hacia los 40 rugientes. El cuarto clasificado, Thomas Ruyant (VULNERABLE), se encuentra a 53 millas del líder. Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), lídera, segundo, a sólo dos millas Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA). Por su parte, Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) ocupa la tercera posición, a veitisiete millas de Dalin. Las diferencias de velocidad entre ellos son notables, no se informa algún problema en los imocas, seguiré informando.

Tras mejorar en 21 horas y 17 minutos el tiempo de referencia establecido por Alex Thomson durante la edición 2016 de la regata en el tramo entre el ecuador y el cabo de Buena Esperanza, ayer noche a las 23h30, Charlie Dalin fue el primero en cruzar la longitud del cabo y entrar en el océano Índico.