Una mancha de fuel de nueve kilómetros rodea el buque

prestige04

Una mancha de cinco millas de largo (casi diez kilómetros) y 300 metros de ancho. «Este puede ser el primer aviso de lo que nos espera». >p>Con esa contundencia se expresaba pasadas las once de la noche un miembro del equipo de Salvamento Marítimo que estaba siguiendo de cerca el rescate del Prestige . A esa hora, la única certeza que tenían en la base de Fisterra era que el petrolero perdía fuel a un ritmo importante. Faltaba por aclarar lo más importante: si el combustible procede de los motores o de una fisura en uno de los tanques.

Esta incertidumbre obligó a Salvamento Marítimo a poner en marcha un plan de emergencia contra los vertidos de hidrocarburos que incluía el despliegue de unas barreras especiales. Expertos consultados por La Voz señalaron desde el primer momento que, en unas condiciones de mar como las que había ayer, la eficacia de estos obstáculos «sería muy limitada».

Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha abierto ya una investigación para tratar de aclarar las causas del suceso y depurar las responsabilidades que se deriven del mismo. El Gobierno se ha puesto en contacto con diversos países relacionados con el petrolero, que procedía del puerto letón de Rega, y con el Reino Unido, puesto que Gibraltar era su destino. Asimismo, la embajada española en Jamaica ha iniciado contactos con las Bahamas, donde está abanderado el buque.

Por su parte, la Abogacía General del Estado ha recibido los primeros datos para preparar las reclamaciones jurídicas que sean procedentes y exigir responsabilidades derivadas de daños ecológicos.

Mensaje de tranquilidad

El armador del Prestige intentó lanzar por la noche un mensaje de tranquilidad y aseguró que la situación del buque era «estable. Tengo noticias porque estoy en contacto con el capitán en todo momento». Lo cierto es que las palabras del propietario del barco, un empresario griego, contrastaban con los mensajes de Salvamento Marítimo: el Ría de Vigo no conseguía enganchar la nave debido al oleaje y las opciones de remolcarlo se difuminaban con el paso de los minutos.