El Gobierno pide colaboración internacional para minimizar daños

Los equipos de limpieza de hidrocarburos se mantienen alerta para, a la orden de la Capitanía Marítima, partir hacia el lugar donde se accidentó el Prestige y evitar que el derrame se extienda. Pero no lo tienen fácil. No, porque uno de los peores enemigos que tendrán será el mal tiempo. Y las predicciones dicen que no va a mejorar. Los vientos (ayer de fuerza seis y siete, unos 50 kilómetros a la hora, con leve tendencia a amainar) son del noroeste y empujan al petrolero hacia la costa. Las olas eran anoche de 4-5 metros y algo parecido se espera para hoy.

El procedimiento de limpieza es sencillo en apariencia. Hay que cercar la zona con unas barreras herméticas de un kilómetro de circunferencia y 60 centímetros de alto, confeccionadas con un plástico especial. Los hidrocarburos flotan a una profundidad de menos de medio metro. A continuación se colocan unas bombas para aspirar el agua mezclada con los hidrocarburos hasta un barco de apoyo en el que se almacenan.

Parece sencillo, pero la palabra que más pronuncian los profesionales es «depende». Así lo explica Amadeo Alcalá Safady, capitán del Gerión, de la empresa Limpoil, un barco especial con base en A Coruña que puede almacenar hasta 300 toneladas de líquido. «Todo depende del grosor de la mancha, de la altura de las olas, de la fuerza del viento, de la distancia a tierra», explica. El bombeo de los hidrocarburos puede ser lento o rápido: «Es rápido si la mancha es espesa, y al contrario si es débil. Además, hay que ir separando el agua del mar de los residuos, y eso lleva su tiempo», explica Alcalá.

La limpieza del derrame es, en cualquier caso, una cuestión de medios. Por esta razón, el Gobierno español solicitó ayer la colaboración de Gran Bretaña, Francia y Holanda para que compartan la tecnología desarrollada en sucesos similares, el más reciente el del petrolero Erika que contaminó la costa francesa. Greenpeace se expresó ayer en este sentido al constatar que «actualmente hay tecnología suficiente» para minimizar al máximo el impacto del derrame.

Legislación Un convenio internacional permite a España remolcar a petroleros o barcos de similares características si representan un peligro para el medio ambiente o los sectores productivos locales.

Represalias En el caso del «Prestige», las autoridades podrían haber apostado por medidas más contundentes y desalojar de la embarcación al capitán y a los otros mandos con mayor premura y ganar, así, tiempo para el remolque.