14/12/2002. Recopilatorio de las notas de prensa de masmar.com
Índice del artículo
- Caso Prestige
- Las guerreras del "Arao"
- "Smit Salvage" acusa del desastre a Fomento
- Rajoy reconoce que dio datos erróneos
- La batalla perdida del “Rainbow Warrior”
- José Luis Velasco presidente de Tecnosub
- Los que dicen que dieron la orden
- El fuel llama otra vez a la puerta de Galicia
- Prueban con éxito en las Cíes una resina que elimina el fuel
- Prometeo encadenado. Publicado en La Vanguardia
- 14/12/2002. La UE deja que Galicia se las arregle con sus propios fondos
- Una batalla contra los elementos
- Más de la mitad de las aves de Illas Atlánticas afectadas
- C.M. afirma que el casco del "Prestige" era defectuoso
- El diario de a bordo está en poder del juez de Corcubión
- Caso Prestige
- El Comité de RTVE critica el tratamiento informativo
- Caso Prestige
- "Operación Carpa"
Marea humana versus marea negra. El pueblo gallego es un clamor. Galicia sigue viva. Nunca una causa ha unido y creado un estado de opinión como esta tragedia del Prestige, que asola las costas del país.
Miles de personas se han echado a la calle, unas 250.000 en varias ciudades gallegas profundizaron ayer en ese sentimiento de dignidad colectiva que despertó en la manifestación de Santiago del 1 de Diciembre. Ni la lluvia que como aquella jornada estuvo presente ni el frío, frenaron esta recuperación del orgullo perdido. Las gentes de este país, Galicia, tiene muy claras las consecuencias ecológicas, económicas y sociales del desastre del Prestige, Tienen muy claro el despropósito de los políticos que equivocándose, no supieron responder a tiempo. Antes les tenían como granero de votos y ahora los gobernantes ya saben que el pueblo les exige responsabilidades, acciones y actuaciones sin límite para paliar los daños. Galicia no está dispuesta a permitir que se repita la misma ruina.
Movilizaciones celebradas ayer en 19 ciudades y villas de Galicia
La primera, por participación, fue Vigo: unas 150.000 personas según fuentes de la policía municipal, se concentraron en la Plaza de España para marchar hacia la Puerta del Sol, típico final de las concentraciones en la ciudad olívica. La cabecera de la marcha había llegado al final y la cola seguía sin moverse. Emociónes, gritos, disfraces, colapso del tráfico y algún que otro altercado en la fachada de la sede del PP, con la solidaridad de algunos escoceses seguidores del Celtic de Glasgow, que mañana se enfrenta al Celta en Balaídos, remataba cuando Carmiña, una veterana de la asociación Val do Fragoso; el escritor Issac Álvarez Cáccamo y un representante de la Universidade, leían el manifiesto final. Nunca Máis.
Pontevedra, Santiago y Ourense siguieron a Vigo en número de participantes. En la capital pontevedresa, 40.000 personas protagonizaron la mayor manifestación de la historia de la ciudad. En Compostela, 15.000 se acompañaron con sartenes y cacerolas; y en Ourense, otras 15.000 personas secundaron el llamamiento hasta la plaza Maior, donde un enorme plástico negro cobijó a los participantes.
A la misma hora, unas 5.000 personas en A Coruña. En Lugo, se repetía la cifra, 5.000 personas (según la Policía Local) celebraban una de las mayores protestas que se recuerdan en la ciudad de las murallas romanas; en Vilagarcía, 3.000 almas clamaban contra la Xunta y el Gobierno; en Ferrol, medio millar exigía Xustiza e non beneficencia; en Ribeira, otros 2.000 gallegos hacían lo propio. Y aún faltaba Viveiro, Ribadeo, Vilalba, Carballo, Ribadavia, O Carballiño esa Galicia campesina, la conocida como Galicia profunda que como una sola garganta clamó por su tierra.
Una nueva marea negra amenaza hoy las Rías Baixas mientras el fuel llega a las puertas de Vigo.
Los puertos de las Rías Baixas se encuentran en estado de alerta para afrontar una nueva marea negra. Unos 150 barcos y planeadoras limpiaron manchas de chapapote en las inmediaciones de las islas Ons, Cíes y Toralla, esta en pleno corazón de la ensenada viguesa. La acción resultó positiva aunque lo cierto es que se trataba de pequeños parches que no se parecen en tamaño y cantidad a los vertidos que en los próximos cuatro días llegarán a la costa. Cientos de embarcaciones y miles de personas se encuentran en alerta máxima en los puertos del sur de Galicia para afrontar una situación crítica en la que las condiciones meteorológicas, y en especial los vientos del SW y W, jugarán en contra de los intereses de la comunidad.
Un anticipio de lo que viene.
Según el Instituto Hidrográfico portugués, la franja comprendida entre Camiña y el norte de las Cíes es en estos momentos la zona de mayor riesgo, toda vez que ha detectado importantes concentraciones de hidrocarburos a menos de 50 kilómetros de la costa.
El propio vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, calificó ayer de «preocupante» el escenario que tienen ante sí las Rías Baixas.
El parte meteorológico para hoy, el sábado y el domingo anuncia vientos del W que arrastrarán las manchas de mayor dimensión hacia el litoral gallego. Para mañana está previsto que las corrientes arrumben hacia el este, podría suponer un respiro para la flota, pero la entrada de una borrasca traerá lluvias y dificultará la visibilidad y las condiciones de mar en las Rías Baixas.
Entre aguas
< Una de las grandes preocupaciones es el fuel que se desplaza entre aguas y que podría entrar en las rías sin que se pueda hacer nada para recogerlo. En este sentido, las bajas temperaturas representan un problema debido a que el chapapote tiende a hundirse si el agua se enfría. El capitán del buque anticontaminación francés Ailette , Christian Nédelec, explicaba ayer respecto a la lucha contra la marea negra que es «como enfrentarse a un monstruo que aparece y desaparece». Nédelec sostiene que muchas manchas se van a unos tres o cuatro metros de la superficie cuando la temperatura cae unos grados y reflotan cuando sale el sol. «Es un fenómeno curioso, pero que complica extraordinariamente nuestro trabajo».
El barco de Pescanova ya extrae fuel aunque perfeccionará la red.
El Robin M. Lee, arrastrero de la flota de Pescanova, inició ayer la limpieza de fuel con una red de arrastre modificada para esta tarea. El aparejo «permite en efecto la recogida si bien la densidad del combustible, unido a la gran dimensión de las redes, dificulta la permanencia del mismo dentro de la malla». Por ello, el barco, que estuvo trabajando a 20 millas al SW de las islas Cíes, tenía previsto regresar ayer por la noche a los muelles de la multinacional, para proveerse de una malla más fina.
En Ribeira, los marineros probaron una red tejida por ellos mismos pero el resultado no ha sido bueno. También los barcos de esta cofradía intentaron recoger fuel con «novedosos aparejos». El éxito no ha sido total pero piensan que podrán mejorarlo incorporándole más flotadores a las redes. «Hay que hacer más pruebas», señalan.
La playa de Rodas sucumbe al fuel
La playa de Rodas, la más grande y emblemática de las Islas Cíes, aguantó una semana los embates de la marea negra. Ayer por la mañana se rindió ante el inexorable avance del chapapote vertido por el Prestige, que ya ha tocado el cuarenta y cinco por ciento del perímetro de esta puerta natural de la Ría de Vigo.
El extenso arenal despertó manchado con incontables trozos de fuel. Los primeros en percibirlo fueron los voluntarios que sobre las nueve y diez de la mañana desembarcaron en el muelle de Rodas del Parque Nacional das Illas Atlánticas. El fuel ha alcanzado otro de los rincones medioambientales más valiosos del litoral gallego. Los equipos de trabajo desplegados en las islas desde la semana pasada se mostraban confiados en preservar la playa de Rodas del temible chapapote pero no fué así.
Esta barra arenosa que une las islas de Monteagudo y O Faro se incluye en la trágica relación de playas de Cíes ya contaminadas: Figueiras, Cantareira, San Martiño... así como el Lago dos Nenos.
Un equipo de buceadores de la Armada se sumergió en la mañana de ayer en la bahía de Rodas y descubrió que en el fondo marino se han depositado restos del fuel a cincuenta metros de distancia de esta barra de arena y a una profundidad de entre tres y cuatro metros, los buzos pertenecientes al buque Galicia descubrieron galletas de chapapote de un metro de largo. Este equipo de buceo también ha inspeccionado los fondos de la isla de Ons y descubrió que allí también se hallan importantes manchas del viscoso hidrocarburo.
Los científicos gallegos se sienten despreciados por la Administración
la Administración ha despreciado en todo el proceso de seguimiento y evaluación de los daños provocados por la marea negra del Prestige el conocimiento y la experiencia de los científicos de las tres universidades gallegas, que cuentan con importantes grupos de investigación especializados en estudios marinos. De la Universidad de Vigo, la facultad de Ciencias del Mar, los departamentos de Biología Marina de Santiago y Vigo y todos los estudiosos con grandes experiencias en investigación pesquera y de especies.
Ésta es una de las principales tesis recogida en el manifiesto elaborado por 96 investigadores de la comunidad en colaboración con Greenpeace, y que fue presentado ayer en Vigo a bordo del Rainbow Warrior .
«A pesar de existir este capital intelectual -recoge el documento-, fruto del esfuerzo de toda la sociedad, estos investigadores han sido ignorados por las administraciones, que no han solicitado en ningún momento su asesoramiento o colaboración para iniciar la evaluación científica de los daños».
Los investigadores, pese a la indiferencia de la Administración, insisten en ofrecer su apoyo y, de hecho, ya han iniciado trabajos por su cuenta para evaluar la situación actual y futura de los ecosistemas dañados a raíz de un accidente que, a su juicio, «pudo haberse evitado» si Galicia contara con los medios adecuados.
Tanto los 96 científicos como Greenpeace destacan que la principal medida que se debe tomar para evitar accidentes de este tipo es aplicar a las compañías que fletan los petroleros el principio de responsabilidad ilimitada, como ocurre en Estados Unidos, de tal modo que se obligue a las empresas a sufragar todos los gastos derivados de una marea negra. «La responsabilidad -según el manifiesto- debe incluir no sólo los daños más directos, sino también los gastos de investigación y recuperación de los ecosistemas afectados».
En cuanto a los efectos de la marea negra, investigadores y ecologistas inciden en el hecho de que sus consecuncias no sólo se notarán a corto plazo, derivadas de la toxicidad aguda del combustible y de sus efectos físicos sobre el sustrato marino, sino que también tendrán continuidad a largo plazo al alterarse la estructura y la dinámica de los ecosistemas dañados. Dadas las características del fuel del Prestige , muy pesado, poco soluble en el agua, de escasa evaporación y muy persistente, los científicos aseguran que existe la posibilidad de que sus componentes tóxicos «se incorporen a la cadena trófica durante generaciones». A menos de un mes del accidente ya existe una gran cantidad de hidrocarburo depositado en los fondos marinos, por lo que «este fuel sedimentado podría convertirse en una fuente de contaminación continua durante un largo tiempo».
Los firmantes del manifiesto denuncian el afán del Gobierno por minimizar el impacto de la marea negra y su política de opacidad informativa. Señalan así que los datos de la composición del combustible, que se conocieron quince días después del siniestro, procedían de un instituto francés. Pese a ello, aseguran que «hemos comprobado como durante numerosos días trabajaban cientos de voluntarios sin la información ni los medios adecuados».
Cuantas denuncias más tendremos que realizar para que las poltronas madrleñas y santiaguesas meneen sus culos, y como dice el jefe de la banda, sea el momento de tomar la pala y el capazo para retirar el fuel. Por favor señores políticos, dejense de defensas demagógicas, de recuerdos de echos pasados de los que se debería haber aprendido y no se sacó ninguna conclusión. Que nunca más haga falta un muerto para poner un semaforo. Posibiliten todos los medios, declaren a Galicia zona catastrófica, pidan ayuda a Europa, cuenten con todo el mundo, encaminen si saben este movimiento de solidaridad que jamas se había dado en España. Para que el clamor gallego "NUNCA MÁIS" (nunca más) sea una realidad en todas nuestras costas.