Desde las primeras millas de la regata, el 7 de enero, los navegantes estarán solos a bordo. Solos para maniobrar, gestionar el esfuerzo, aguantar, resistir a las dudas y seguir adelante, cueste lo que cueste. Pero junto a ellos, los patrones de la ARKEA ULTIM CHALLENGE - Brest pueden contar con el apoyo inquebrantable de su equipo.

Más que ningún otro patrón de la ARKÉA ULTIM CHALLENGE- Brest, a sus 55 años Thomas Coville sabe lo que le espera. Ha dado la vuelta al mundo en ocho ocasiones, cinco de ellas en multicasco, y en 2016 batió el récord de vuelta al mundo en solitario al establecer una nueva marca de 49 días en 2016, pulverizando en ocho días el récord existente de Francis Joyon.

- Desde hace varios meses, los patrones y todos sus equipos trabajan duro para estar listos este domingo, día de la salida.
- Sin duda, a los requisitos técnicos -tener el barco y todos los componentes listos para la regata-, es igualmente importante asegurarse de que el propio patrón está en la mejor forma física y mental para esta gran prueba, con el fin de garantizar que tiene las mejores posibilidades de llegar a la línea de meta en lo que se espera que sean unos 50 días.

Con sólo 26 años, Tom Laperche tiene un talento prodigioso. François Gabart reconoció su enorme potencial hace algunos años, sobre todo cuando ganó La Solitaire du Figaro de 2021. Gabart identificó claramente a Laperche como un joven navegante muy parecido a él, con la misma mentalidad, las mismas cualificaciones y las mismas ansias de éxito.

El viernes se inauguró el espacio de exposición de 11.000 m2 del muelle Malbert de Brest. Al mismo tiempo, cinco Ultim entraron en puerto, con Éric Péron (ULTIM ADAGIO) y Armel Le Cléac'h (Maxi Banque Populaire XI), Thomas Coville (Sodebo Ultim 3), Anthony Marchand (Actual Ultim 3) y Charles Caudrelier (Maxi Edmond de Rothschild). Tom Laperche debería unirse a ellos dentro de unos días, su equipo está totalmente movilizado para finalizar la preparación del trimarán SVR-Lazartigue. El pistoletazo de salida de la regata, el 7 de enero.

Talentoso, trabajador y luchador, Charles Caudrelier también tiene experiencia en grandes pruebas y un dominio perfecto de su máquina, la más lograda de la especialidad. Al final de la última Route du Café, el vencedor Armel Le Cléac'h tuvo a bien señalar que el patrón del Maxi Edmond de Rothschild seguía siendo el favorito en la ARKEA ULTIM CHALLENGE-Brest, a pesar de su tercer puesto en Fort-de-France. Era una forma de saludar uno de los mejores logros de las regatas oceánicas... y de poner un poco de presión sobre los hombros del gran Charles.

Dentro de 16 días, seis multicascos se embarcarán en este desafío, como nunca se ha hecho antes. Dar la vuelta al mundo en solitario, en multicasco y en regata... sueño de muchos aficionados a las oceánicas.

Éric Péron se ha incorporado tarde al quinteto ARKEA ULTIM CHALLENGE-Brest. A bordo del ex-Géronimo, completamente renovado por Thomas Coville en 2013, aquí está, a sus 42 años, patrón de un nuevo desafío. "El reto de toda una vida", dice, ya que lleva más de 30 años dirigiendo su propia aventura a diario, entre vela olímpica, Figaro, Ocean Fifty y Volvo Ocean Race... Tomar la salida en Brest el 7 de enero es una primera victoria. El resto no es sólo deporte, y él no quiere trivializarlo...

Jean Le Cam (Tout Commence en Finistère - Armor-Lux) cruzó meta a las 22:37 del lunes 18, tras 12D 4h, 55 ms y 27 s
La ceremonia de entrega de premios de Retour à La Base coronó al ganador Yoann Richomme (Paprec Arkéa), y a sus subcampeones Jérémie Beyou (Charal) y Sam Goodchild (For The Planet).
El premio Mousqueton al espíritu de lucha fue para Tanguy Le Turquais (Lazare).
El premio Belco, que demuestra que la velocidad y el transporte a vela van de la mano, se concedió a Thomas Ruyant (For People) por su récord de distancia en 24 horas en monocasco.

El competidor más joven de la ARKEA ULTIM CHALLENGE - Brest fue puesto en órbita por François Gabart, que le tendió la mano del mismo modo que Michel Desjoyeaux había hecho a su misma edad, cediéndole el timón del barco que él mismo había moldeado. Otros habrían dudado o declinado. A los 26 años, Tom Laperche aprovechó la oportunidad, muy consciente de sus capacidades y de esta ocasión única de alinearse en un barco de ensueño y participar en una gran prueba novedosa.