11/12/2002. A pequeñas dosis

A pequeñas dosis. Así se plantea la Administración, el como dar las malas noticias. Se comenzó informando de pequeños hilillos solidificados, como de plastilina, cuando las imágenes del Nautilus mostraban algo totalmente distinto.

Con cara de asombro se quedaban los técnicos del batiscafo, que ayer en su arribada a Vigo se confesaban «muy sorprendidos» al conocer las primeras declaraciones de Mariano Rajoy. «Hemos podido observar grietas de hasta un metro de longitud por las que salía constantemente el fuel».

La mayor cantidad de hidrocarburo brota por una de las escotillas de un tanque de proa. «Eso no puede calificarse de grieta, créame, eso es lo que se denomina una fuente de salida», aclaró.

Los dos ingenieros navales españoles que participaron en las los trabajos del batiscafo estiman que del casco partido salen cada día 125 toneladas de fuel por 14 grietas.

Contraste

El viernes pasado, Mariano Rajoy se hacía eco de un informe de ITOPF (la asociación que crearon los propietarios de petroleros para luchar contra la contaminación) que realizó una inspección aérea de las manchas que surgen en el lugar del hundimiento. Su estimación -unas 40 toneladas al día- no llegaba ni a la mitad de lo que ayer confirmó el Gobierno con los informes frescos de la comisión técnica creada al efecto.
Las malas noticias, en pequeñas dosis para aumentar el sufrimiento.

El Instituto Hidrográfico de Portugal confirmaba ayer la aparición de dos nuevas manchas en el lugar del hundimiento, a 240 kilómetros de las costas gallegas. La evolución de estas bolsas de hidrocarburos, muy densas pero de tan sólo cuatro kilómetros cuadrados, consiste en una progresiva disgregación hasta formar una mancha más amplia pero muy diluida, de difícil localización y complicada de neutralizar por los barcos que recogen el combustible.

El "Nautile" se sumerge hoy para verificar cómo responde el barco al sellado de una de sus grietas

El Nautile descenderá de nuevo hoy, para intentar obstruir una de las grietas y analizar las consecuencias de esta operación en el casco del petrolero. En esta ocasión, el batiscafo francés se sumergirá provisto de un termómetro para medir la temperatura a la que mana el fuel de los tanques del buque.

Los datos que recabe serán de vital importancia para que el gabinete científico del Gobierno establezca un dictamen definitivo acerca de la posible solidificación del combustible que todavía permanece en los depósitos del pecio.

Además, la inmersión del Nautile arrojará luz en la compleja elección de una alternativa para contener el chorreo de hidrocarburo a la superficie ya que se examinará como responde la estructura de la embarcación a las operaciones de sellado.

LA LUCHA CONTRA LA CONTAMINACIÓN
Un error de Salvamento Marítimo impide probar la red para recoger fuel
-El organismo público informó mal a Pescanova sobre dos zonas donde encontrar manchas

Una confusión de Salvamento Marítimo impidió ayer al barco que la multinacional gallega Pescanova dispuso para probar una red con la que se pretende recoger del mar unas 150 toneladas de fuel en cada lance. Los gallegos, posiblemente los mejores pescadores de arrastre del mundo, ponen todos sus años de experiencia en caladeros como Namibia, Gran Sol, Terranova, Argentina a la lucha contra la desgracia que con nombre de fuel y pretige asola sus costas.

Por dos ocasiones, Salvamento Marítimo informó erróneamente sobre las zonas donde podría someter su malla a prueba, según Pescanova.

El arrastreo Robin M. Lee, zarpó sobre las once de la mañana de Vigo con rumbo al W de las islas Cíes para atacar una supuesta gran mancha allí localizada. Situados en la zona, sólo había un pequeño vertido nada denso, que no valía para realizar el examen.

Por indicaciones de Salvamento Marítimo, ponen rumbo hacia una zona próxima a Fisterra, siendo otra vez negativos los resultados. Pese a que esta busqueda de fuel con densidad suficiente fué infructuosa, en prueba realizadas en la mar, la valoración del trabajo del aparejo de arrastre diseñado para recoger los vertidos es positiva . Los resultados de la técnica experimental fueron los esperados.

La empresa redera Cardomar colabora con la experiencia al aportar tres aparejos que serán utilizados por el pesquero Frascachón, de Freiremar, y un remolcador de Remolcanosa, además del arrastrero Robin M. Lee. El vicepresidente de Cardomar, Fino Domínguez, asegura que se trata del mismo sistema empleado con las capturas de pescado, aunque con una red diseñada especialmente para la ocasión con un entramado que filtra el agua y atrapa el chapapote. El fuel será almacenado en el propio copo de la red y, una vez fuera del mar, ser entregado para su tratamiento por un gestor de residuos. La red tiene una longitud de cien metros y una capacidad de 150 toneladas.

El coste de la malla es relativamente bajo: entre 90.000 y 150.000 euros, cantidad que Caixa Galicia contribuirá a sufragar. A lo largo mide 87 metros y tiene una boca de 100, aproximadamente. La separación entre hilos varía del tramo inicial (14 centímetros) al posterior, donde no llega a 8 milímetros, a fin de evitar que los residuos se escapen.

El Gobierno culpa ahora a la firma remolcadora.
Remolcanosa atribuye el retraso en su actuación al mal tiempo y a las dificultades que puso el capitán.

Balones fuera.
Ante el aluvión de críticas por su actuación en el siniestro del Prestige , el Gobierno intentó ayer desviar la atención hacia la empresa Remolcanosa, dueña del Ría de Vigo , a la que acusa de incumplir un contrato firmado con Salvamento Marítimo. En la comisión de Infraestructuras, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, explicó que, aunque el citado acuerdo impide que el barco sea cedido para otras tareas urgentes, Remolcanosa llegó a un acuerdo para trabajar para Smit en el caso del Prestige. Según la Abogacía del Estado, que emprenderá acciones jurídicas contra la propietaria del Ría de Vigo, estas negociaciones paralelas podrían explicar por qué, si bien este buque fue el primero en llegar a la zona del hundimiento, se produjo «un evidente retraso» hasta que realmente empezó a remolcar el barco.

La empresa Remolcanosa, propietaria del Ría de Vigo, niega las acusaciones de Álvarez Cascos y justifica su actuación durante las tareas de auxilio del Prestige por el mal tiempo y las dificultades puestas por el capitán del petrolero.

Remolcanosa aclara que tras el acuerdo entre el armador del buque, Smit Salvage, y la empresa de española Tecnosub, el día 13, para proceder al remolque, sólo firmó como subcontratista, el 15, "con objeto de poner a disposición de éstos otras unidades distintas del Ría de Vigo". En su escrito, detalla cronológicamente lo sucedido:

Día 13
10.40 horas. El Ría de Vigo recibe aviso de ir a auxiliar a un trimarán desde Muros.
15.30 horas. Aviso de auxilio al Prestige.
18.00 horas. Llegada al costado del buque. El capitán dice que tiene orden de no tomar remolque hasta nuevo aviso.
21.00 horas. Se inician los intentos de remolque. Se producen negativas de la tripulación y colisión con el ancla del petrolero.
Día 14
01.40 horas. Llegan el helicóptero Pesca II y el remolcador Ibaizábal I.
02.20 horas. Dos marineros, en cubierta del Prestige.
02.40 horas. Nuevo intento.
03.15 horas. Falla y se intentan otras cinco veces.
08.50 horas. Llega el Charuca Silveira y con riesgo hace firme el remolque.
09.35 horas. Rompe el remolque. Otros dos intentos.
12.40 horas. Intento con éxito con órdenes de alejar el buque, que arranca sus máquinas a las 15.30 horas.
Día 15
Comunicado del capitán holandés W.H. Huisman, a las órdenes de Smit Salvage, que toma los mandos. Firma también el capitán marítimo coruñés.
03.50 horas. Orden de poner rumbo suroeste.

Marañas legales. Complicación del asunto. Intento de lavado de cara. Esto va para muchos años.

Las acusaciones del Gobierno se enmarcan en un caso en el que la maraña de implicados que participaron en el proceso que acabó dando lugar al hundimiento del Prestige, así como la laxa normativa marítima internacional, difumina casi completamente cualquier responsabilidad en el siniestro.

Lo único que hasta ahora está claro es que la aseguradora del barco y el Fondo de Compensaciones por Hidrocarburos abonarán un máximo de 180 millones. ¿Y los demás implicados?

El Gobierno ha rechazado tener responsabilidades en la marea negra, pese a que fue el Ministerio de Fomento el que ordenó alejar el barco. Mandato que dio lugar a un peregrinaje de seis días en los que el Prestige regó de fuel las aguas gallegas hasta que el barco se hundió. Fresco en el recuerdo del Ejecutivo debería estar el caso del Mar Egeo , en el que los tribunales declararon al Estado responsable civil subsidiario. Hubo de pagar el 50% de las indemnizaciones.

En el intento de repartir responsabilidades, el Ría de Vigo no es, ni mucho menos, el único objetivo de las iras del Gobierno. El primero en sufrirlas fue el capitán del Prestige , Apostolos Mangouras, al que acusó de desobediencia. Por ello, ha pasado ya 22 días en prisión.

También la holandesa Smit hubo de soportar las críticas del Gobierno, que no dudó en acusarla de buscar únicamente el negocio, sin preocuparse por el daño ecológico. Lo cierto es que durante los seis días que el Prestige estuvo navegando con una grieta en su costado, las desavenencias entre las autoridades y Smit fueron una constante.

Voluntarios y militares retiran de las islas Cíes unas 2.500 toneladas de fuel

Es la batalla de unos cientos contra toneladas de hidrocarburo que no paran de brotar de las aguas. Y desde el pasado miércoles, cuando comenzaron a limpiar los marineros de Cangas y Moaña, hasta el día del aluvión de voluntarios y la llegada del Ejército -entre el viernes y el pasado lunes-, ya se han recogido más de 2.500 toneladas de fuel en rocas, aguas y playas del archipiélago de Cíes, la joya del Parque Nacional Illas Atlánticas.

El Ministerio de Medio Ambiente informó ayer que en todo este territorio marítimo-terrestre protegido -que además de Cíes, abarca las islas Ons y Sálvora- se han extraído 1.091 toneladas. La diferencia de cifras radica en que el departamento de Jaume Matas no refleja lo recogido por las cofradías ni los voluntarios movilizados por el Concello de Vigo.
Lo único constatable por todos los que participan en esta batalla "es que donde hoy limpias, mañana vuelve a mancharse", afirma Henrique Vieitez, edil de Personal del Vigo, y que junto a Amador Fernández, dirigen a diario el dispositivo municipal desplegado en Cíes. Ayer, por ejemplo, sus 125 voluntarios sacaron unas 10 toneladas de fuel de la playa de Figueiras, un arenal que el lunes había quedado casi liberado de hidrocarburo.

Más barcos succionadores

Para el gobierno vigués la verdadera lucha contra el frente contaminante debe plantearse desde el mar. Por ello, el alcalde pidió ayer por carta al vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "refuerce la presencia de barcos succionadores de fuel en la boca de las Rías Baixas". Lois Castrillo recuerda que "no se puede fundamentar la protección de las rías en el esfuerzo sobrehumano de los marineros que combaten el chapapote con medios artesanos y mucha voluntad".

El Ejército "también se mojó", admitía una joven cuyo rostro palidecía del mareo por la inspiración del tóxico hidrocarburo. Y es que los militares son ahora mayoría. La llegada del buque-anfibio Galicia ha generado una actividad en el archipiélago propia de Normandía -con barcazas yendo y viniendo y gigantes helicópteros sobrevolando los acantilados- y a diario, más de doscientos soldados limpian rocas y playas con apasionada entrega.

La de ayer fue una jornada frustrante en cuanto a cantidad de fuel extraído porque se notó la ausencia en Cíes de los marineros de Cangas y Moaña. Desde tierra se avistaban manchas, pero al no haber barcos que la pudieran recoger desde el mar, acabó irremediablemente en las playas. Las cofradías había declarado un día de descanso que no cumplieron al menos nueve barcos que, tras conocer las noticias alarmantes que llegaban de las islas, pusieron proa contra las manchas. Al final, recogieron 330 toneladas que posteriormente se trasladaron a los terrenos de Massó en Cangas