Europa se mofa del Gobierno
Índice del artículo
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- Europa se mofa del Gobierno
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- 09/12/2002. El 'Nautile' detecta tres nuevas grietas en la popa
- 09/12/2002. Más de cien consultas por mareos y dificultades respiratorias
- 09/12/2002. Dos grandes manchas amenazan las costa asturiana
- 09/12/2002. Los gobiernos estudian un cierre coordinado del caladero. La Xunta tiene un barco de limpieza en desuso
- 10/12/2002. El Gobierno carece de un proyecto para neutralizar la bomba
- Caso Prestige
- 11/12/2002. Los arrastreros de Ribeira salen al encuentro de las manchas
- Caso Prestige
- Caso Prestige
- 12/12/2002. A pequeñas dosis
- Caso Prestige
«La incompetencia del Gobierno español está alcanzando cotas difícilmente superables». Esta frase se pronunció estos días en Radio Nederland, la cadena pública de Holanda, mientras la alemana Deutsche Welle hablaba de «situación surrealista» y Radio France International de «desastre administrativo».
Los medios de comunicación europeos hallaron en el Prestige un filón para ridiculizar y mofarse de las autoridades españolas, para reprobar su supuesta frivolidad hacia la tragedia y, sobre todo, para enviar a la era de las cavernas y los generales la imagen de modernidad que España se estaba ganando en el exterior.
«La televisión pública tiene prohibido decir la palabra marea negra», se alarmaba esta semana un editorial del Berliner Zeitung , el rotativo de mayor tirada en la capital alemana, mientras el bávaro Füddeutsche Zeitung recordaba que «la política también es cosa de estilo, y a Aznar le falta estilo».
La opacidad informativa y la expulsión de periodistas de las zonas afectadas fueron asuntos muy recriminados por la prensa europea, que no eludió las referencias al pasado franquista de España o las comparaciones con el régimen estalinista. El diario galo Libération incluso habló de «golpe de Estado administrativo» al reproducir una entrevista con el alcalde de Laxe, Antonio Carracedo, en la que éste afirmaba: «Estamos como en guerra».
En el gabinete de la responsable europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, daban cuenta el pasado viernes de su viaje a Galicia, como si en realidad la comisaria fuese a volar a China para desvelar lo que allí sucedía. Una colaboradora de Wallström dijo asombrada que España trató de impedir que ella viajase acompañada de un cámara de televisión. Sin embargo, ese día un avance de esas imágenes fue difundido desde Bruselas para todo el mundo.
En Alemania fue muy recurrente comparar la ausencia de Aznar en Galicia con la imagen de su canciller Schröder con botas, ayudando a parar las riadas que asolaron aquel país el pasado verano. Los oyentes de la RTBF, la radio pública belga, se llevaban las manos a la cabeza el pasado día 3 al escuchar que los miembros de sus fuerzas armadas habían llegado a Muxía antes que el Ejército español.
«Da la impresión de que la imagen de España retrocedió 30 años en el tiempo», manifestó el holandés Mark Klumpers, productor de televisión
Pero si amplias fueron las críticas al Gobierno, igual de abrumadoras fueron las muestras de solidaridad con Galicia. Un vigués logró colarse en un foro de debate de Libération para escribir en francés chabacano: «La marea negra está en nuestras playas, es un desastre, no tenemos medios... Los Gobiernos central y regional se han ocupado sobre todo de desinformar. Un verdadero circo.... estamos muy solos. Ayudadnos, por favor».