Cabo de Torres. Candás. Luanco. Costa oriental de Cabo de Peñas
Iniciaremos la singladura en el “Cabo de Torres”, para costeando, visitar los puertos de Candás y Luanco, ambos con pantalanes para la náutica recreativa. Una costa con muy buenas playas, fondables, zonas de buceo y pesca.
El piragüismo es como en casi toda Asturias otra actividad con muchos adeptos donde el kayak de mar va día a día aumentando sus seguidores. Protegida de los W pero sensible desde los NW al N y NE hoy alberga mucha de la flota recreativa que prefiere estos pueblos turísticos y marineros.
Sin duda la proximidad de las agua de Peñas es un aliciente más para navegarlos y asegurar la zona como destino turístico de primer orden.
Bahía de Gijón
La “Punta San Lorenzo” y el “Cabo de Torres”, separados 3,6 M a las Dv: 107/287º, limitan respectivamente por oriente y occidente, la bahía de la capital marítima del Principado. Punto central de la costa asturiana , y desde el cual los propios de este litoral definen el oriente y el occidente de la Comunidad, alberga las mejores y más seguras instalaciones para la náutica recreativa de Asturias, dos puertos deportivos con todos los servicios necesarios para una buena estancia, reparaciones, servicios de tripulaciones, avituallamiento, restauración y una completa oferta de ocio.
De Tazones al Cabo de San Lorenzo
La costa central del Principado, mantiene en su inicio la dirección W con pequeñas y pocas inflexiones al S que forman reducidas ensenadas totalmente abiertas al Cantábrico.
Sin grandes escarpados, la vegetación llega hasta las rompientes. Sus aguas están colonizadas por palangres y la navegación, con buen tiempo por el veril de 10 m, donde no encontraréis bajos, precisa de mantener bastante atención a la proa para evitar enganchar con sus cabos.
De Lastres a Tazones. Cabo Lastres. Villaviciosa. La costa de la sidrina.
Siguiente ruta por la mar del oriente asturiano que nos llevará hasta el puerto de Tazones, última instalación portuaria antes de arribar a Gijón, la capital marinera de Asturias. Antes entraremos en la ría de Villaviciosa donde se ubica una buena instalación para la náutica recreativa como es “El Puntal”.
Recorrido con dos faros y similar número de puertos, uno en una ría considerada un auténtico paraíso natural: la Ría de Villaviciosa. Como no va a ser la “costa de la sidrina” si pasaremos por la capital de la bebida por excelencia de Asturias.
De Ribadesella a Lastres. Costa de grandes playas y de huellas del pasado.
La costa entre los puertos de Ribadesella y Lastres distantes 9 M, se extiende inicialmente en dirección W hasta “Punta Covachera”. Los fondos en este tramo cercano a sus rompientes son bastante sucios, encontrando piedras separadas hasta 200 m de la costa. A 1,8 M al NNW de Punta Covachera sobresale “Punta de la Sierra” que esconde por poniente una de las joyas de esta costa, “Playa de Vega” y la pequeña ensenada de la “Playa de Moris” y de “Espasa” para tomar dirección al NW hasta el mayor saliente que es “Cabo Lastres”.
Costa de Ribadesella y Ría
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Entre la “Punta del Caballo” y la “Punta de Somos”, en pleno estuario del Río Sella, se encuentra esta ría, donde las piraguas es una religión. En el interior, de la foz del Sella, encontraréis las instalaciones de su Marina, la segunda en importancia de Asturias tras las existentes en Gijón. Historia, turismo, deportes náuticos, pesca del salmón y pesca de mar desde el bonito del norte hasta la lubinas y otras especies significan para mucha gente:
Ribadesella.
De Cabo Prieto a Ribadesella. La costa construida... la costa mágica.
Acantilados, cuevas, arcos, catedrales esculpidas por el Cantábrico, una costa de mil figuras que hace de tu viaje un constante ¡OH¡ de asombro ante su belleza.
Una costa mágica incluso con calas donde la mar se esconde tras las rocas como “Gilpiyuri”, inaccesible y oculta desde la mar. Arenales, “San Antolín” que se divisan mar adentro. Bufones en cada peñasco desde la parte baja del acantilado y que solo se ven por mar hasta aquellos que pulverizan en su alto. Una costa que no defrauda... por su magia, su color, su belleza. Iniciamos este apartado en Cabo Prieto para rematar en la Ría de Ribadesella en cuyo puerto deportivo descansaremos de la navegación en sus buenas instalaciones.
Avante poca.
De Punta Jarri a Cabo Prieto. La costa... desprendida de Llanes.
Quizás os llame la atención el título pero al terminar la lectura de este capítulo os daréis cuenta del porqué. Nuestra derrota nos llevará por una costa en la que en su línea litoral se produjeron grandes desprendimientos formando islas e islotes. Estos, a su vez amparan playas de gran belleza y paisajes que como postales... enamoran.
Los islotes de Poo, Barizu, Castro del Gaitero entre los más representativos esperan vuestra visita ya por mar como es nuestro caso como por tierra para disfrutar de Llanes, Poo, Celorio, Barro o Niembro, poblaciones repletas de atractivos paisajísticos, culturales, gastronómicos... y de gente amable.
Arribada a Llanes
Con la playa de Toró si arribamos del Este, el vigía de Jarri si nuestra ruta nos tráe del Oeste, siempre los Cubos de la Memoria del Dique de la Osa y el Faro de Llanes nos darán la bienvenida a esta capital del oriente asturiano.
Pero serán los potentes picos de Europa: los Urrieles de Llanes y el Naranjo de Bulnes, unas 12 M mar adentro los que con sus 2,676 y 2,516 metros de elevación sobre la mar se signifiquen como las mejores marcas de reconocimiento desde alta mar. No podemos olvidar en este caso, a la Sierra de Cuera, cordillera de menor altura que la anterior, tendida de E a W, donde destaca el pico Turbina, su punto más elevado. Algo más al E, el pico cónico del Mojón, más bajo que el Turbina que enfilado con el Naranjo de Bulnes nos conduce a la bocana de Llanes.
De la Ría de Santiuste al islote Castro de Ballota. Costa de bufones.
Continuamos ruta desde Santiuste ante una costa acantilada, de media altura y gran belleza.
A 1,5 M al W de Santiuste se encuentra la “Ensenada de Buelna” que remata en la punta del mismo nombre a la que se puede acceder con buen tiempo y embarcaciones de muy poco calado. Con marea baja se llega andando por la arena al Picón, roca que se eleva en el centro de la ensenada.