José Luis Velasco presidente de Tecnosub
Índice del artículo
- Caso Prestige
- Las guerreras del "Arao"
- "Smit Salvage" acusa del desastre a Fomento
- Rajoy reconoce que dio datos erróneos
- La batalla perdida del “Rainbow Warrior”
- José Luis Velasco presidente de Tecnosub
- Los que dicen que dieron la orden
- El fuel llama otra vez a la puerta de Galicia
- Prueban con éxito en las Cíes una resina que elimina el fuel
- Prometeo encadenado. Publicado en La Vanguardia
- 14/12/2002. La UE deja que Galicia se las arregle con sus propios fondos
- Una batalla contra los elementos
- Más de la mitad de las aves de Illas Atlánticas afectadas
- C.M. afirma que el casco del "Prestige" era defectuoso
- El diario de a bordo está en poder del juez de Corcubión
- Caso Prestige
- El Comité de RTVE critica el tratamiento informativo
- Caso Prestige
- "Operación Carpa"
Es el presidente de Tecnosub Internacional, la empresa que junto con Smit Salvage, intentó rescatar el Prestige. José Luis Velasco realiza ahora un balance de la gestión del siniestro y critica al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, al relacionar el remolcador Ría de Vigo con su firma.
-¿Cómo valora la actuación en el operativo de salvamento del «Prestige»?
-Cuando se produjo el accidente se precipitaron en sacar a la tripulación del buque, quedando sólo personas mayores -el capitán y el jefe de máquinas- incapaces físicamente de tomar un remolque, por lo que el buque pudo ir hacia las piedras. Luego, cuando el barco estaba a entre 3,5 y 4 millas de la costa, un equipo de expertos, con grandes riesgos, consiguió conectar un cable de remolque al Ría de Vigo. Amarradores y remolcador, Tecnosub y Remolcanosa, se encontraban al servicio de Sasemar bajo contrato. El día 14 de noviembre, el capitán marítimo de A Coruña reconoce el mando del capitán de Smit Salvage, por un acuerdo con el armador, y éste llega al buque el día 15. También acuerdan que quería un remolcador de Salvamento en asistencia. Fue el Ría de Vigo. El remolcador contratado por los cosalvadores Smit y Tecnosub fue el Charuca Silveira, que no tiene contrato con Sasemar, en tanto no llegaba el remolcador chino Deda. Sasemar dejó allí al Ría de Vigo.
-¿Quién mantuvo en las operaciones a este último buque?
-Fue el compromiso de colaboración del capitán marítimo de A Coruña. No sabemos quién puede decir de buena fe que «era nuestro» el Ría de Vigo. Tras el hundimiento del Prestige, el personal de Smit y Tecnosub quería y necesita ir a Vigo junto al Dela, donde estaba el material, pero siguiendo órdenes de la torre de Fisterra fue hasta Muxía. Quien paga manda. Por los años que lleva Smit trabajando con Remolcanosa, el personal de Smit conoce la flota. Se iniciaron negociaciones con el armador, basadas en contratar al Ría de Vigo, pero como Sasemar no lo autorizó, Remolcanosa ofreció el Charuca Silveira. El problema fue, como es sabido, la mala mar y no los remolcadores. Al principio estaban el Ría de Vigo, el Charuca Silveira y el Sertosa; después los mismos más el Alonso de Chaves y el Dela.
-¿En qué momento intervienen ustedes?
-En la mañana del 14 de noviembre llegan todos a A Coruña, se reúnen con las autoridades y tan pronto como es posible, van al Prestige, a primera hora del día 15. En cuanto se conoció la situación, como mal menor, los cosalvadores Smit y Tecnosub pedimos a las autoridades entrar en puerto, en una zona de refugio o en el pantalán de Repsol para descargar barco a barco, lo cual fue denegado. Podemos comprender que en aquel momento autorizar lo solicitado era complicado, al menos políticamente. Ya veremos si se mantiene la misma opinión en el próximo siniestro, que lo habrá, sin duda, porque esto es cíclico. A lo peor, si se hubiese sacrificado un puerto o ría, las barreras, sin mala mar, habrían impedido que el fuel saliese a mar abierto.
-¿Manipuló alguien el petrolero?
-Un experto oficial que fue a bordo ordenó arrancar el motor principal, pese a las quejas del capitán. Esto, en opinión de los técnicos, pudo facilitar el avance de las grietas. Como estaba muy escorado el buque, el mismo técnico ordenó lastrar tanques altos, con lo cual aún facilita más su rotura, como dice ABS. Esto, más la negación de las autoridades a conceder un puerto de refugio, pudo empeorar la situación.