La baja brasileña debería permitir a los líderes una ruta directa y rápida hacia Buena Esperanza
Llevamos varias jornadas hablando de esta depresión secundaria que se está formando entre Brasil y el pequeño archipiélago de Trindade y Martin Vaz. Sin duda un “objeto de deseo”de los solistas actuales líderes de la Vendée Globe que deberían alcanzar mañana domingo, este sistema de bajas presiones que los empujaría a toda velocidad directamente hacia la punta de Sudáfrica y el Océano Índico.
Lo que aún no está claro es el número de patrones que enlazarán con ella y pondrán rumbo y cuanto tiempo podría ser beneficiosa. Lo que si parece muy probable es que la flota de 39 Imocas se divida en dos, pero hasta mañana no se sabrá con certeza dónde se producirá ese corte.
«El reto ahora es ser lo más rápido posible para aprovechar la depresión, y sobre todo durante el mayor tiempo posible. Los que lleguen más tarde tendrán más dificultades para aprovecharla al máximo. “No debemos quedarnos parados”, resumió Nico Lunven (Holcim – PBR) que al igual que el líder Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y todos los que le rodean, ha estado navegando duro, alcanzando velocidades de más de 20 nudos en condiciones ideales. Los vientos alisios rondan los 15 nudos y los levantan cada vez más a medida que bajan por la costa brasileña, lo que les permite navegar cada vez más directos hacia Sudáfrica.
«No es tan fácil como parece inicialmente en las animaciones de vídeo. En realidad, los barcos tendrán que estar bien posicionados en un régimen de viento inicialmente inestable si quieren estar con esta baja el mayor tiempo posible». El meteorologo Christian Dumard, advierte: «El segundo grupo ha salido de doldrums y navega ahora con vientos alisios bastante flojos. No se beneficiarán de la baja. Para ellos, el rodeo del anticiclón de Santa Helena podría ser más clásico con una larga trasluchada hacia el sur antes de poder virar a la izquierda hacia el cabo de Buena Esperanza».
Y explica: «Las condiciones son bastante excepcionales. A menudo salen depresiones de la bahía de Itajaí. La que estamos hablando será con el grupo de cabeza muy al principio del recorrido», explica Dumard, que comenta que durante la edición de 2016 -la que batió récords de velocidad- Alex Thomson y Armel Le Cléac'h viraron a la izquierda 500 millas más al sur de lo que harán los líderes esta vez. Y concluye: «Debido a esta situación excepcional podríamos tener unos tiempos magníficos en el Cabo de Buena Esperanza»
De entrada, se abre la puerta para atravesar Santa Helena, pero sin ser agoreros, no es seguro que esta depresión los lleve hasta los Cuarenta Rugientes. Los modelos siguen indecisos a cuatro días vista. De hecho, podrían acabar en una situación un poco complicada. Son previsiones, modelos meteos que a cada hora varían, no obstante, todos tienen ganas de acumular millas a gran velocidad y en la dirección correcta durante los próximos días.
Incidiendo en el comentario anterior, el patrón Boris Herrmann, 13º a bordo del Malizia Seaexplorer, no está tan convencido: «Las rutas dicen que estamos un poco apretados. Corremos el riesgo de coger sólo la cola de esta depresión y por tanto acabar bloqueados por el anticiclón de Santa Helena».
«Si este es el caso, obviamente no será lo ideal. Se corre el riesgo de abrir grandes brechas, pero nunca se sabe lo que puede pasar, mientras tanto, seguimos al pie del cañón», comenta Benjamin Dutreux (GUYOT environnement - Water Family) que se inclina poco a poco hacia el Este con la esperanza de conservar el viento, ciertamente menos fuerte, pero durante más tiempo que continuando más al Oeste, como Samantha Davies (Initiatives-Cœur) o Clarisse Crémer (L'Occitane en Provence).
Otros, como Damien Seguin (Grupo APICIL), Louis Burton (Bureau Vallée) o Isabelle Joschke (MACSF), están más claramente en la cúspide y empiezan a prepararse para lo que les pase, al menos mentalmente.
«Es difícil planificar porque la situación no está súper clara. Habrá pequeños lugares por los que será posible colarse, pero sobre todo habrá que intentar no dejarse atrapar por las zonas tcon pozos. Es complicado, a día de hoy, decir cuál será la mejor ruta», dice la franco-alemana Joshcke que, por el momento, sigue formando parte del pelotón de cabeza, pero teme no poder mantenerse en el mismo sistema.
La realidad es que la flota ya está dividida en dos, Y la diferencia puede crecer y crecer.
En estos momentos, unas 500 millas separan al primer grupo del siguiente, que finalmente ha terminado con los Doldrums, a excepción de Szabolcs Weöres (New Europe), que tuvo que parar a reparar su vela mayor frente a Gran Canaria.