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El Virbac-Paprec 3 se para en Wellington. Esto se pone cachondo. Que bonito es este deporte

El Virbac-Paprec 3 se para en Wellington. Esto se pone cachondo. Que bonito es este deporte

A las ocho y cinco de la tarde (hora española), Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron han llamado a la Dirección de Regata para informar de que pararán en Wellington para reparar una serie de averías técnicas. Según las Instrucciones de Regata, el líder deberá permanecer en la capital neozelandesa un mínimo de 48 horas.

Según han explicado, sobre las siete de esta misma tarde han roto dos battcar (patín del sable) de la mayor mientras estaban poniendo un rizo. En la bajada del Atlántico, poco después de dejar Recife (donde pararon para reparar la barra de escota de la mayor, que se había desprendido de la cubierta), ya habían roto una de estas imprescindibles piezas, que unen la mayor con el mástil. Como ya han utilizado todos los battcar de repuesto, Dick y Peyron han decidido realizar esta parada, que no estaba planificada. Por eso, el equipo de tierra del Virbac-Paprec 3 no tiene tiempo de desplazarse a las antípodas. Sin embargo, Luc Talbourdet, el jefe del proyecto, que estaba ya en Nueva Zelanda para asistir al paso del barco, ha decidido llamar a Luc Bartissol, que dirigió la construcción del anterior barco, el Paprec-Virbac 2, y que vive en Nueva Zelanda. Los proveedores locales que trabajaron en la construcción de la actual unidad también aportarán una preciosa ayuda en los trabajos de reparación de los battcar, así como de otras averías menores.

 

A las seis menos cuarto de la madrugada (hora española), el Virbac-Paprec 3 se encuentra a 40 millas de Wellington, recorriendo el estrecho de Cook. Según el parte de posiciones de las cinco, Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron han navegado a unos ocho nudos de media desde que anunciaran su parada en Nueva Zelanda para reparar los battcar. Navegarán a vela hasta el puerto de la capital neozelandesa. En el momento en que amarren en uno de sus pantalanes empezará la cuenta atrás de las 48 horas.

 

Hemos sustituido los dos battcar –han relatado Dick y Peyron-, pero no tenemos más repuestos para acabar la regata y no nos fiamos más de ellos. Estamos entre la espada y la pared, porque son piezas indispensables para terminar la segunda mitad de la vuelta al mundo. Sin ellas, no se puede navegar. Continuar supone correr un riesgo importante. Pararse es la mejor solución, aunque es una decisión difícil de tomar, ya que nos penalizan con 48 horas. Deberíamos retomar la regata casi al mismo tiempo que pasarán nuestros perseguidores. Empieza pues una nueva regata, ¡como en Recife!”.

 

El MAPFRE parece que empieza a salir de la influencia del anticiclón. Durante la noche ha navegado dos nudos más rápido que el líder y en la última hora ha promediado hasta 14 nudos. De esta forma ha podido recortarle 24 millas. Ahora le separan 526 de la popa del barco azul. En cambio, el Estrella Damm se ha quedado clavado, con apenas cuatro nudos y medio de media, por lo que ya son 162 millas las que le alejan del barco de los olímpicos vascos.

 

¡No estaremos solos en Wellington! Aunque el Virbac-Paprec 3 tiene un buen margen y volverá a salir incluso antes de que el segundo llegue al estrecho de Cook, esto confirma que cada uno tiene sus miserias y que la ruta es aún larga hasta Barcelona, ¡no hay nada dicho!”, han escrito en un mail enviado esta madrugada Kito de Pavant y Sébastien Audigane, que no llegarán a la capital neocelandesa antes del sábado y que hacen notar que no sólo al barco le pesan las 12.500 millas recorridas, también a las personas: “¡Qué bien se duerme cuando el mar está en calma! Ya nos sumergíamos en un buen coma aunque hubiera mucho movimiento, pero ahora el despertar se hace cómico… Nos damos cuenta del estado de fatiga en el que nos ha dejado este mes y medio de regata”.

 

Como el Groupe Bel, el Renault Z.E., que durante la noche española ha navegado a unos once nudos y ha entrado oficialmente en el océano Pacífico, parece querer atravesar el anticiclón recto hacia el estrecho de Cook. Por detrás, 23 millas separan la popa del Mirabaud de la proa del Neutrogena. Colocado bastante al norte, el Hugo Boss ha sido el barco más rápido de la flota, con 13,9 nudos, mientras que a bordo del GAES Centros Auditivos han trabajado duro: estaban navegando hacia el sur buscando el frente, cuando el viento ha rolado 50 grados y ha aumentado hasta los 30 nudos. “Teníamos el plan vélico equivocado y hemos tenido que hacer una sesión de gimnasio extra, ahora lo tenemos todo bajo control y de nuevo buscamos un viento más estable para progresar hacia el este”, se lee en el correo de Dee Caffari.

 

De los tres colistas, el Fòrum Marítim Català y el Central Lechera Asturiana avanzan ahora a mejor ritmo, con 13 y 12 nudos durante las últimas nueve horas y 14 en la hora precedente al informe de posiciones. El We Are Water, en cambio, sigue atrapado en la alta presión, a pesar de haber ido muy al norte para esquivarla.