El Océano Índico se presentará en un par de días como el “tremendo Índico”
Son doce los solitarios de la Vendée Globe que han llegado al Océano Índico. Y mientras el grueso de la tropa sigue ocupada intentando alcanzarlos lo antes posible, los primeros días de conquista en este Gran Sur, tan esperado como temido, no están exentos de no muy buenas noticias.
Yoann Richomme (Paprec-Arkea) lideró la flota durante un tiempo, pero una vez más se vio superado por Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), que estaban más cerca de la ZEA (Zona de Exclusión Antártica) que él..
Un inciso antes de llegar al meollo de la cuestión “no buenas noticias”. A veces, la ruta más rápida y eficaz entre dos puntos de la Vendée Globe no es la más corta y directa. Normalmente lo es. Pero de vez en cuando, si algo grande y brutal bloquea la derrota y es necesario actuar con prudencia y evitarlo, eso a menudo significa navegar más millas.
Este es el caso de los líderes de la décima edición de la vuelta al mundo en solitario sin escalas. El miércoles y el jueves, una gran depresión se adentrará en el Océano Índico y provocará vientos de más de 50 nudos y mar de gruesa a arbolada, por lo que evitar la acción parece ser la mejor opción.
Así se puede estractar lo que se piensa en los Imoca en palabras de Yannick Bestaven (Maître CoQ V), actual campeón de la Vendée Globe: "Todo es un poco complicado. Nuestro objetivo es posicionarnos lo mejor posible para tomar esta depresión que se nos viene encima y ponernos en vientos que sean negociables",
Ayer parecía que aún había dos opciones, pero el ganador de la regata 2020-2021 advierte hoy: "Ya no hay paso por el Sur". Y lo confirma de forma concluyente el metereólogo Christian Dumard: "Todos los navegantes en solitario pasarán lógicamente al norte del sistema. Para ir más abajo en latitud sufrirían durante mucho más tiempo, con más viento y más mar y se encontrarían de ceñida en algún momento".
La ruta más larga hacia el norte dista mucho de ser ideal, pero les mantiene a salvo de rachas de 65 nudos y olas de diez metros, aunque alargará su rumbo hasta 500 millas, pasando al norte del archipiélago de Kerguelen. Pero el trío de cabeza Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) - Yoann Richomme (PAPREC-ARKEA) - Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) parecen abocados a ser golpeados por él, ya que se ensancha a medida que avanzan en su ruta hacia el Este, no parecen tener muchas opciones.
Detrás de ellos, Thomas Ruyant (VULNERABLE), Jérémie Beyou (Charal), Nicolas Lunven (Holcim - PRB), Sam Goodchild (VULNERABLE) y Yannick Bestaven aún tienen la opción de ganar más Norte. Todavía tendremos entre 40 y 45 nudos, que es fuerte, pero al fin y al cabo un poco como el fuerte habitual en el sur", resumió Bestaven, que se prepara lo mejor que puede para afrontar la primera "patata caliente" de esta Vendée Globe:
A los del final de la flota, se aproxima una apretada baja que debería impulsarlos de forma animada hacia el cabo de Buena Esperanza y la entrada al Índico. Los líderes de este pelotón, empezando por Jean Le Cam (Tout commence en Finistère - Armor-Lux, 20º), están aprovechando este aumento de la presión para retomar el rumbo, lo que les permite casi alcanzar a Isabelle Joschke (MACSF, 19ª), de la que estaban hasta 400 millas por detrás...
!"Estamos entrando de lleno en la Vendée Globe. Para nosotros, doblar el cabo de Buena Esperanza no va a ser nada fácil y, al mismo tiempo, cuando veo en lo que se van a meter los de cabeza, me doy cuenta de que todo el mundo está en el mismo barco. Con un poco de retraso, vamos a tomárnoslo en serio", concluye Alan Roura (Hublot).
Así que, ante la llegada de esta primera gran prueba a mediados de semana, se trata de ser pragmáticos, cuidar del hombre y de su barco, del primero porque las temperaturas son cada vez más gélidas. De lo segundo … es una obviedad