D+43: desde el norte de Kerguelen hasta la longitud de las islas Chatham

Un escenario inédito: en la historia de la Vendée Globe nunca ha habido tan poca diferencia en estas situaciones del Paífico sur de 10 barcos en 712 millas (desde Maître CoQ IV hasta V y B - Mayenne).

En estas condiciones climáticas tácticas, el Cabo de Hornos, al que se podría llegar del 1 al 3 de enero, debería ser, un reglero como hormigas... un continuo pase por aguas de su faro. En la pasada edición, 800 millas separaron a Armel Le Cléac’h de Alex Thomson en Hornos para tras la subida atlántica arribar a meta con 15 horas de diferencia. ¿Se podría pensar en una final increíble en Les Sables d'Olonne a principios de 2021 ...
Navidad sin distanciamiento en los mares del sur

La disposición meteorológica de la zona de regata en cabeza conlleva dos preguntas respecto a la táctica a seguir. ¿Cómo posicionarse frente al anticiclón que bloquea la derrota ideal? ¿Conseguirá Yannick Bestaven escapar de esta zona de alta presión? . Las respuestas no son claras y sin duda acarrean dudas. Incluso el primero en preocuparse, el líder, navega un poco a la vista: "Si consigo escapar, puedo llegar a estar abollado, es difícil decidirse. El premio puede ser el primero en llegar a zonas de alta presión y también el primero en salir, esa es la teoría! según Yannick Bestaven. Thomas Ruyant, por su parte, se rasca la cabeza ajustando los modelos meteorológicos tres veces al día: “Todavía tenemos presión durante un rato, pero cuanto más avancemos, más raro será. Espero que Yannick (Bestaven) no se suelte. Lo único seguro es que esta gran masa sin viento se está moviendo hacia la Zona de Exclusión Antártica, justo en la ruta IMOCA y debería comprimir a todos. La imagen del Océano Pacífico y sus largas olas a lomo de las depresiones se ve afectada.

Pero como dicen los marineros gallegos “a cousa non fica aquí” (la cuestión no queda aquí). Se trata de esa banda roja en las cartas meteo que desciende de Nueva Zelanda. La predicción habla de una depresión bastante profunda que genera rachas de más de 40 nudos. Romain Attanasio, Clarisse Crémer y ahora Louis Burton, que perdió 400 millas después de su parada en boxes en Macquarie (3 ascensos de mástil y reparaciones exitosas) tendrán que retroceder para manejar los vientos del noreste entre el miércoles y el jueves ( por lo tanto, serán fuertes y de morro y un mar muy grueso. "No hay que ir demasiado rápido para no quedar atrapado en lo peor de la depresión", lanzó Romain Attanasio en un video enviado desde el barco. "Lástima, me atraparán por detrás, pero reduciré la velocidad. No es muy lógico, me cuesta hacer eso ”, explicó Clarisse Crémer anteayer. Para Louis Burton, el programa es el opuesto: apurar ahora para superar la depresión antes de que se interponga en su camino.
Destremau a merced de un gran problema de timón
Todos corren por delante de Cape Leeuwin en excelentes condiciones climáticas para tragar millas. Todos, excepto Sébastien Destremau, que está luchando con sus múltiples problemas con el timón y el piloto automático, su barco carga en virajes impredecibles y volcadas infernales. “Podemos decir que empieza a oler a abeto y, francamente, no tengo muchas más opciones que llevar la navidad al puerto más cercano ... Dicho esto, nunca estamos a salvo de '¡una buena sorpresa! escribió esta mañana. El patrón deja lugar a dudas sobre su voluntad de continuar o no, o incluso de refugiarse para reparar en Australia. Su trayectoria hacia el norte lo protegerá del nerviosismo del Gran Sur: una gran depresión debería sacudir la zona de Kerguelen el próximo jueves.