Marieta en la clase II y Yamamay en la clase I fueron las primeras en cortar la línea en sus respectivas categorías en la regata de cruceros de Santander.

El viento a la hora de la salida soplaba del Norte con uno 18 nudos de intensidad, por lo que el recorrido nº 7 designado para la ocasión reventó la regata, al realizarse toda ella con vientos portantes, convirtiendo a la jornada en un desfile de barcos, en la que los de mas eslora fueron separándose, pero sin conseguir todos el mantener su rating.
Nuevamente la regata se dividió en dos partes completamente distintas, la que se desarrollo dentro de la bahía, a la salida y a la entrada, en la que el gran socaire de tierra convertía a esta en un pantano, en la que las roladas y las rachas hacían aproarse a las embarcaciones.
Una vez fuera de puntas, las olas de más de 3 metros y las rachas fueron lo más destacado de la navegación en esta zona, en que una vez más, y como consecuencia de la olas, era imposible el divisar las balizas, siendo la localización de esta lo mas primordial para las tripulaciones.
Nuevamente la entrada en la bahía fue la determinante de la clasificación, pues las encalmadas que afectaba a la misma, dejaron a los barcos a merced de la vaciante, haciéndoles muy difícil la entrada en ella.
Lo más destacado de la regata fue la lucha mantenida durante todo el recorrido por las tripulaciones del Único y del Atlantis, las que navegaron en un pañuelo durante toda la prueba.
El único datos que en este trofeo se facilita a los participantes, y que es simplemente el orden de llagada con los tiempos, dos horas después de entrar el ultimo, aun no están expuestos en la web, cuando los de otra clase que ha participado a la misma hora que los cruceros hace más de una hora que ya lo están. Por este motivo no podemos facilitar la información de los puestos de llegada en esta crónica de la jornada de hoy
J.F.M.J.