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Los Juegos Olímpicos nos han presentado una imagen de España como una potencia media, lejos de los primeros lugares por Manolo Nadal

He de decir que, aunque creo que deporte es mucho más que olimpismo, sí es cierto que el éxito o fracaso en unos juegos mide bastante bien el nivel deportivo (y no solo deportivo, sino organizativo en general) de un país pues, normalmente, la preparación olímpica es la actividad deportiva a la que los gobiernos, instituciones, federaciones, etc. dedican sus mejores esfuerzos, con mayor o menor éxito y con olvido total de otras manifestaciones del deporte.

En este sentido, los Juegos Olímpicos nos han presentado una imagen de España como una potencia media, lejos de los primeros lugares y lejos de países con los que, aparentemente, deberíamos codearnos. Imagen, por cierto, no muy alejada de la que ofrecemos como país en su conjunto ...

Creo que nuestras posibilidades son mayores y que, por tanto, lo alcanzado no es un éxito (aunque lo sea para los medallistas, por supuesto).

No me atrevo a juzgar lo que ocurre en otros deportes (aunque creo que siguen los mismos derroteros) pero, me parece que la vela española padece de "olimpitis" aguda y que sus últimos equipos directivos no tienen otro baremo para juzgarse y justificarse a sí mismos que el número de medallas que consigan sacar.

Así, la federación dedica a la vela olímpica casi todos sus esfuerzos, a la búsqueda de resultados a corto plazo y con olvido de una labor que debería ser más amplia y profunda, buscando una paulatina (aunque fuera lenta) mejora general de nuestro deporte, primero dándolo a conocer y extendiéndolo y después mejorando poco a poco su nivel técnico. De modo que la vela olímpica no fuera, como ahora es, algo desconectado del resto y que vive artificialmente alimentado en una burbuja aislada y elitista sino que surgiera sin dificultades de una base amplia y preparada.

Poniendo algunos ejemplos
¿Que hubiera pasado y quién nos habría representado en Finn con alguna posibilidad de hacer un papel decente si Joan Cardona se hubiera lesionado quince días antes de los Juegos?
¿Cuántas tripulaciones de 49er compiten habitualmente en España?
¿Cuantas regatas de la Clase Nacra hay al año en el calendario nacional y con cuantas tripulaciones contamos?.
No es que tengamos una pirámide invertida, es que tenemos una punta de la pirámide artificialmente sostenida en el aire por los presupuestos del Estado.

Cierto es que no todo es culpa de las Federaciones.
Las Federaciones, tradicionalmente, han estado y están volcadas en el deporte de competición y, aunque sus estatutos contemplan otras cosas, es muy difícil que cambien su mentalidad y se dediquen a temas que no son tan divertidos. Pero, la actual organización del deporte en España da a las Comunidades Autónomas amplísimas competencias en deporte, competencias que, en muchos casos, no son aprovechadas, como tampoco el Consejo Superior de Deportes aprovecha las suyas, siempre preocupado por los follones que le montan las federaciones en general y el futbol en particular y las repercusiones mediáticas de los mismos. Así, el deporte escolar y no digamos el universitario se arrastran cansinamente, el deporte para todos solo existe en los papeles de los Ayuntamientos, la formación de técnicos ya no es siquiera competencia de las Federaciones y la investigación en deporte no existe.

No se si viene a cuento pero, recuerdo con cierta envidia, la modélica Escuela Nacional de Vela francesa, magníficamente organizada, con programas continuos de investigación y desarrollo en todas las disciplinas de la vela. No conozco en España nada parecido, ni en vela ni en cualquier otro deporte.

En España, hoy en día el medio y largo plazo han dejado de existir y ningún dirigente político o deportivo es capaz ni quiere mirar más allá de su mandato, por corto que sea. Por lo tanto, trabajar de verdad las bases y poner los cimientos para que, poco a poco, el país mejore su nivel deportivo y las posibles medallas sean fruto de un trabajo continuado y que, cuando lleguen, reflejen de verdad lo que deportivamente es el país, interesa poco.

Y, volviendo a la vela y cambiando de tercio, no podemos dejar de reconocer el notable el éxito de los regatistas profesionales y técnicos españoles en la vela de altísimo nivel (Copa América, Vueltas al Mundo, circuitos profesionales de cruceros, etc., etc.), Como siempre, funciona mejor el ámbito privado y personal que la organización estatal o federativa.

Manolo Nadal