Perucho y Craviotto Subcampeones de Europa en una final inolvidable que les mantiene como candidatos a olímpicos

La Selección Española de Piragüismo en Aguas Tranquilas suma así, incluidos los dos de Cal, un total de 6 pasaportes para los JJ.OO de Pekín que se convierten en 7 (El K-1 500 femenino). La medalla de bronce del K-4 femenino además de la clasificación olímpica en K-4 500 metros, otorga de facto la clasificación para el K-1 y K-2 500 metros femenino, en este último caso no era necesario. A pesar de que tanto el K-2 1.000 como en K-2 500 España lograron situarse en plaza de clasificación olímpica sólo una de las tripulaciones viajará a Pekín, aunque podrá participar, si así lo decide la dirección técnica, en ambas categorías.
Conforme al sistema establecido España tiene oficialmente la clasificación olímpica en el K-2 500, donde obligatoriamente debe de participar en Pekín, y puede, si así lo decide la Dirección Técnica, también participar en K-2 1.000. La decisión sobre que tripulación participará en los JJ.OO se hará pública el próximo domingo 25 de Mayo en el Embalse de Santa Cruz de Trasona en Asturias con la presencia de los cuatro palistas y de los técnicos José Seguín y Miguel García.
España tiene por lo tanto garantizada su participación en 7 de las 12 categorías olímpicas de Aguas Tranquilas de los JJ.OO de Pekín. (C-1 500 y C-1 1.000 / K-2 500 masculino y K-2 1.000 masculino/ K-1, K-2 y K-4 femenino).
En las finales B de 500 metros de la jornada de hoy David Cal fue segundo, Jovino Gonzalez cuarto en K-1 y Teresa Portela cuarta en K-1. Por su parte en 1.000 m los chicos con Perucho y Craviotto reservando fuerzas para la final fueron últimos.
España sin participar en ninguna prueba de 200 metros finaliza los campeonatos en el 13º puesto del medallero por puntos y en el 15º por metales.

La medalla de plata de Carlos Pérez y Saúl Craviotto en K-2 500 metros tiene un sabor amargo. Subcampeones de Europa sólo superados por los invencibles alemanes Rauhe y Wieskotter (8 años imbatidos en K-2 500), en puestos de clasificación olímpica, pero sin la garantía de que vayan a participar en los JJ.OO de Pekín. Gallego y catalán después de liderar con autoridad la regata desde el principio y llegar hasta los últimos 100 metros con más de un kayak de ventaja sobre el resto de competidores, veían como la pareja alemana mantenía su imbatibilidad en esos últimos metros, 1:33.432 para los alemanes y 1:33.925 para los españoles. El resto muy lejos, la medalla de bronce para Lituania, ya clasificada para Pekín a su llegada a Milán, con un registro de 1:35.222. Los palistas españoles apuraban sus últimas opciones de ser olímpicos en Pekín y lo hicieron de manera brillante. En juego había además del título europeo las últimas tres plazas para los JJ.OO y los españoles se adjudicaron la primera de ellas. Los otros dos pasaportes olímpicos fueron para Francia en cuarto lugar con un tiempo de 1:35.765 y para los italianos que terminaron en el sexto puesto con un tiempo de 1:36.935. La alegría de los pupilos del asturiano Miguel García era contenida una vez que a pesar de haber cumplido con el objetivo no tienen garantizada su presencia en los JJ.OO de Pekín. España llegaba ya a Milán con la certeza de que de no clasificar el K-4 1.000 masculino se podría dar esta situación. Tanto el K-2 1.000 de Hernanz y Cosgaya como el K-2 500 de Perucho y Craviotto han logrado el pasaporte en sus respectivas categorías pero España sólo podrá defender esas dos categorías con 2 palistas, obligados por el sistema de clasificación olímpica que se sostiene en torno a una limitación estricta en el número de participantes. Conforme al sistema establecido España tiene oficialmente la clasificación olímpica en el K-2 500, donde obligatoriamente debe de participar en Pekín, y puede, si así lo decide la Dirección Técnica, también participar en K-2 1.000. La decisión sobre que tripulación de K-2 masculino participará en los JJ.OO de Pekín 2008 la hará pública la RFEP el próximo domingo 25 de Mayo en el Embalse de Santa Cruz de Trasona.

La otra cara de la moneda la representa la clasificación del K-1 femenino para los JJ.OO de Pekín. A pesar de que en la matinal de hoy Teresa Portela no completó su mejor carrera en la final B de K-1 500 y se vio relegada al cuarto puesto lejos de la primera plaza que otorgaba el último pasaporte a Pekín, en K-1 femenino España si estará en los JJ.OO de Pekín gracias a la clasificación ayer del K-4 femenino. Teresa con un registro de 2:01.119 quedó detrás de la portuguesa Teresa Portela (y no es un error), de la rusa Salakhova y de la danesa Hansen que paró el crono del pasaporte a Pekín en 1:59.965. También con el pasaporte olímpico en el bolsillo saltaron al agua Bea Manchón y Sonia Molanes pero ellas con el aliciente indudable del título continental, pero el viento en contra trastocó la planificación de nuestras chicas. Al final una sexta plaza que sabe a poco pero que las sitúa como acreedores al cuarto pasaporte olímpico en juego en esta final. El primero y el Campeonato de Europa fue para la segunda embarcación húngara de Kozak y Szabo con un registro de 1:48.459 (la primera logró el pase en Duisburg 2007). El segundo pasaporte para las finlandesas que fueron segundas por delante de alemanas y eslovacas y para las austriacas, que quedaron en quinto lugar, fue el tercero de los billetes a Pekín. Las españolas se ganaban por derecho propio el cuarto pasaporte para el K-2 español con un tiempo de 1:50.382 por delante de francesas, polacas y checas, refrendado así la clasificación lograda ayer por el K-4 y la exitosa participación en estos Campeonatos del Equipo Femenino dirigido por Fausto Moreno.

También esta mañana se disputaron otras tres finales B con participación española. David Cal, vigente Campeón del Mundo, fue segundo en C-1 500 con un tiempo de 2:01.478 por detrás del eslovaco Ostrcil que paró el crono en 1:59.851. En K-1 Jovino Gonzalez completó su participación en estos Campeonatos de Europa con el cuarto puesto y con un crono de 1:48.233, con victoria del británico Tim Brabants. La presencia del K-4 español en la final B de 1.000 metros fue meramente presencial, para evitar el desgaste de Perucho y Craviotto que competían poco más de una hora después en la final de K-2 .