Mañana comienza la pista en Shunyi. David Cal a escena
El gallego comenzará mañana su andadura en Pekín y se plantea repetir su victoria de Atenas en C-1 1.000 y superar la plata del 500. "Después de Atenas el listón quedó bastante alto y el objetivo para Pekín es conseguir dos oros", sentencia y no duda en reconocer sus metas, y que destaca que sólo peleando por lo máximo se puede conquistar.
A Atenas, el de Hío, el mejor palista español de todos los tiempos, llegó con una preparación de un año. Fueron 675 horas de entrenamiento en el agua y 3.840 kilómetros en canoa realizados a ritmos intensos. A la pista olímpica de Shunyi, David arriba con un trabajo de cuatro años, planificado por su técnico, Suso Morlán para triunfar en Pekín, aunque por el camino hubiera que sacrificar mundiales y europeos. A pesar de ello, por ese camino cayeron en la alforja un oro, una plata y un bronce mundialistas, así como dos bronces europeos en Pontevedra. "Después de Atenas el listón quedó bastante alto y el objetivo para Pekín es conseguir dos oros", sentencia Cal, que no duda en reconocer sus metas, y que destaca que sólo peleando por lo máximo se puede conquistar.
El entreno diseñado por Morlán para David Cal con Pekín en el horizonte ha supuesto un total de 15.327 kilómetros en el agua con diferentes cadencias. Mientras el 2005 fue para recargar pilas y en donde solo 3.470 kilómetros de palear, el siguiente paso del año 2006 fue dedicado a recomponer su situación aeróbica a base de no machacarse con series rápidas y donde los 3.990 kilómetros en su mayor parte en Pontevedra se efectuó para adquirir fondo. El comienzo del 2007 fue cuando la señal de ese reloj de cuatro años comenzó a sonas con insistencia, El paso al entreno en intensidad, 3.767 kilómetros de navegar en series de gran dureza y rapidez. La velocidad y fuerza, el gimnasio, la carrera y agua, mucha agua con los dientes apretados y la potencia en sus brazos paleando el agua. En la actual temporada se echó la casa por la ventana, 4.100 kilómetros con las pruebas en el punto de mira para terminar recluido 50 días en el embalse de Saucelle, la posible temperatura y condiciones metereológicas de Shunyi mandaban.
Mañana a las 09:30 en España será el gran momento, unos pocos minutos se juegan largos cuatro años de entreno al más alto nivel, se verán las caras viejos conocidos, los piragüitas "de siempre" el diestro alemán Andreas Dittmer que lo ha ganado todo y muchas veces. Con 36 años sigue siendo grande tanto como en Atenas donde llegó siendo el rey posiblemente el mayor competidor a priori para el abanderado español. El canadiense Thomas Hall con un nivelazo en los 1000 metros. El húngaro Attila Vajda, tiene un año menos que David Cal y con unas característica similares, es zurdo, fuerte, rema de tracción, como Dittmer, y con experiencia acumulada en eventos internacionales, sin lugar a dudas uno de los palistas más peligrosos y a vigilar. El ruso de salida explosiva Maxim Opalev sin olvidarnos de el polaco Baraszkiewicz, el chino Li Quiang y el medalla de bronce en el Mundial de Duisburgo, Yang, el canadiense Oldershaw, el rumano Florin Mironcic y el ucraniano Iurii Cheban y el handicap del calor. "En el Mundial se clasificaron los primeros del mundo y no hay opción a más. Igual hay alguno que esté cuarto o quinto, más discreto y que dé la sorpresa y se vaya para adelante, pero ninguno sería sorpresa porque son gente buena", explica.
Tampoco espera que le afecten las plantas que han aparecido en las aguas de la sede. "Vi unas imágenes de las algas, pero supongo que las quitarán a tiempo y antes de nosotros están los de remo así que harán algo para que no haya problemas",