Craviotto y Benavides de bronce en la última jornada del mundial de Duisburg

En la final de K1 200 metros, prueba del programa olímpico por primera vez en Londres 2012 y que tiene el record de ser la competición más seguida por TV en la historia del piragüismo olímpico, el recuerdo de la cita británica estuvo muy presente en la previa, durante y una vez finalizada la regata. Aunque el pódium de honor definitivo estuvo protagonizado por el sueco Petter Öström que con un crono de 36.644 se adjudicó el título mundial por delante del canadiense Mark De Jonge (34.674), bronce en Londres 2012, y del vigente subcampeón olímpico, el catalán Saúl Craviotto (34.896). Muy cerca del español el ecuatoriano De Cesare (34.949), el lituano Navakauskas (35.009) y el británico Campeón Olímpico en Londres, Mckeeever (35.042).

La segunda medalla de la jornada estuvo protagonizada por el mallorquín Sete Benavides que alcanzaba también el tercer escalón del pódium junto a dos conocidos rivales y habituales compañeros en el medallero internacional de canoa. La victoria para Demyanenko de Azerbaiyán con un crono de 38.462. La plata para el ruso Shtyl (38.717) y Sete Benavides se adjudicaba la medalla de bronce con un crono de 39.060, por delante del cuarto en discordia en las últimas finales internacionales, el lituano Shuklin, subcampeón olímpico en Londres, que paró el crono en 39.178. Hay que destacar que los 9 participantes en la final completaron los 200 metros en menos de 40 segundos, y los dos primeros por debajo de 39, objetivo hace unos años casi inalcanzable para la mayoría.

La que no pudo alcanzar un pódium que se tenía merecido fue la gallega Teresa Portela que con un registro de 40.246 se tuvo que conformar con la 4ª posición a 3 décimas de la eslovena Ponomarenko (39.951) que se adjudicó la medalla de bronce. La medalla de plata para la polaca Walczykiewicz (39.712) y la medalla de oro para la Campeona Olímpica en Londres, la neozelandesa Lisa Carrington (39.522)

En los 200 metros además del amargo 4º puesto de Teresa, sabor agridulce el que dejó la 7ª posición en la final de K2 200 de los jóvenes kayakistas gallegos Carlos Arévalo y Cristian Toro, que con un crono de 32.183 disputaron una muy digna final con victoria de Rusia (31.182), por delante de Gran Bretaña (31.755) y Alemania (31.901).

El otro gran atractivo de la jornada era la presencia, inédita desde 2007, del K4 español en una final del kilómetro. Javier Hernanz, Oscar Carrera, Rodrigo Germade e Iñigo Peña completaron sin embargo su peor regata de la semana y no llegaron a meterse de lleno en la lucha por las primeras plazas. Mucho mérito tiene sin embargo su presencia en una final espectacular en la que la victoria fue para Rusia (2:58.692), la medalla de plata para la República Checa (2:59.375) y completó el pódium de honor Australia (2:59.942). A las puertas del pódium Hungría (3:00.420) seguida de Serbia, Bielorrusia, Eslovaquia, España (3:02.238) y Alemania.

En otra de las pruebas del programa olímpico, el K4 femenino completó su participación mundialista ocupando la 3ª posición en la final B de 500 metros. La tripulación formada por Fernández, Contreras, Barrios y Corbera firmó un crono de 1:43.709 en una igualada llegada, superada por la República Checa y Gran Bretaña, que se adjudicó la victoria en esta final B (por los puestos del 10º al 18º lugar) con un crono de 1:43.073.

Al margen ya del programa olímpico la jornada se inició con las pruebas de 5000 metros. Tono Campos no pasó de un discreto 10º puesto, lejos de la lucha por las medallas en una final de C1 muy cara, con las medallas copadas por los más grandes canoístas del mundo: oro para Brendel, plata para Vajda y bronce para el canadiense Oldershaw. Ana Martínez en K1 femenino finalizaba 11ª con victoria de la australiana Hatton y el asturiano Emilio Llamedo en K1 5000 masculino firmaba un 5º puesto en Duisburg también ante rivales de excepcional nivel con los que peleó hasta los últimos metros. Oro para el australiano Wallace (19.44.059), plata para el argentino Dalbo (19.46.138) y bronce para el británico Rutherford (19.217) que superó por escaso margen al campeonísimo alemán Hoff y al asturiano Llamedo (19.53.802)

En las finales B de 200 metros 2ª posición compartida con Lituania para Adrián Sieiro y André Oliveira, lo que significa una más que digna 11ª posición mundial para la C2 de los canoístas españoles. En K2 femenino Contreras y Barrios firmaron el 7º puesto también en la final B.

En las finales de 500 metros, tampoco incluidas en el programa olímpico del medio kilómetro, España no tuvo opción alguna de luchar por las medallas. La nueva embarcación mundialista femenina, la C2, con las españolas Patricia Coco y Raquel Rodríguez, que accedían de manera directa a la final, ocuparon la 8ª posición muy lejos de canadienses, húngaras y chilenas que ocuparon las posiciones de pódium por este orden. No le fue mejor al K2 de Diego Cosgaya y Carlos Pérez (1:35.431) que no pudieron evitar la última posición en la final de K2 500 metros. La victoria para los portugueses Silva y Ribeiro (1:32.622) por delante de los bielorrusos y franceses. En la final B de K1 500 Ekaitz Saies firmo un 3º puesto con un crono de 1:44.251.

El fin de fiesta deportiva llegó con las series de clasificación y posteriormente finales de los relevos 4x200 metros. El equipo femenino quedó eliminado en las series pero el relevo K1 y el C1 masculino logró el pase a la final. El relevo K1 4x200 masculino con Craviotto, Arévalo, Pérez y Calos Garrote, se veía apeado de un pódium al que se había acostumbrado. España finalizó en 5ª posición con un crono de 2:28.810 superado por británicos, húngaros, rusos y por los polacos que se adjudicaron la victoria con un registro total de 2:27.605. Más cerca que nunca del pódium estuvo el relevo C1 4x200 con Benavides, André Oliveira, Adrián Sieiro y Bouza. Con un crono total de 2:52.326 finalizaron 4º por detrás de Canadá, Alemania y Rusia, que se proclamó Campeona del Mundo con un crono de 2:48.255.