Científicos descubren un nuevo hábitat marino en Alaska
Este verano en Alaska, mientras se buscaban nuevas especies, usando la más moderna tecnología y valiéndose de grandes barcos para rastrear las profundidades del océano, un equipo científico de buceadores llegados a la zona en un buque pesquero de Alaska ha descubierto un hábitat marino totalmente nuevo, a una distancia muy cerca de la orilla.
Plan de Océana para la recuperación de stock pez espada
OCEANA PROPONE UN PLAN PARA RECUPERAR EL STOCK DE PEZ ESPADA Y REDUCIR LAS CAPTURAS DE TORTUGAS MARINAS
La flota palangrera no sólo provoca, sin quererlo, la captura accidental de 400.000 tortugas marinas y de otras muchas especies al año, como ha documentado Oceana : anualmente caen en sus anzuelos unas 30.000 toneladas de pez espada (Xiphias gladius) entre el Atlántico Norte y el Mediterráneo, pero el tamaño de los ejemplares ha disminuído de forma considerable en los últimos años, lo que es un signo inequívoco de sobreexplotación.
Un 10 % de tortugas marinas son capturadas accidentalmente
os biólogos y submarinistas de Oceana han documentado las capturas accidentales a bordo de un pesquero español
MAS DE 400.000 TORTUGAS CAEN ATRAPADAS CADA AÑO EN LOS ANZUELOS DE PALANGRE EN TODO EL MUNDO
Un 10 por 100 de las tortugas marinas son capturadas accidentalmente por la flota palangrera mediterránea, en especial por los pesqueros españoles
No todas perecen pero las severas heridas que reciben acaban provocando la muerte de al menos un 30 por 100 de las tortugas capturadas
La larga migración de las tortugas marinas
Las tortugas marinas son especies migratorias que, nada más salir de los huevos en las playas de puesta de Florida, Yucatán y otros puntos del este americano, emprenden una desenfrenada carrera hacia el mar.
Diseñado el primer chip de ADN que detecta «gato por liebre
No más gato por liebre en los alimentos procesados. Una empresa francesa de biotecnología acaba de comercializar un pionero «chip de ADN» dirigido al sector alimentario para que pueda verificar las especies de animales y peces que figuran en la composición cárnica de los productos elaborados para consumo humano o para el ganado. Este «biochip» consiste en una pequeña placa de cristal con diminutos orificios que contienen hasta 88.000 fragmentos de material genético de 33 vertebrados diferentes, desde los mamíferos de consumo más habitual (vaca, cerdos, conejos y ovejas) hasta las aves (pollos o pavos) y peces (bonito, salmón o trucha) más utilizados como alimento. Pero además de esas especies tan comunes en nuestra dieta alimentaria, este «biochip» también contiene ADN de gato, rata, anguila de Monzabique, avestruz e incluso de ser humano, este último como elemento de control, según el fabricante Biomerieux.
Cádiz, la provincia donde mueren más cetáceos
Ecologistas en Acción advierte de la amenaza que supone para las migraciones de especies marinas las técnicas de pesca no selectivas. Los ecologistas aseguran que el palangre y las redes de deriva son las causantes de que determinadas especies, como la tortuga laúd, vean peligrar su conservación.
Amenaza para la biodiversidad del planeta
Las especies invasoras, causa directa del 39 por ciento de las extinciones conocidas, son después de la pérdida del hábitat la segunda amenaza para los endemismos.
Hallan extraños gusanos que habitan en huesos de ballenas
Dos extrañas especies de gusanos, nunca vistos antes, que no tienen ojos ni estómago ni boca, habitan en los huesos de ballenas muertas halladas en la bahía de Monterey, en el estado de California.
POR QUÉ LA ARMADA DE EE.UU. COPIÓ EL SONAR DE ZIFIOS
El complejo y delicado sistema de ecolocación de los cetáceos es también su “talón de Aquiles”, pues les ha puesto en el punto de mira de los experimentos militares
La extinción del atún rojo por la amenaza de las granjas
Los japoneses aprecian el pescado como casi ningún otro pueblo en el mundo. El atún rojo ('honmaguro') está entre sus favoritos. En el Mercado Central de Pescado de Tsukiji, en Tokio, se pagan entre 60 y 70 euros por kilo. Por un ejemplar de 444 kilos capturado en la costa de Aomori (nada excepcional ya que pueden llegar a pesar hasta 680) se pagó la cifra récord de 144.000 euros (unos 24 millones de pesetas). Quien sea capaz de atraparlos puede convertirse en multimillonario.