23/12/2002. El 50% de la flota gallega no está preparada para Marruecos
Índice del artículo
- 23/12/2002. Recopilatorio de las notas de prensa de masmar.com
- El Gobierno amplía su búsqueda de culpables
- El 50% de la flota gallega no está preparada para Marruecos
- Compromiso de la administración pone fin a huelga de hambre
- Los vientos alejan hacia el nordeste las principales manchas
- Alto riesgo en el litoral entre Prior y Ribadeo
- Gráfico de la trayectoria de la gran mancha
La oferta de Mohamed VI de permitir la vuelta de los barcos al caladero canario sahariano puede beneficiar al 50% de la flota de arrastre de litoral y cerco, afectada por la marea negra, aunque de momento hay más dudas que certezas.
Sólo los armadores de barcos con casco de hierro y más de 20 metros de eslora, preparados para travesías largas y con buenas bodegas frigoríficas ya que cada marea les lleva entre 1 semana y 10 días, están en condiciones de plantearse la posibilidad de faenar en el litoral bajo jurisdicción marroquí.
El grueso de de las embarcaciones que tienen base en Galicia son arrastreros de litoral. Los que frecuentemente vemos atracados en Ribeira, A Coruña, Cambados y Marín. En otros puntos, como Lugo, donde 15 de los 30 arrastreros registrados están parados, el ofrecimiento ha pasado casi desapercibido. Al igual que en Muros, donde no parece existir mucho interés por parte de los empresarios de los 10 barcos en disposición técnica de largar amarras.
Para la flota de cerco, el panorama es más complejo. Buena parte de las embarcaciones no están preparadas.
En la Costa da Morte, prácticamente ningún cerquero está en disposición de afrontar el reto de bajar hasta las costas margrebíes. Se trata de embarcaciones pequeñas, con habitáculos reducidos y construidas a la medida de una costa cuyos marineros conocen a la perfección. Se dedican a la captura de pelágicos, sardina, jurel etc., faenan al día y con artes evolucionadas y técnicamente preparadas para el entorno.
Otro tanto de lo mismo ocurre en Porto do Son, Portosín, Aguiño y Cambados, puertos en los que algunas naves trabajan cada año en la campaña de la anchoa, en el País Vasco.
Aunque armadores y patrones mayores agradecen el gesto del rey Mohamed VI, la incertidumbre sobre las condiciones en las qué se podría pescar les hacen mantener la cautela, incluso a los empresarios de ese 50% de embarcaciones en disposición de afrontar la oferta. Cuando se les pregunta si aceptarán, responden que todo depende.
Muchas son las preguntas que se plantean los armadores a la hora de hablar sobre la posible aceptación de la oferta marroquí.
Desconocen en qué caladeros les van a permitir pescar, cuánto durarán las mareas, cómo están los fondos marinos -aunque tienen noticias de que en el caladero canario sahariano los recursos están en muy buenas condiciones-, qué mallas les permitirán utilizar, si podrán ir a la pareja o con baka.
Hay que tener en cuenta que esta flota nunca ha trabajado en aguas marroquíes y, por lo tanto, los marineros tienen un gran desconocimiento. En este sentido, el patrón mayor de Portosín, Gonzalo Pérez, señala: «Non podemos ir a alí a tontas y a locas».
Este dirigente es partidario de efectuar previamente una campaña de exploración, enviando a un par de embarcaciones, para facilitar la actividad de los barcos que acepten el ofrecimiento marroquí.
El futuro de la flota paralizada por la marea negra se decide hoy en Rabat. A las 9.30, el ministro Cañete se reúne con su homólogo marroquí. Lo que logre arrancar será el punto de inicio de cualquier decisión.