Hondarribia una ciudad para parar el reloj
Habitantes: 16.518. Extensión: 28,69 km2
http://www.hondarribiaturismo.com/
Fundada en 1203 por Alfonso VIII de Navarra, sus orígenes se remontan a más de 2.500 años (Neolítico-Bronce), de los que quedan vestigios como varios dólmenes y crómlechs situados en el monte Jaizquíbel.
Su valor estratégico condicionó su historia como plaza fuerte que sufrió numerosos asedios. Cada vez que estallaba una guerra que enfrentaba a España con Francia, desde el s.XIII hasta el s.XIX , pocos fueron en estas centurias los actos de guerra que no tuvieran como campo de operaciones estas orillas del Bidasoa.
De una de ellas, en el marco de la Guerra de los Treinta Años, el 1 de julio de 1638 sufrió y resistió durante dos meses su asedio más famoso, por parte de tropas francesas por la que recibe el título de «Muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel».
La conmemoración de esta resistencia es celebrada cada año por sus habitantes con el “Alarde”.
Esta impronta del tiempo cronológico nos ha dejado uno de los conjuntos cívico arquitectónicos mejor conservados del País Vasco. Un estilo peculiar que mezcla lo genuino con toques franceses y españoles.
El color de sus calles, la amabilidad de sus pobladores y su historia convierten a Hondarribia es una ciudad para parar el reloj y disfrutar de uno de los conjuntos cívico arquitectónicos mejor conservados del País Vasco, un estilo peculiar que mezcla lo genuinamente vasco con toques franceses y españoles. Una invitación a olvidarse del tiempo y a pasear por el casco histórico, disfrutar de las terrazas, de rincones tranquilos que relatan la historia de la ciudad a través del silencio de sus murallas
En el catálogo de naturaleza de Hondarribia perteneciente a su franja costera y para los amantes de la playa y del submarinismo destacan la "Playa de Hondarribia", situada al SE del cabo de Higuer y contigua a la desembocadura de la ría del Bidasoa, favoreciendo su formación un espigón que discurre lateralmente de Norte a Sur. Abrigada por el espigón natural del Jaizquíbel. Hondarribía en vasco significa "La playa de bajamar". Es la última playa de Gipuzkoa por el E. Ofrece un baño tranquilo. Dispone de toda clase de servicios y equipamientos asi como un aparcamiento de pago. Su nuevo paseo marítimo es de gran belleza. Enfrente la playa se puede fondear.
Llegando al Cabo Higuer la "Playa de los Frailes" pequeña playa aislada de roca y canto rodado, situada en la ribera Este del cabo de Higuer. En sus aguas se practica el submarinismo. Fondeable y protegida del NW. Se practica el nudismo.
Y desde luego, estando en esta playa, es obligado visitar el Cabo Higuer y con tiempo... subir al Jaizquibel. En los enlaces de las playas tenéis la ficha de estas y una galería de fotografías. Seguro que no os decepciona.
Es un placer observar el ambiente de la calle mientras se degustan unos “pintxos” en su completa y buena hostelería.
El casco histórico, antiguo recinto amurallado, declarado Conjunto Monumental, es de plano rectangular, calles empedradas y bellos edificios. Palacio de Zuloaga, Casa Mugaretenea, Palacio Eguiluz, Casa Casadevante y Casa Consistorial entre otros. Todos ellos asistidos por el edificio más significativo, el “Castillo de Carlos V” junto a la Plaza de Armas y la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano.
El barrio de la Marina o del Puerto, situado extramuros, guarda las esencias del tradicional barrio de pescadores y la ermita de Guadalupe, a media subida del monte Jaizkibel, ligada a la tradición de la ciudad y a su festividad más conocida, el Alarde. Festividad que se celebra del 7 al 11 de septiembre coincidiendo con la Virgen de Guadalupe , patrona de la ciudad.
Actualmente es una villa de fuerte carácter residencial y turístico. El sector servicios tiene un gran peso en la economía local así como su puerto pesquero.