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LA TRISTE HERENCIA DE SANTANDER 2014. - ARTICULO PUBLICADO POR JAUME SOLER EL 14 01 2015

Articulo publicado por Jaume Soler el 14 01 2015.

http://www.jaumesoler.net/2015/01/la-triste-herencia-de-santander-2014.html

 

 

14 DE ENE. DE 2015 La triste herencia de Santander 2014

NAVIDAD 2014-2015 371

Las parejas son las más habituales en la Duna escalonada. Foto: DxT La revista DxT, que dirige Fran Díez, sigue dándole vueltas a lo que queda aquél Mundial de Santander 2014, que se celebró en la capital cántabra el pasado mes de septiembre. La obra estrella de aquél Mundial fue la famosa Duna escalonada, que algunos bautizaron como botellódromo. No sé si al final ha servido para hacer botellón o no, lejanas quedan aquellas imágenes de cientos de personas animando a los regatistas, y parece que la rentabilidad que se le está sacando a la misma está muy lejos del derroche de dinero que ha costado y seguirá costando a las arcas públicas. Y en DxT se preguntan: ¿De qué ha servido gastar tanto dinero? Parece que lo único que se ha aprovechado de la Duna es el interior, que sirve como hangar tanto del CEAR Príncipe Felipe como del Real Club Marítimo de Santander. Pero exteriormente ésta es la visión que ven los santanderinos y así lo refleja Fran Díez en DxT: “La famosa Duna escalonada continúa como adorno de la bahía y no es del todo inútil. Un soleado miércoles de enero descubrimos en sus escalones o aledaños a una treintena de personas y un perro (muy habituales). Algunas parejas magreándose, otras merendando sin mucha higiene ni civismo o solitarios disfrutando de la lectura de un libro. Las infraestructuras permanecen, pero a las infraestructuras hay que darles vida. Una plaza con inmejorables vistas de más de dos millones de euros requiere que se programe algo de vez en cuando. Por lo menos, es un área que se puede disfrutar por todos mejor que el Palacio de los Deportes de la ciudad, en el que cuesta ver deporte de nivel con asiduidad”. Al final tendrán razón los que criticaron la construcción, y si bien el interior está ocupado, se ha quedado pequeño a las primeras de cambio: “En el interior de la Duna se almacenan algunas embarcaciones pequeñas y velas de windsurf, aunque el exterior del CEAR de vela sigue plagado de barcos. No hay sitio y se ha quedado pequeño, algo sorprendente... Cabe recordar que se derribaron unas naves nuevas en las que cabían más embarcaciones y más grandes para construir este estadio náutico desde el que pocas competiciones se ven. Sin duda, la planificación para que creciera el centro no ha sido la más adecuada. De momento, pese a su construcción apresurada y abaratada, no hay muchos signos de deterioro en la Duna, aunque el piso parece tener algún problemilla con la humedad”. La Escuela del CEAR ha sido maltratada y en muchos momentos dejada a un lado, ¿para luego qué?: “Lo triste es que no se ha hecho nada por fomentar la vela en la base, pese a que es el deporte que recibe la mayor cantidad de dinero del Ayuntamiento (80.000 euros) para mantener el centro de alto rendimiento, sede del equipo olímpico. O incluso acercar este deporte a los adultos con programas especiales que animen a la gente a probarlo. Hacer cantera. Igual que los niños se apuntan en masa a cursos de surf se puede intentar algo similar con la vela ligera. Según las cifras oficiales han pasado 25.000 alumnos a lo largo de los quince últimos años por la escuela de vela y apenas unas decenas siguen navegando. Algo falla”. Y en DxT se preguntan de qué ha servido organizar un Mundial de estas características y el dinero que ha costado. ¿Qué ha dejado deportivamente?:“No es organizar una prueba y poner un punto y final. En Santander, de momento, no se adivina ninguna estrategia ni un plan a largo plazo para aprovechar esa buena relación con los deportes náuticos. Rezar para que el equipo olímpico se quede aquí, pese a las altas tasas económicas que impone la Autoridad Portuaria. El Mundial ha resultado ser una isla, con sus problemas de organización y corruptelas. Es cierto que el evento fue un éxito en lo popular, gracias a que los ciudadanos se volcaron con la novedad, y una incógnita en lo económico y en la repercusión. Las cifras del estudio, encargado ad hoc por el Consistorio, eran tan irreales como fantasiosas. La pena es que ese potencial que tiene la ciudad para explotar todo lo que tenga que ver con la náutica deportiva se ha quedado en agua de borrajas”. Siempre quedará en el recuerdo la mascota Sardi que, por cierto, reapareció el día 5 de enero. Sí, pero no para animar una regata, sino ¡En la cabalgata de los Reyes Magos!