Pepe Ribes: “El barco planea de una ola a otra, salta, vuela”
El Estrella Damm de Alex Pella y Pepe Ribes está literalmente volando en aguas del Índico Sur, con viento de más de 40 nudos.
Un media de 18 nudos le ha permitido recorrer 441 millas en 24 horas (entre los informes de posiciones de las 10 de la mañana de ayer y hoy), 14 más que su inmediato perseguidor, el cuarto clasificado Groupe Bel. Esta velocidad ha acercado al barco de Ribes y Pella a sus rivales precedentes, recortando 20 millas sobre el Mapfre, ahora a 47,5, y casi 150 sobre el Virbac-Paprec 3, todavía inalcanzable a 657 millas por la proa. Las distancias con sus perseguidores Groupe Bel y Renault Z.E. se han incrementado a la espera de la compresión anunciada por Pepe Ribes. Sin embargo, el ascenso de latitud obligado para pasar por la puerta de seguridad de Agulhas ha bajado algo la media de velocidad del Estrella Damm en las últimas horas, antes de poder descender a buscar las borrascas de nuevo.
Los patrones del Estrella Damm se han desenvuelto a la perfección en las difíciles condiciones borrascosas, defendiendo su velocidad frente a sus rivales, deseo que había manifestado ayer Pepe Ribes en videoconferencia. El patrón de Benissa (Alicante) explicaba esta madrugada en un e-mail de a bordo cómo se navega en los 40 Rugientes (al sur de la latitud 40S), con las olas pasando por cubierta y donde deben reducir superficie de vela para conservar el barco de una pieza: “Mojado, mojado, mojado…primer día de navegar en una baja presión con vientos de 35 a 45 nudos. Aunque lo gordo de la baja nos ha pasado por el sur, esta noche se nos han abierto los ojos de nuevo al ver la fuerza del viento y tener que poner el tercer rizo. Hasta ayer solo habíamos tenido que poner el primer rizo después de 28 días de regata”.
Volando entre olas
Ribes proseguía explicando muy claramente cómo es la vida a bordo mientras el Estrella Damm vuela entre las olas: “El barco planea de una ola a otra, salta, vuela, vuelve a tocar el agua y a planear, saltar de nuevo, vuela hacia otra ola… a bordo difícilmente te puedes mover si no es a cuatro patas”.
Ribes concluía su bitácora describiendo el radical cambio de temperatura que suponía ascender hacia el norte para cruzar la puerta de seguridad de Agulhas, que han pasado en las últimas horas: “La temperatura ha subido a 18 grados y no hace frío. Incluso con la ropa que llevaba ayer estoy sudando como un pollo. La diferencia de estar unas grados más al sur o no es abismal aquí. Estamos a 40 millas de la puerta de Agulhas, que pasaremos en breves horas, y después... Supongo que a trasluchar y al Sur de nuevo a por más viento mientras podamos”.