Los patrones del Estrella Damm, exhaustos tras un 24 horas reparando y chequeando el barco en la encalmada tras el duro Índico
Alex Pella: “Estuvimos todo el día reparando y estamos muy cansados pero contentos en general”
La Barcelona World Race sigue más emocionante que nunca en los puestos de cabeza: El líder Virbac-Paprec 3, reparando en Wellington y sin poder tomar la salida hasta mañana por la mañana, y sus perseguidores, Mapfre, Estrella Damm y Groupe Bel acercándose poco a poco, saliendo de la calma. El español Estrella Damm de los patrones Alex Pella y Pepe Ribes ha conseguido salir de la zona de altas presiones defendiendo su posición de podio frente al francés Groupe Bel, que está a apenas 11 millas por la popa.
La historia de la Barcelona World Race es una historia de esfuerzo, que se escribe a partir de los múltiples ejemplos de superación de los competidores. Uno de esos ejemplos de capacidad de sacrificio lo vivieron ayer los patrones del Estrella Damm. Y es que, como confesaba Pepe Ribes en su twitter esta madrugada, tanto Pella como él acabaron exhaustos “después de un día de reparaciones y con el Código 0 en el agua”. “Nos va a costar recuperarnos de este sobreesfuerzo”, admitía Ribes.
Su mensaje hacía referencia al tremendo trabajo realizado sin descanso por ambos patrones para recuperar la vela de proa Código Cero, que se unía a las labores de mantenimiento que debían realizar tras el desgaste que supuso el duro océano Índico. La vela se fue al agua porque se rompió la driza hace dos días mientras iban recortando distancias ante el Mapfre. Ribes y Pella tuvieron que esforzarse durante tres horas para recuperarla. Tocaba poner una driza nueva, y tras más de una hora con ambos patrones efectuando la maniobra desde lo alto y desde abajo del mástil, por fin pudieron izar de nuevo el Código Cero. Pero no habían terminado. Descubrieron que la vela estaba dañada, por lo que la tuvieron que arriar, reparar e izar de nuevo.
Esta odisea, unida a los trabajos que tenían para el día (reparar un spinnaker, terminar los arreglos de los candeleros y el balcón de proa, el winche de estribor… y una lista de chequeos y mantenimiento, como el de la reparación de la mayor que, según Pella “pinta mejor de lo que esperábamos”) acabó dejando a los patrones “fundidos”, en palabras de Ribes, tras veinticuatro horas de trabajo sin descanso. Alex Pella afirmaba este mediodía: “estamos muy cansados pero contentos en general”.
Afortunadamente, las condiciones de viento que tienen ahora les han permitido hacer las últimas dos guardias en condiciones relativamente normales, y este mediodía Pella se mostraba optimista: “Las condiciones de ceñida que tenemos no son demasiado exigentes físicamente. Vamos a diez nudos de velocidad con unos quince nudos de viento de proa”.
“La cuestión ahora es llegar cuanto antes al Estrecho de Cook, que será casi todo en ceñida, y mañana no habrá mucho viento”, preveía Pella. Tras el esfuerzo titánico de las últimas horas, los patrones del Estrella Damm deberán recuperarse pronto para seguir dando lo mejor de sí mismos en la aproximación al paso entre las dos islas de Nueva Zelanda, con vientos inestables que obligarán a hacer múltiples maniobras.