Le Cléac'h se dirige a la escala técnica de Río de Janeiro tras los daños sufridos en dos timones

El equipo Banque Populaire ha informado esta tarde de que "Armel Le Cléac'h y el Maxi Banque Populaire XI han sufrido dos importantes daños en el timón en 48 horas que han interrumpido el resto de la regata, ya que necesita una nueva escala técnica". El martes 13 de febrero hacia el mediodía UTC el timón de babor del Maxi Banque Populaire sufrió una colisión. El Maxi Banque Populaire XI navegaba a más de 30 nudos amurado a estribor cuando el timón de babor golpeó un tronco, provocando la pérdida total del apéndice".
El comunicado del equipo continúa: "Cuando aún quedaban cerca de 6.000 millas para llegar a Brest, el equivalente a dos regatas transatlánticas, Armel Le Cléac'h navegó durante unas horas por estribor con el timón central y confirmó su deseo de continuar la regata sin hacer escala, a pesar de la ausencia del timón de babor, que habría sido utilizado principalmente en la ruta hacia Bretaña. Sin este apéndice, la seguridad a bordo no estaba en entredicho y el barco iba bien, aunque ello exigía reducir la velocidad".
El propio Le Cléac'h retoma la historia: "Navegaba por Argentina, a favor del viento, en condiciones siempre rápidas. Salía de unas 24 horas muy ajetreadas con una depresión que se había profundizado con viento muy inestable y rachas que alcanzaban los 50 nudos. Oí un violento impacto en el timón de babor. Vislumbré un tronco de madera. El impacto fue muy violento, el timón fue arrancado en gran parte. Fue un verdadero contratiempo. Pero aunque fue un momento difícil, sabíamos que era posible seguir navegando sin timón. El tiempo no habría sido tan malo y aún podríamos llegar a Brest".
Un segundo golpe hace necesaria la escala
Pero entonces, el jueves 15 de febrero hacia las 08:30h UTC, Le Cléac'h experimentó una repentina rotura del timón central del Maxi Banque Populaire XI frente a la costa brasileña, sin que se sintiera ningún golpe a bordo. "Oí un fuerte "crack", mecánicamente el timón acababa de ceder", explica. "Rápidamente, tuvimos que adaptarnos porque a bordo todo se había vuelto mucho más complicado".
Estas dos averías sucesivas obligan ahora al patrón a hacer esta escala técnica para que el equipo pueda diagnosticar con precisión la situación y estudiar las próximas jornadas posibles para su vuelta al mundo. "Ahora el barco es difícil de controlar, con un solo timón que nos permite gobernar. No nos queda otra opción que suspender la regata y parar", asegura Le Cléac'h.