La estadistica IMOCA planea sobre la flota

Gerard Marín y Ludovic Aglaor no se han alegrado ni un ápice del puesto ganado en la clasificación genearl por el abandono del Foncia, tras la rotura de su mástil, ni la previsble mejora de otro puesto en la tabla por la parada prevista del Central Lechera Asturiana en Ciudad del Cabo.

En el último parte de posiciones, el FMc es el barco del grupo trasero de la regata que más ha recorrido en las últimas 24 horas, recortando distancias con el Hugo Boss y el We Are Water, quines ahora se encuentran a 140 y 60 millas, respectivamente. Si Aglaor y Marín no llegan con mucho retraso a latitudes más al sur, ya fuera de la zona de influencia del anticlón de Santa Helana, podrán asegurarse navegar dentro del mismo sistema de vientos y no quedar descolgados, toda vez que las nuevas puertas de hielo situadas más al norte reducen la opcioón de estrategias y tácticas diferentes.

Esta regata vuelta al mundo sin escalas, a bordo de los veloces IMOCA 60, difícilmente iba a librarse de la estadistica que mantienen estos barcos cuando circunavegan el planeta compitiendo. Las cifras de la Vendée Globe y de la primera edicón de la Barcelona World Race hablan de un 50-60% de barcos que no pueden completar el recorrido. La posibilidad de realizar paradas y continuar, hace que los números de la Barcelona sean más benóvolos con los regatistas oceánicos. Pero no debemos olvidar que en la pasada edición, sólo dos barcos lograron comletarla sin detenrse en “boxes”, y que tres más pudieron reemprender el camino hacia la línea de llegada tras reparar. Salieron 9, llegaron 5, y pero sólo 2 sin parar, el Educación Sin Frontera y ..... el entonces Paprec-Virbac.

Sin haberse cumplido la cuarta semana de esta edición, y apenas “catadas” las borrascas australes, el Président y el Foncia están fuera de combate, mientras el Central Lechera Asturiana anunció problemas en el sistema hidráulico de su quilla basculante, que le obligan a poner rumbo a Ciudad del Cabo, donde tratarán de lamer sus heridas de guerra y continuar luchando. Ojalá no se produzcan más averías comprometedoras en los IMOCA 60 que siguen en regata, pero las “reglas” de un deporte mecánico tan exigente con los materiales y los sistemas empleados no les eximen de sufrir averías. Lo más importante, sin duda alguna, es que no hayan sufrido daños mayores que obliguen a abandonar el barco, y por supuesto, que no han originado lesiones a los regatistas.