"Confía en tus instintos", reflexiona Thomas Coville antes de su gran arremetida final hacia la meta

Durante la que debería ser su última noche de sábado en el mar, Coville se tomó su tiempo para reflexionar sobre algunas de las influencias clave en su extraordinaria carrera, sobre la regata, sobre cómo se siente y sobre algunos consejos para la próxima generación.
Acabo de terminar de escribir con Dominic Vittet, uno de los navegantes que ha trabajado conmigo desde el principio. Como suele ocurrir con él, nos desviamos del tema. Hablamos de los años 90, los años completamente locos, aquellos tiempos formativos que influyeron en el porqué estoy aquí. Encuentros con Jacques Vincent, que está en el Pacífico, al que idolatraba y que es el hermano mayor que me hubiera gustado tener. Estaba la era Primagaz con Laurent Bourgnon y sus dos acólitos: z'Olive, (Olivier Wroczinski) y Martial Salvan, que sigue conmigo. Aquello era realmente otro mundo. A veces, me iba a trabajar para Etienne Jaouen en invierno, y volvía a empezar con Primagaz, con los Tours de Europa y los días locos. Yo era el junior. De vez en cuando, aparecían Jean Troillet o Mike Horn y nos contaban sus historias. Mientras les escuchábamos nos decíamos a nosotros mismos que lo que todos hacíamos era completamente normal. Estas personas transformaron mi vida; estos encuentros dieron un giro de 180 grados a mi vida".
"Esta luna llena me ha hecho pensar en aquellos años locos, los 90 que me trajeron aquí. No teníamos ataduras, ni hijos, podíamos irnos con una bolsa de viaje Esto no es un viaje nostálgico, es un momento tranquilo en el que pienso en todos estos encuentros y en por qué estoy aquí hoy, en medio del Atlántico en un barco increíble."
"Y en esencia esto es un recordatorio para nuestra generación más joven. Una palabra tranquila... Dejad hablar a vuestra intuición. Confía en ella. Deja que sucedan tus encuentros, haz los viajes que te formarán. La vida misma tiene mucha más imaginación que tú. Nunca habría imaginado dar la vuelta al mundo a vela; nunca me habría imaginado estar en un barco volador de carreras".
La regata
"Charles ha salido de las Azores. Es una regata divertida cuando el líder tiene la oportunidad de ir a un hotel mientras espera a que termine una buena ventana y, como buen marinero, sale en el momento justo. Cuidado hombre, porque lo que hay delante es desagradable. Pero sé que Charles lo gestionará bien. Lo han gestionado todo realmente bien. Realmente bien hecho ".
"Para mí, los próximos cuatro días serán decisivos para terminar en una ventana no demasiado dura, espero que un poco como la que Charles ha elegido inteligentemente. Tenemos que deslizarnos entre estas depresiones que son desagradables. Creo que son mis últimos momentos de calma de esta vuelta al mundo".