La subida del viento impulsa a la flota de la Volvo Ocean Race hacia el fin del tormento de las calmas ecuatoriales.
Xabi Fernández: “Hay que pelear metro a metro como siempre, pero está también el factor de suerte, que es incontrolable”. Con el ecuador a apenas 50 millas al Norte de la flota, el semáforo que dará paso a la entrada en los vientos Alisios está a punto de ponerse en verde

Marina Rubicón, Lanzarote (islas Canarias), 11 de enero, 2018.– La flota del Gran Prix del Atlántico ya ha superado la primera noche de travesía y la salida en grupo desde Marina Rubicón que les despidió con un flojo viento del Norte de 8 nudos de presión. Las tripulaciones están en ‘modo de navegación a mar abierto’ y empiezan a distanciarse unas de otras.

Marina Rubicón, Lanzarote (Islas Canarias) 10 de enero, 2018.- La flota del Gran Prix del Atlántico ha tomado la salida rumbo Martinica en la décima edición de la regata atlántica española. En la línea de salida han tomado la largada seis embarcaciones con el objetivo de cubrir las 3.070 millas náuticas, teóricas que separa Lanzarote de la isla caribeña de Martinica con paso previo por el canal de Mindelo en las islas Cabo Verde.

Las angustiosas calmas de los Doldrums, con todos los barcos de la Volvo Ocean Race en un radio de apenas 6 millas (11 km), se convierten en una competición entre tripulaciones para ver quién aprovecha el dron para enviar el contenido más espectacular. Pero estas no se olvidan de lo importante. En el caso del MAPFRE posicionado en la tercera posición de la parrilla de salida mientras espera que el semáforo de los Doldrums se ponga por fin en verde.

Las calmas ecuatoriales del Pacífico y su falta de viento se están cebando con los barcos de la Volvo Ocean Race. Esta pasada noche le ha tocado aguantar estoicamente al MAPFRE. Correderas a cero, anemómetros a cero, mar lisa como el cristal, frustración y paciencia, mucha paciencia.

Marina Rubicón, Lanzarote (Islas Canarias) 9 de enero, 2018.- Los participantes en la décima edición del Gran Prix del Atlántico están listos para la salida que tendrá lugar mañana a las 13 horas rumbo las islas de Cabo Verde, para dejar por estribor la isla de San Antonio y tomas rumbo Oeste destino la isla de Martinica.

La enorme compresión en la cabeza de la flota y la separación lateral se transforman en un baile en el liderato, por el que también ha pasado el MAPFRE. Así mismo la flota entra ya de lleno en las calmas ecuatoriales; donde tripulaciones tendrán que cargar las pilas de la paciencia y los silos de energía para superar las condiciones de locos de esta zona del planeta: rachas sueltas, nubes, chubascos… En definitiva, un panorama complicado en el que, muchas veces, no hay mucho que las tripulaciones puedan hacer.

El viento cae mientras la flota se acerca a las islas Salomon y al Ecuador, lo que ha provocado una gran compresión de las diferencias entre los barcos.
Sexto día de etapa y en la mentes de los equipos está el minimizar las posibles consecuencias negativas de las condiciones tan inestables que atraviesa la flota.
A 700 millas del ecuador la zona de inestabilidad juega su papel que puede ser fundamental en el desarrollo de la Malbourne-Hong Kong.

Los líderes de la Etapa 4 resisten el ataque del MAPFRE a solo 200 millas de las Islas Salomón, donde el viento bajará drásticamente.
“Ahora estamos navegando en unos alisios muy agradables. Quizás esta noche tengamos un par de nubes como la última noche y ahí tendremos que estar muy atentos, intentando adaptarnos rápidamente porque en esa situación las ganancias y pérdidas son un poco más grandes, así que hoy se trata de sacar hasta la última gota de velocidad del barco, seguimos aprendiendo todo el tiempo y por el momento vamos bien, manteniendo el contacto con los que están al frente” - Blair Tuke, trimmer/caña del MAPFRE

El equipo español ha sido el gran animador en las últimas 24 horas, con el Dongfeng manteniendo una exigua ventaja en el liderato
La pasada noche la flota dejaba atrás el mar de Tasmania para adentrarse oficialmente en el mar del Coral. Situado al noroeste de Australia es conocido por albergar el mayor arrecife coralino del mundo con más de 2.600 km de largo: la Gran Barrera de Coral, Patrimonio de la Humanidad desde 1981.