El Pirineo oscense celebró el pasado fin de semana las Jornadas Nacionales de Buceo Bajo Hielo y en Altitud.
El balneario de Panticosa, y el ibón de Baños.fue el punto de reunión y donde se han llevado a cabo las prácticas de inmersión.
El curso impartido en los Pirineos ha sido de alto nivel. Entre los alumnos se encontraba personal del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencia (UME) del Ejército.
Cuando se bucea bajo el hielo con ocho grados bajo cero de temperatura exterior hay que tener en cuenta algunas precauciones más que en el submarinismo de aguas templadas. Lo principal es el traje, que debe ser seco, es decir, que no permita en absoluto la entrada de líquido. Puede estar fabricado de neopreno, en cuyo caso se espesor será de unos siete milímetros, o ser del tipo trilaminado, una especie de lona fina que protege de las bajas temperaturas. También es importante incorporar un 'kit' de aguas frías al regulador de oxígeno.
La técnica varía con respecto al buceo en aguas templadas. Se parece algo, al buceo en cavernas, ya que en ambos es necesario contar con una larga experiencia y un buen conocimiento de los equipos específicos, así como disponer de un gran temple y un buen nivel en orientación subacuática. No hay que olvidar que el buceador entra y sale del agua por un pequeño agujero, y el resto del tiempo va por debajo del hielo, una capa compacta que es imposible quebrar. De ahí que esté prohibido adentrarse en el agua solo. Siempre hay que hacerlo en grupo y unidos por un cabo que alguien sujeta en la superficie. Existe incluso un código específico. «Un tirón significa que todo va bien, dos que necesitas más cuerda, y varios tirones consecutivos que te saquen de rápidamente del agua».