El cambio climático modifica la vida en los océanos
Un nuevo chequeo para conocer la salud de la Tierra realizado por la NASA y la Administración meteorológica de Estados Unidos (NOAA) revela que el escalón más bajo de la cadena alimentaria de los océanos está disminuyendo. En los últimos 20 años, las concentraciones de fitoplancton se han reducido hasta un 30 por ciento en los océanos septentrionales.
Científicos de la NASA y de la Administración meteorológica de Estados Unidos (NOAA) afirman que las temperaturas más cálidas en los océanos y unos vientos más debilitados han privado a las pequeñísimas plantas oceánicas de sus necesarios nutrientes. No obstante, no se atreven a asegurar si estos cambios observados en las concentraciones de fitoplancton obedecen a variaciones climáticas a corto o largo plazo. Lo que sí está claro es que toda la cadena alimentaria en los océanos depende de la salud y productividad del plancton, un conjunto de organismos vivos microscópicos que están suspendidos a la deriva y sirven como alimento esencial a muchos habitantes de los mares.
Sin embargo, los datos obtenidos por la NASA y NOAA a través de imágenes captadas por satélite demuestran que los animales marinos que habitan en los océanos septentrionales disponen de menos alimentos, mientras que las especies del Ecuador «nadan» en la abundancia, según señaló Watson Gregg, del Centro de Control de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, que ha realizado el estudio junto con Margarita Conkright, investigadora de NOAA.
Los investigadores compararon dos series de imágenes de satélite -una desde 1979 a 1986 y otra de 1997 a 2000- que medían los niveles de clorofila, el pigmento verde de las plantas que absorbe los rayos del sol para obtener energía durante la fotosíntesis. Las primeras imágenes provenían del satélite Nimbus-7 y las segundas del OrbView-2.
Los resultados de comparar ambas series de imágenes y datos indican que el fitoplancton en el norte del océano Pacífico se ha reducido durante el verano (de julio a septiembre) en torno a un 30 por ciento desde principios de los años 80 hasta la actualidad, mientras que la mengua en el norte del océano Atlántico ha sido del 14 por ciento en el mismo periodo. Además, la concentración de plancton en verano creció un 50 por ciento en el norte del océano Índico y en el Atlántico ecuatorial. Incluco en grandes áreas del Índico se han registrado incrementos sustanciales de plancton durante todas las estaciones del año. «Ésta es la primera vez que realmente estamos hablando de la clorofila del océano y enseñando que la biología oceánica está cambiando, posiblemente por el cambio climático», dijo Conkright.
El fitoplancton florece cuando recibe una luz solar óptima y los nutrientes de las capas más bajas del océano se mezclan en la superficie. Temperaturas más altas en la superficie del mar pueden reducir la disponibilidad de nutrientes, al crearse una masa caliente de agua en la superficie que impide la mezcla con el agua más profunda y fría, rica en nutrientes. Durante todo el año, los vientos pueden revolver las aguas de las superficie, creando una corriente ascendente de los nutrientes, para que se mezclen. Por tanto, una reducción en los vientos puede también limitar la disponibilidad de nutrientes.