Vísceras de pescado convertidas en comida sana.
Los productos secundarios del sector de captura y de la acuicultura son recursos valiosos, siempre y cuando se manipulen adecuadamente desde el principio y se elaboren correctamente.
Convertidos en aceite de pescado, aditivos de pescado o materias primas para el sector fabricante de cosméticos, los "desperdicios" del sector marino podrían convertirse en un producto muy demandado.
Hoy en día, el sector acuícola tiene que pagar para deshacerse de las vísceras de pescado, pero, según SINTEF (la Fundación para la Investigación Científica e Industrial del Instituto Noruego de Tecnología), existen medios alternativos y potencialmente rentables de elaborar las vísceras y los recortes de pescado.
"Los compradores alemanes incluso han sugerido que los productos secundarios del sector pesquero podrían llegar a valer más que el propio pescado", señala Jan Buljo, de Gestión Industrial de SINTEF, que dirige el proyecto Uso de los productos secundarios del sector de captura y acuícola. La materia prima implicada son las vísceras, las cabezas y las espinas del pescado, además de las conchas y las vísceras de cangrejo y mariscos.
El gerente Buljo se refiere a los cálculos que indican que el coste actual de NOK 0,50 el kilo se podría convertir en ganancias de NOK 30 a NOK 80 el kilo después de las operaciones de transformación. Sin embargo, esto requeriría la cooperación del propio sector además de la de los compradores, inversión y maquinaria y una subida de los niveles de conocimientos específicos. La materia prima también se tiene que manipular correctamente. En estos momentos, los productos secundarios se vuelcan directamente en contenedores antes de añadírseles ácido fórmico como producto conservante. Si se explotaran completamente recursos de este tipo, los productos secundarios se tendrían que clasificar y tratar de inmediato, porque se echan a perder muy rápido.
Los productos más fáciles de extraer son los aceites y las harinas de pescado. Los aceites marinos son ricos en enzimas y minerales y tienen gran demanda en las industrias farmacéuticas, de cosméticos y alimentos saludables; mientras que las harinas de pescado se pueden usar como potenciadores de sabor, suplementos alimentarios o alimentos para animales. La harina de pescado también se usa como alimento de último recurso en zonas catastróficas o en guerra.
"Hay muchos retos. Las materias primas necesitan un proceso de logística eficiente y el sector deberá demostrar que quiere invertir. Sin embargo, ya estamos viendo un creciente interés en este mercado y creemos que los productos secundarios del pescado pueden convertirse en una parte importante del sector marino", constata Buljo.
Uso de los productos secundarios del sector de captura y acuícola es un proyecto de Innovación Regional (Reginn) financiado por el Consejo Noruego de Investigación, en el que participan el sector marino, varios organismos públicos y grupos de investigación de Gestión Industrial de SINTEF, Allforsk, y Pesca y Acuicultura de SINTEF.