Un oso polar sin casa pide a Solbes y a Espinosa compromisos con el clima
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, ante la celebración mañana del Consejo de Ministros europeos de Economía en Bruselas. De esta forma simbólica, la organización ecologista ha querido recordar a los ministros los impactos del cambio climático ya evidentes y pedirles un compromiso firme de actuación inmediata y efectiva.
"El oso polar simboliza los impactos del cambio climático en el planeta, incluida la pérdida del habitual medio de vida, las cosechas o la seguridad alimentaria. Todos estamos expuestos a estos efectos pero, paradójicamente, las consecuencias más inmediatas y más graves van a darse en los países que son menos responsables del problema, a los que debemos apoyar económicamente" ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña Bosques de Greenpeace. "La Unión Europea es uno de los principales responsables de la crisis climática y ha llegado el momento de que asuma su responsabilidad".
Greenpeace pide al ministro de Economía que, en el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) que se celebra mañana, apoye un compromiso europeo de destinar 35.000 millones de euros anuales, aproximadamente, para 2020 a la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo. Estas cifras han sido determinadas en función de la responsabilidad histórica y de la capacidad económica de cada país, según lo cual España tendría que aportar 2.700 millones de euros.
Esta cantidad contribuiría a la cifra global de 110.000 millones de euros que, según la organización, debe aportar el conjunto de países desarrollados y que se desglosaría de la siguiente forma:
- 40.000 millones de euros (anuales para 2020) en apoyo al desarrollo de energías limpias;
- 30.000 millones de euros (anuales para 2020) para reducir la deforestación y sus efectos en las comunidades locales;
- 40.000 millones de euros (anuales para 2020) para ayudar a las comunidades en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático.
En opinión de Greenpeace, estos fondos públicos deberían obtenerse mediante el establecimiento de un nuevo mecanismo financiero basado en la obligación de los estados de pagar por sus emisiones de CO2.
"En España la crisis económica no es una excusa para evitar los compromisos anteriores. Apoyar un mecanismo financiero que proporcione fondos públicos para el impulso de las energías renovables en los países en desarrollo es asegurar el crecimiento y el empleo en uno de los sectores clave para salir de la crisis, tal y como ha declarado el presidente de Gobierno", ha afirmado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace.