OCEANA PROPONE PROTEGER EL 15% DE LA SUPERFICIE MARINA CANARIA
La propuesta implica multiplicar por 100 el área protegida en la actualidad para cumplir así con la legislación europea y los compromisos adquiridos ante la ONU
Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, Oceana ha filmado por primera vez lugares inexplorados del archipiélago, incluyendo profundidades de hasta 700 m
La organización internacional de conservación marina Oceana ha presentado hoy una propuesta para proteger el 15% de la superficie marina de las aguas españolas en Canarias. El total de las zonas señaladas por Oceana en su informe, como parte de un proyecto que se ha desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, asciende a unos 74.000 km2. Esta extensión, sumada a la red de áreas marinas existente en el archipiélago, supondría proteger un área 100 veces mayor que el 0,15%[1] actual y permitiría cumplir lo establecido por la legislación internacional.
La iniciativa ha sido presentada esta mañana en la sede de la Fundación Biodiversidad. “La propuesta de Oceana da respuesta a las exigencias de la Unión Europea”, señala Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa. “Tras evaluar la Red Natura 2000 en Canarias, la Comisión Europea ha determinado que la red de áreas marinas existente en el actualidad no garantiza la protección de ninguno de los hábitats y especies marinas presentes en Canarias que la Directiva Hábitats obliga a proteger y por lo tanto, dicha red debe ser ampliada”.
Por ello, los gobiernos español y canario deben crear nuevas zonas protegidas que subsanen estas deficiencias y permitan la conservación efectiva del delfín mular, las tortugas boba y verde, las cuevas submarinas, los bancos de arena (donde se desarrollan importantes sebadales) y sobre todo, los arrecifes, ya que en la actualidad no existe ninguna zona designada específicamente para su protección.
La iniciativa de Oceana supondría crear una red coherente de Áreas Marinas Protegidas (AMP) que permitiría no solo cumplir con la legislación europea, sino también dar protección a numerosas especies y hábitats que actualmente no cuentan con ningún tipo de gestión enfocada a su conservación. Así, por ejemplo, se incluyen muchas especies amenazadas como la gorgonia blanca, el caballito de mar, el mero gigante, los tiburones de profundidad, las tortugas marinas y algunas ballenas, como la azul y la franca.
Las medidas de conservación propuestas en el informe de Oceana tienen además un efecto multiplicador. “La protección de áreas marinas facilita la reproducción y sirve de resguardo a numerosas especies marinas, muchas de ellas de interés comercial”, explica Ana de la Torriente, científica marina de Oceana. “Como ya se ha comprobado en algunos lugares protegidos del archipiélago, se produce un ‘efecto reserva’ que genera mayor abundancia de peces y de mayor tamaño en los alrededores, lo que beneficia al sector pesquero y al mismo tiempo controla el crecimiento del erizo diadema, una de las grandes amenazas que existe en el archipiélago”.
La obligación de crear áreas marinas protegida no sólo viene dada por la Directiva Hábitats, sino también por el Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas, que exige la conservación eficaz de, por lo menos, el 10% de cada una de las regiones ecológicas marinas y costeras del mundo para el 2012, fecha que ha sido pospuesta para el 2020 en la última reunión de la Conferencia de las Partes celebrada en Nagoya (Japón) ante la falta de cumplimiento de los países.
Oceana propone además en su informe otras medidas enfocadas a la gestión adecuada de los recursos marinos y la conservación de los ecosistemas marinos:
- Proteger especies y hábitats de gran importancia ecológica y amenazados como los sebadales (Cymodocea nodosa) mediante su inclusión en el Catálogo Canario de Especies Protegidas y desarrollar medidas específicas de gestión que eviten su continua regresión.
- Convertir las aguas canarias en un santuario de tiburones, rayas y quimeras.
- Reducir la presión pesquera sobre los recursos sobreexplotados y mejorar los sistemas de control y registro de esta actividad.
- Prohibir cualquier tipo de sondeo exploratorio destinado a las explotaciones de petróleo y gas en las costas canarias.
- Fomentar y desarrollar las energías renovables de las islas, como las energías del viento y de las olas.
Durante 2009, a bordo del catamarán Oceana Ranger, la organización internacional de conservación marina realizó una expedición de 2 meses de duración en el archipiélago canario, documentando los fondos marinos hasta los 700 metros de profundidad. Para ello, submarinistas profesionales equipados con cámaras de fotos y video realizaron inmersiones poco profundas cerca de costa, mientras que en zonas profundas y en montañas submarinas alejadas, como en los banco de Amanay y Banquete o en las montañas del Sáhara, al sur del archipiélago, Oceana utilizó un robot submarino (ROV) para grabar las especies y hábitats marinos existentes.
Para el análisis de la información y la identificación de las especies documentadas Oceana ha contado con la colaboración de expertos y científicos del archipiélago que consideran imprescindible el desarrollo de medidas de protección como las que propone Oceana.
A través de la expedición se aportó información inédita sobre lugares hasta ahora inexplorados, se documentaron unas 500 especies marinas diferentes, algunas registradas en aguas canarias por primera vez, como el pez armado, algunos corales negros y la ostra gigante y se recopiló información sobre hábitats de gran importancia como los formados por briozoos, esponjas, gorgonias y corales. Todo ello, junto a una extensa bibliografía, se ha incluido en Islas Canarias, Propuesta de Áreas Marinas de Importancia Ecológica, informe extenso que ha sido producido gracias al apoyo de EUROPARC España.