OCEANA PIDE DETENER LA SOBREXPLOTACIÓN DEL PEZ ESPADA EN EL MEDITERRÁNEO
La sobreexplotación ha llevado al stock a un 50% de los niveles sostenibles
Oceana subraya en ICCAT que hasta un 70% de las capturas se compone de juveniles
La organización internacional de conservación marina Oceana ha hecho un llamamiento a las Partes Contratantes de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) para que tomen medidas que frenen la drástica sobreexplotación del pez espada del Mediterráneo. En la 22ª Reunión Ordinaria de la Comisión, que continúa en Estambul esta semana, Oceana está pidiendo a los 48 Estados que participan que pongan fin a esta pesquería no regulada y de acceso libre, en la que se capturan hasta un 70% de juveniles
Entre las medidas que Oceana propone se incluyen:
El establecimiento de límites de captura según las recomendaciones de los científicos.
El establecimiento de una talla mínima y medidas técnicas para evitar la captura de juveniles.
Un sistema coherente de autorizaciones de pesca y planes de reducción de capacidad.
Un sistema de sanciones que asegure la declaración de capturas y el fin de la pesca con redes de deriva.
María José Cornax, responsable de pesca en Oceana Europa, declara: “La gestión del stock Mediterráneo de pez espada ha sido considerada como una caja de Pandora que nadie quería abrir. Mientras tanto, la sobreexplotación se incrementaba y la pesca ilegal se toleraba. La ausencia de gestión pesquera es un endemismo en el Mediterráneo, y el pez espada no es una excepción. ICCAT ha de adoptar medidas apropiadas que recuperen esta especie y aseguren una gestión sostenible a largo plazo”.
Unas 13.000 embarcaciones pertenecientes a 13 Estados han sido declaradas como activas en la pesca del pez espada, aunque se sospecha que existen algunos países que también desarrollan la pesquería pero que no declaran sus capturas. A diferencia del stock Atlántico, los gestores han ignorado la situación en el Mediterráneo. La pesca ilegal con redes de deriva continúa 8 años después de que ICCAT prohibiera su empleo. En los últimos cinco años, Oceana ha documentado la pesca ilegal con redes de deriva en países como Italia, Marruecos y Turquía.
“El pez espada Mediterráneo no puede esperar diez años más para tener una gestión adecuada”, concluye Cornax. “Si hemos aprendido algo del atún rojo, es que si no se gestiona hoy lo podríamos perder mañana”.
Oceana también trabaja en ICCAT para la protección de especies vulnerables de tiburones incluyendo tortugas marinas, cetáceos y aves, capturados en estas pesquerías.