GREENPEACE denuncia en la Torrel del Oro los efectos del cambio climático en el turismo
La organización señala al sector turístico español como una de las víctimas de la crisis del clima, cuyos impactos se suman a los de la crisis económica
Activistas de Greenpeace han escalado esta mañana la Torre del Oro (Sevilla) para poner de manifiesto que la crisis del clima no sólo afecta a los ecosistemas de la península ibérica, sino también a la economía española y han señalado al sector turístico como una de las principales víctimas. De ahí que Greenpeace haya elegido la Torre del Oro ya que es uno de los principales emblemas de Sevilla con mayor afluencia de turistas. Efectivos de la policía han bloqueado el despliegue de un gran pancarta de 70 m2 que, con el mensaje "cerrado por cambio climático", los escaladores intentaban descolgar de la Torre del Oro.
En España, que está dentro de la zona más vulnerable al cambio climático, este sector genera unos 70.000 millones de euros al año, equivalentes al 8% del PIB. Debido al aumento del número de días con temperaturas excesivamente elevadas, a la escasez de agua y a la proliferación de olas de calor, ya se están produciendo alteraciones en el turismo. "Varios estudios científicos documentan la pérdida generalizada en España del índice de confort ambiental relacionado con el turismo, particularmente en el sur, y todo indica que este descenso excederá en verano los límites de lo deseable", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace.
En Andalucía, los impactos del cambio climático provocados por el aumento de temperaturas ya están afectando a los principales destinos turísticos de interior (Córdoba, Sevilla, Granada, Úbeda, Baeza) y las previsiones para mitad de siglo no son nada optimistas. A lo anterior debe añadirse la subida del nivel del mar (con previsiones de hasta 12 cm hacia mediados de siglo) y la escasa disponibilidad de recursos hídricos, especialmente en verano, cuando la afluencia turística es mayor, lo que pone en serio riesgo las infraestructuras costeras y el turismo costero, que en España representa el 80% del total.
La organización ecologista ha destacado que, de acuerdo con la evaluación realizada por la Junta de Andalucía, las provincias más afectadas por este fenómeno serían Huelva (vulnerabilidad media), Almería (vulnerabilidad alta) y Cadiz y Málaga (de vulnerabilidad alta a muy alta). Y, teniendo en cuenta que el sector turístico representa el 11% del PIB regional1, Greenpeace considera que estos impactos tendrán gran repercusión en la economía andaluza.
Ante estos datos, Greenpeace pide al Gobierno español que contribuya a la dinamización de las negociaciones internacionales que se están celebrando desde el pasado lunes en Bonn, en la reunión preparatoria de la cumbre internacional sobre cambio climático de finales de año. "Los países industrializados están negándose a concretar sus objetivos de reducción de emisiones y a negociar acerca de los fondos públicos que deben aportar, en pago de su responsabilidad en la crisis climática, para permitir que los países en desarrollo sean capaces de asumir los compromisos que el acuerdo internacional les requiera".
Además, la Organización señala a España como un buen ejemplo de la falta de compromiso con los objetivos asumidos en Kioto: "mientras el Gobierno se escuda en la crisis económica para no aportar los fondos públicos necesarios para la lucha contra el cambio climático a nivel internacional, planea invertir una cantidad equivalente en la compra de derechos de emisión. Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzan en España casi el triple del límite permitido y comprar el derecho a emitir no es la solución, hay que reducir drásticamente las emisiones a nivel interno cuanto antes si queremos evitar los peores efectos del cambio climático, tanto a nivel económico como ambiental" ha concluido Vila.