BALEARS DEBE CAMBIAR SU GESTIÓN PESQUERA PARA CONSEGUIR QUE ESTA RESULTE RENTABLE
Pese al aumento de la capacidad extractiva de la flota balear, los desembarques de pescado llevan setenta años estancados por la sobreexplotación de los stocks
Oceana ha elaborado un proyecto integral de pesca responsable para las Illes Balears con propuestas para mejorar el ecosistema marino y la pesca
La actividad pesquera podría ser más rentable y garantizar la supervivencia del sector en las Illes Balears cambiando el modelo de gestión pesquera actual, según un proyecto de pesca responsable elaborado por Oceana. La organización internacional de conservación marina señala que Balears se encuentra en un momento crucial y que las decisiones que se tomen en los próximos años marcarán la diferencia entre continuar reduciendo el tamaño de los stocks y dañando el medio ambiente o, por el contrario, compatibilizar conservación marina y empleo.
Oceana señala que si se deja a los stocks recuperarse y se eliminan las prácticas destructivas, en unos años los pescadores obtendrán mayores capturas empleando prácticas sostenibles. Esta es la conclusión que se extrae tras analizar datos históricos de capturas desembarcadas, la composición de la flota actual y las evaluaciones científicas de los stocks.
Así, sorprende que desde los años 40 del siglo pasado las capturas pesqueras se hayan mantenido estables en Balears, a pesar de que hoy existe una tecnología muy superior y se pesca en lugares antes inimaginables. En aquella época, las embarcaciones tenían una potencia media de 3CV, mientras que ahora los barcos declaran una media de 77CV y su potencia real suele ser superior en un 80% de las ocasiones. De hecho, muchos arrastreros sobrepasan ilegalmente el límite de 500 CV establecido por la normativa, pudiendo llegar a 1.000 CV.
Sin embargo, este aumento de potencia no se ha traducido en mayores capturas, ya que estas se mantienen entre 3.000 y 4.000 toneladas anuales desde hace más de medio siglo. La razón es que los stocks pesqueros son ahora menores que entonces.
En el caso del arrastre de fondo, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, dependiente de la FAO (Organización para la Alimentación de las Naciones Unidas) ha señalado que todas las especies objetivo de la pesca de arrastre analizadas en el Mar Balear se encontraban sobreexplotadas en 2010, lo que supone que sus poblaciones disminuyen año tras año porque su ritmo de reproducción no puede compensar la presión pesquera. Esta situación afecta a la merluza, el salmonete de roca, el salmonete de fango, la cigala, la gamba roja y la gamba blanca.
“Las capturas pesqueras en las Illes Balears comenzarán a declinar a medio plazo si no disminuye el actual ritmo de explotación para permitir que los stocks se recobren”, advierte Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. “El mar no es inagotable. La pesca ya está en crisis y será una actividad cada vez menos rentable si no hay compromiso firme desde la Administración y los propios pescadores para actuar ahora y reducir la presión sobre los recursos. Al ritmo actual, se está poniendo en peligro una tradición cultural y social de gran raigambre en Balears y haciendo un daño al medio ambiente que puede ser irreversible”.
La disminución de la presión pesquera permitiría que los stocks se recuperaran y alcanzaran un tamaño óptimo, algo que debe lograrse en 2015 de acuerdo con los acuerdos adoptados en 2002 en la Cumbre de Johannesburgo. Una vez que se alcance este Rendimiento Máximo Sostenible, el siguiente paso es establecer medidas de gestión sostenibles para así garantizar el mantenimiento a largo plazo de los recursos y de las pesquerías asociadas.
La propuesta completa de Oceana, que se irá dando a conocer en las próximas semanas, incluye aspectos como la reducción de los descartes en la pesca de arrastre y la restricción de esta a hábitats que no sean sensibles, la recuperación de artes de pesca selectivas usadas en la pesca artesanal, la creación de un área para proteger el atún rojo, la adecuación del número de licencias de pesca recreativa a los recursos existentes y la creación de una red de áreas marinas protegidas representativa y que cubra el 30% del promontorio balear.
“Estamos a tiempo de detener esta tendencia que lleva al agotamiento de las pesquerías del Mar Balear”, concluye Pastor. “Oceana propone sustituir un modelo de gestión enfocado a obtener las máximas ganancias a corto plazo por otro con vistas a futuro, en el que se respeten los hábitats y los puestos de trabajo en la pesca, y se dé a las especies la oportunidad de reproducirse. Pescar menos hoy significará capturar más mañana”.