Comportamiento de la Trucha
Sospecho que nunca fue tan perseguido este pez como lo es en la actualidad y que jamas paso momentos tan críticos.
La regresión que hoy sufren las truchas, se debe en gran parte a que las industrias contaminan con sus vertidos las aguas, y los embalses matan o secan las frezas. El medio en el que viven (que siempre fue titulado como “fuente de vida”), es hoy basurero de ciudades y fabricas. Por otra parte, la gran afluencia de pescadores, lo queramos o no, diezma de forma alarmante la cantidad de peces.
Con este panorama tan poco atractivo, tienen que enfrentarse los pescadores de río ante un animal que ha evolucionado más en los últimos años que durante siglos. Un claro ejemplo de ésta rápida adaptación es el recelo de estos animales ante muchos de los señuelos usados en su pesca.
La trucha no es un animal que aprenda con facilidad, somos los pescadores con nuestros errores diarios de pesca, quienes la enseñamos.
Entre las muchas referencias que se han escrito para demostrar este proceso, hay una muy significativa, breve y contundente, que demuestra lo absurdo de nuestro comportamiento al pescar.
Le preguntaba un pescador a otro, el porqué de sus éxitos en la pesca, si los dos pescaban con el mismo cebo y en el mismo río.
La respuesta fue inmediata.
¿Si tu vieras que una manzana al caer de un árbol en lugar de rodar ladera abajo lo hiciera ladera arriba, la tomarías para comer?.
No cuenta la historia si el pescador que preguntaba entendió el mensaje, pero deja claro que las cosas raras... no pescan.