Ecologistas se oponen a la celebración del campeonato andaluz de Pesca Submarina en el litoral granadino

Los acantilados de Calahonda y Castell de Ferro acogerán el próximo fin de semana el Campeonato de Andalucía de Pesca Submarina, organizado por el Club de Pesca Cabo Sacratif y apoyado por la Entidad Local de Torrenueva.

Desde que se dio difusión a la convocatoria, se han movilizado la mayoría de asociaciones de actividades subacuáticas (entre ellas Buxus y AUA, de la Universidad de Málaga), que en un comunicado, criticaron que las administraciones pongan en marcha iniciativas para proteger la fauna y flora de este tramo de la costa granadina y a la vez permitan la celebración de esta competición que, según aseguraron, ha sido rechaza con anterioridad en otras provincias andaluzas.

También han visto "incongruente" que desde la Administración autonómica y central se tomen medidas para mantener los recursos pesqueros y a la vez se permitan este tipo de competiciones deportivas, "única actividad" que se realiza en el mar que no está sujeta a paros biológicos o vedas como la pesca en ríos y lagos, y la pesca profesional".

Por todo ello, han pedido que no se autorice la celebración del campeonato o, en caso de hacerlo, se vigile con especial ahínco el cumplimiento de la legislación en cuanto a tallas mínimas y la prohibición de vender el pescado capturado de forma deportiva, ya que a su entender es una técnica para "esconder una verdadera pesca profesional pero sin limitaciones".

Francisco Bautista, miembro de AUAS (Asociación Universitaria de Actividades Subacuáticas de la Universidad de Málaga), aclara que no está en contra de la pesca submarina pero sí de que se celebre en esta zona, que desde 2009 es una zona LIC (Lugares de Importancia Comunitaria), es decir, "ecosistemas protegidos considerados prioritarios por la UE, seleccionados por los diferentes países en función de un estudio científico, que a su vez pasarán a formar parte de las Zonas de Especial Conservación que se integrarán en la Red Natura 2000 europea". Los clubes subacuáticos, especialmente sensibilizados con este tema, creen que se ha aprovechado un vacío legal para celebrar este certamen y que en el futuro, si se esquilman los fondos, ya no habrá nada que proteger.
Enrique Robles, de AUAS, cree que del 14 al 16 de mayo esta zona marina se llenará de "un montón de gente con fusiles, los mejores de Andalucía, esquilmando durante un par de días todo lo que se mueve". El último Aula del Mar celebrada en Andalucía también se ha pronunciado en contra de este torneo.
Según un biólogo y un veterinario que también se unen a la oposición a este campeonato, "es una incongruencia por parte de la Administración que se pongan en marcha medidas para la protección de nuestra fauna y que por otro lado se permitan campeonatos de este tipo que hacen perder lo poco avanzado".
José Rubia, de Ecologistas en Acción, lamenta que se vaya a "limpiar" una zona en la que no llegan los arrastreros y se extraña de que nadie haya preguntado a buceadores conocedores de la zona para haber hecho un estudio previo y determinar qué especies pueden ser capturadas y cuáles no.
"Entre Calahonda y La Rijana hay una comunidad de congrios y de meritos que gracias a que este invierno ha sido crudo y no se ha podido salir a pescar se ha podido desarrollar y que, en condiciones normales, podrían desovar, algo que con este campeonato se puede ver amenazado".
La asociación ecologista también dice que "no deja de resultar paradójico que, al parecer, asociaciones como la que organizan este desagradable evento sean subvencionadas por las Consejerías de Agricultura y Pesca, y por la de Medio Ambiente". Además, se quejan de que este club no tenga una sede física adonde poder dirigirse.
Buxus asegura que "según hemos tenido conocimiento, este campeonato ha intentado llevarse a cabo en otras provincias andaluzas pero la oposición de grupos locales conservacionistas y de las administraciones lo ha impedido. Sólo en nuestra Costa, lamentablemente, ha encontrado el apoyo de alguna administración local menor y la complacencia de la administración autonómica".
Por último, las asociaciones piden que si al final llega a realizarse, se debe vigilar con especial ahínco el cumplimiento de la legislación en cuanto a tallas mínimas y a la prohibición de la venta del pescado capturado, ya que en ocasiones esta modalidad deportiva esconde "verdadera pesca profesional pero sin las limitaciones y controles que se le exigen a los pescadores".