Pescadores de salmón ganan lucha contra pesticidas
La Federación de Asociaciones de Pescadores de la Costa del Pacífico (PCFFA) está celebrando lo que considera una victoria importante en la lucha para obligar a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) a cuidar los retornos de peces comerciales en vías de extinción en los Estados Unidos.
Glen Spain, director regional del noroeste de la PCFFA, anunció esta semana que la federación y sus aliados habían ganado unas partes importantes de un juicio contra la EPA, para obligarla a considerar, junto con el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas, un total de 55 pesticidas que se cree son responsables del descenso de las pesquerías comerciales a lo largo de la costa oeste de los EEUU. Spain afirmó que los demandantes en el juicio celebrado hace un año utilizaron unos documentos gubernamentales para demostrar que la EPA había autorizado los pesticidas nombrados para su utilización en las líneas divisorias de las aguas, donde pueden afectar al retorno de peces incluidos en las listas del Acta de Especies en Extinción, y todo sin consultar al NMFS sobre el impacto generado. El resultado, según Spain, es que los ríos que llegan a la costa están registrando niveles de pesticidas bastante por encima de los estándares fijados por la EPA. Nombró en particular al río Willamette, en el estado de Washington, a la zona del estado de Puget Sound y al valle central de California, conocido por su masivo comercio agrícola. Spain manifestó que la PCFFA considera que los pesticidas son "otro insulto" o asalto a los retornos de salmón, que ya han sufrido el daño de otros impactos, tales como la desviación excesiva de la irrigación y las bajas corrientes. Aseguró que no es posible decir sólo cuánto daño han hecho los pesticidas, pues los efectos son, con frecuencia, irreversibles, pero aseguró que la viabilidad de los retornos que habían dejado otros impactos era dañada por los efectos conocidos de los productos químicos, que pueden alterar el apareamiento y las pautas de comportamiento, causar todo tipo de defectos y deformidades, e incrementar la infertilidad reproductiva. Todo esto, continuó diciendo, impacta de manera indudable en las poblaciones y en los retornos de los peces, que, por tanto, dañan a las cosechas de salmón y al sector comercial pesquero, y, en consecuencia, a todos aquellos que dependan de estos sectores. "No vais a ser testigos de muchos peces muertos en un solo momento, pero se va a registrar a largo plazo una menor supervivencia de las poblaciones", manifestó, añadiendo que la EPA reconocía los problemas que los productos químicos podían provocar en los peces y, por esta razón, poseía unos estándares acuáticos federales por los que se regía. Spain dijo que este juicio no había resultado exitoso en todos los aspectos, pero que la PCFFA y sus socios ganaron todos los asuntos principales, incluyendo los argumentos sobre las obligaciones de consulta, el incumplimiento de estas consultas y la lista de pesticidas que la EPA, como agencia federal, debería, desde hace años, haber consultado con el NMFS, como resultado de la ESA. Por último, Spain indicó que esperaba que se realizara la consulta requerida para decidir qué pesticidas iban a ser permitidos, dónde, y qué medidas se iban a imponer para mitigar los destrozos, tales como las zonas parachoques, que deben ser consideradas para proteger a las poblaciones de salmón.