Los productores de caviar suspenden la pesca del esturión
El caviar del Caspio (casi 800.000 pesetas el kilo) va camino de convertirse en un bien aún más inasequible. Los tres grandes países productores de caviar, Rusia, Azerbaiyán y Kazajistán, se han comprometido a suspender la pesca del esturión hasta fin de año para evitar la desaparición de la especie, gravemente diezmada en el mar Caspio a causa de las capturas ilegales, que representan entre 10 y 12 toneladas de pescado por cada tonelada pescada legalmente. Un cuarto productor, Turkmenistán, tiene que confirmar aún si acepta el compromiso.
El acuerdo, que puede tener un gran impacto en el precio del caviar, se anunció ayer en París tras una reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES), patrocinada por la ONU, y del que forman parte 120 países. Esta reunión se vio precedida de otra en Ginebra, en la que se amenazó con restringir drásticamente las exportaciones de caviar desde los Estados infractores si no ofrecían garantías de control suficientemente eficaces.
El acuerdo adoptado finalmente en la capital francesa cuenta con el compromiso de tres de las repúblicas ribereñas del Caspio: Rusia, Azerbayán y Kazajistán, además de la decisión, pendiente todavía, de Turkemenistán. Al quinto gran país productor, Irán, no le afecta el acuerdo por estimarse que ya dispone de un sistema suficientemente correcto de gestión del comercio de esturión. Los cinco países ribereños del Caspio representan el 90% del comercio mundial de caviar.
El pacto no implica una suspensión del comercio internacional del caviar, porque a los cuatro países afectados se les permite continuar exportando la cosecha ya almacenada, en función de las cuotas fijadas para el año en curso. El compromiso de París supone también que los cuatro países acuerden el reparto de cuotas de exportación para 2002, bajo amenaza de embargo total en caso de que no lo hagan.
Pero la clave es si el compromiso será suficientemente eficaz para combatir las capturas y el comercio ilegales de huevas de esturión. Sólo en Rusia, el comercio realizado en condiciones legales representa 8.000 millones de pesetas al año, frente a 100.000 millones de pesetas que mueven las capturas ilegales. En el mar Caspio han proliferado las 'organizaciones criminales', cuyas capturas de esturiones representan cantidades 'once o doce veces superiores a las legales', según informó ayer Willem Wijnstekers, secretario general de CITES, la entidad en cuyo marco se ha producido la reunión internacional.
El estallido de la Unión Soviética destrozó el sistema de control de almacenamientos de pescado, que hasta entonces aseguraban los Gobiernos de la URSS y de Irán, y que permitía identificar fácilmente la procedencia de cada envío. El caviar ilegal representa un volumen económico mucho mayor que el legal, estimado hoy en unos 100 millones de dólares por año. A finales de los años setenta se pescaban legalmente unas 30.000 toneladas de esturión, pero las capturas legales han bajado hoy a menos de 3.000 toneladas.
Las cuotas de exportación legal de caviar para este año son las siguientes: 58.040 kilos de Rusia, 26.910 para Kazajistán, 5.590 para Turkmenistán y 4.500 para Azerbayán. A los cuatro países se les da un mes de plazo para realizar un inventario de las cantidades de caviar que tienen almacenadas en la actualidad. Irán, al que no afecta este pacto, tiene reconocida la cuota de exportación más grande: 82.810 kilos para este año.
Algunas variedades de caviar alcanzan precios al consumidor de hasta (195.000 pesetas) por 250 gramos en Europa occidental y Estados Unidos.
Francia ha iniciado experiencias de cría de esturiones en piscifactorías, que producen cantidades limitadas de caviar a precios sensiblemente más bajos, al margen de los sucedáneos existentes de un producto tan caro como exquisito.