Han colocado en las playas de Cabo de Gata 250 huevos de tortuga boba
Los investigadores del CSIC, en el marco de colaboración con la Consejería, han colocado en las playas de este parque natural 250 huevos de este reptil marino
Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el marco de colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, han colocado 250 huevos de tortuga boba (Caretta caretta) en las playas ambientalmente idóneas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Estas playas se han seleccionado a lo largo de los cuatro últimos años, tras un estudio de detalle en el que se evaluaron 100 localizaciones desde Doñana a Pulpí. La actuación forma parte de la segunda fase del programa para la restauración de la anidación de este reptil marino en la costa peninsular española. El nacimiento de las crías de la especie, previsto dentro de unos quince días aproximadamente ya que los huevos traen 40 días de incubación, es un paso fundamental para que en su madurez vuelvan a desovar en la misma cala.
Un avión transportó el pasado miércoles un total de 1.400 huevos desde Cabo Verde a Canarias, donde la Universidad de Las Palmas dirige la misma tarea en ese ámbito insular. Alrededor de 400 de estos huevos han viajado nuevamente a Andalucía, donde 150 se han depositado en incubadoras de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla, el resto, 250, han sido instalados en tres nidos de las playas de Cabo de Gata, Almería.
Allí, a las 5:45 de la mañana, se realizaron 3 nidos con sendos vallados y con 79, 95 y 76 huevos enterrados en cada hoyo respectivamente, de 45 cm de profundidad cada uno. Todo este trabajo, dentro de un programa que se viene desarrollando durante tres años, lo dirige científicamente el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) a través de la Estación Biológica de Doñana (EBD), y lo financia la Consejería de Medio Ambiente.
Las crías de tortuga boba de los huevos que eclosionen dentro de unos días serán recogidos al llegar al mar y criados en cautividad en centros de Cádiz y Málaga definidos por el CSIC junto a los ejemplares que nazcan en la EBD y finalmente liberados definitivamente dentro de un año para garantizar una mayor tasa de supervivencia y su regreso a Cabo de Gata en su madurez para desovar.
Esta restauración de la anidación de la tortuga boba permitirá, si todo marcha bien, que esta especie –catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de la Fauna andaluza– nidifique de forma permanente en vez de esporádica en la costa peninsular española, convirtiéndose así en un activo ecológico de primer orden que incorporar al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Sus playas fueron calificadas como las más idóneas en el trabajo de prospectiva inicial de este programa, lo cual confirma la alta calidad ambiental de este tramo del ecosistema litoral andaluz.
En la costa española se han producido nidificaciones esporádicas de esta especie, aunque sólo se comprobó por primera vez la nidificación de una tortuga boba en la costa de Almería en el verano de 2001, hecho que se repitió posteriormente en la costa valenciana. En aguas españolas del Mediterráneo, este reptil marino es abundante desde junio a septiembre por distintas razones, aunque se observan citas de varamientos de esta especie todo el año en la práctica totalidad de la costa peninsular e insular, así como en Ceuta y en Melilla.
El caparazón de esta especie puede alcanzar hasta un metro de longitud y su hábitat se distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos. A lo largo de su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, retornando año tras año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones reproductoras.