Decomisan ocho barcas dedicadas a la pesca ilegal con 190 kilos de pulpo

Simulaban dedicarse a la pesca deportiva, pero capturaban una media diaria de 500 kilogramos de pulpo que, sin pasar los controles sanitarios de las lonjas, distribuían en el sector de la hostelería. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Inspección Pesquera de la Delegación de Agricultura y Pesca decomisaron en Marbella ocho embarcaciones dedicadas a esta práctica ilegal e intervinieron en su interior 189 kilos de pulpo, según informó ayer la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga. Las barcas, con matrícula de pesca deportiva, no estaban censadas y no tenían autorización para la pesca profesional. Sin embargo, se dedicaban a la captura de pulpos, práctica prohibida por la legislación vigente para la pesca de recreo, con artes profesionales como los aparejos de anzuelo denominados pulperas, de las que se intervinieron 39 en la operación. Las capturas, según la Junta, a menudo no alcanzaban la talla reglamentaria. El botín, según la nota del Gobierno autonómico, llegaba hasta la media tonelada de pulpo diaria, que, una vez desembarcada, se transportaba en vehículos para su venta en establecimientos del sector hostelero sin cumplir con los controles sanitarios de las lonjas. La comercialización de especies pesqueras capturadas mediante la pesca de recreo es una práctica prohibida por la ley. La operación es el resultado de un seguimiento realizado desde hace varios meses por el Seprona y la Delegación de Agricultura y Pesca y que se intensificó en las últimas semanas al avistarse las barcas, todas ellas con matrícula de pesca deportiva, ejerciendo la actividad ilegal diariamente. Durante la investigación, según la Junta, se detectó que las embarcaciones estaban organizadas entre sí e interceptaban por radio las maniobras de la patrullera de Inspección Pesquera. «No es una mafia» Fuentes de la Cofradía de Pescadores de Marbella aseguraron sin embargo a este periódico que no se trata de un grupo estructurado, sino de una serie de personas vinculadas al sector pesquero, en su mayoría jubilados y desempleados, que se dedican a esta práctica ilegal por necesidades económicas. «No es una mafia», destacaron las mismas fuentes, que precisaron que, al tratarse de embarcaciones de recreo, efectivamente no tienen autorización para faenar. Tras la intervención, en la que se decomisaron 189 kilos de pulpo, las barcas han sido inmovilizadas y precintadas por la Guardia Civil en el puerto pesquero-deportivo de Marina-La Bajadilla hasta que se conozca el resultado de los expedientes sancionadores por las supuestas infracciones cometidas. Las faltas se corresponden con el uso de artes profesionales, la pesca de especies prohibidas, la comercialización de las capturas y el hecho de no figurar en el censo. Todas ellas están tipificadas como graves. Fuente: SUR