Atropellados del mar
Las rías gallegas son un paraíso marino en el que viven muchas y diversas clases de cetáceos. Por esa superpoblación es normal encontrar durante el año animales varados en las playas o flotando sin vida en la ría.
En la última semana tres delfines comunes aparecieron muertos cerca de las costas, el último de ellos ayer en una playa de A Guardia. El difícil acceso provocó que la necropsia tuviera que ser practicada en el lugar donde fue encontrado.
Los delfines encontrados estos días presentan enfermedades muy comunes entre los cetáceos: problemas respiratorios y digestivos, en ocasiones debidos a la contaminación. Y aunque el diagnóstico definitivo de la necropsia tardará, los animales presentaban diversas y profundas heridas causadas por las redes.
Muchos bañistas confundieron estos días una mancha provocada por una marea roja -una reacción de la naturaleza habitual en estas fechas- con un gran cerco de aceite. Lo que no quiere decir que no abunden este tipo de manchas: se pueden observar por las costas, y provocan con el tiempo daños en los cetáceos.
"Al respirar por pulmones, a corto plazo sólo les mancha la piel, pero con los años se acumula en los tejidos y afecta a los aparatos reproductor e inmunológico", explica Josep Alonso Farré, veterinario de la Red de Varamientos Gallega, del Instituto de Investigaciones Marinas de Bouzas. La falta de defensas provoca, según Alonso Farré, "que muchos delfines no puedan conseguir alimento, acudan a comer a las redes y queden enmallados".
Redes de deriva
Las redes de los pesqueros provocan muchas muertes entre estos animales. Las de deriva son, además de ilegales, las más peligrosas. Los delfines se pueden quedar enganchados en cualquier malla al buscar comida.
Pero el mal se moderniza y recorre en forma de moto de agua los mares para terror de los cetáceos. La falta de conciencia de algunos pilotos provoca muchas muertes: entre los conductores al chocar contra algún cetáceo o entre los delfines al separar la manada. El verano es la época de cría y pasar con la moto por medio de los animales puede suponer que los pequeños se alejen de sus madres. Al no saber alimentarse acaban varados en la playa más próxima.
La colaboración de los barcos de pasaje, de protección civil y de los patrones en las campañas de avistamiento es muy valiosa. En parte gracias a su respeto por los cetáceos se podrá seguir disfrutando de la presencia de estos bellos animales.