OCEANA muestrea MONTAÑAS SUBMARINAS en BALEARES
La protección de estas elevaciones submarinas supondría la conservación de esponjas carnívoras, caracolas tritón o corales negros, todas ellas especies protegidas por distintos convenios internacionales
En el canal de Mallorca, entre esta isla y Formentera e Ibiza, se encuentran las montañas submarinas Ses Olives, Ausias March y Emile Baudot. Aunque ya se han muestreado zonas de gran importancia para especies y hábitats sensibles, sus fondos marinos todavía son en gran parte desconocidos. A lo largo de estos últimos 4 años Oceana, en colaboración con la Fundación Biodiversidad, ha realizado investigaciones en dichas montañas que han demostrado su importancia ya que se han identificado más de 300 especies diferentes entre peces y una amplísima variedad de invertebrados, cifras que podrían aumentar notablemente durante la campaña actual.
Hay que destacar que las montañas submarinas Ses Olives, Ausias March y Emile Baudot conservan en buen estado ecosistemas y comunidades marinas que han desaparecido o se encuentran en grave regresión en otras zonas del Mediterráneo, como son los campos de esponjas, jardines de gorgonias, corales negros o fondos de maërl y coralígeno entre otros.
Durante este año, Oceana muestreará además las zonas más profundas, hasta los 700 metros, dentro de un área de más de 250.000 hectáreas en las que se incluyen, además de las montañas submarinas mencionadas, otras formaciones geológicas del canal de Mallorca, como numerosos pináculos volcánicos existentes junto a Emile Baudot o un amplio campo de pockmarks situado entre Ausias March y Ses Olives. El objetivo es conseguir nuevos datos sobre especies y hábitats que pueden ser de gran importancia para la salud del mar Mediterráneo, como los corales bambú, las plumas gigantes o los campos de estrellas plumosas, y aumentar la información sobre la distribución de algunas especies que se encuentran protegidas por encontrarse amenazadas o en peligro, como las caracolas tritón o las esponjas carnívoras.
La importancia de las elevaciones sumergidas, consideradas como los oasis del océano, ha sido globalmente reconocida, por lo que ya se han creado numerosas áreas marinas protegidas para su conservación en los océanos de todo el mundo. En el Mediterráneo, donde existen numerosas elevaciones sumergidas, prácticamente todas ellas se encuentran aún desprotegidas. Tan sólo una de ellas, Erathostenes seamount, al sur de Chipre, ha sido declarada como zona de pesca restringida por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (GFCM), aunque esta figura no implica una protección completa por estar enfocada principalmente a la conservación de los recursos pesqueros.
Las montañas del archipiélago balear son unas de las elevaciones más prominentes, relevantes y con mayor biodiversidad del Mediterráneo occidental, para las que debe asegurarse un buen estado de conservación. Su protección significaría la creación de la primera área marina protegida para los montes sumergidos del Mediterráneo, dando un enorme paso en el mantenimiento, conservación y recuperación de la biodiversidad marina mediterránea a la que todos los países ribereños, y entre ellos España, se han comprometido.