OCEANA impulsa la ENERGÍA EÓLICA MARINA en el DÍA MARÍTIMO EUROPEO
El fenómeno de la acidificación provocado por la continua emisión de CO2 a la atmósfera es una seria amenaza para la vida de nuestros océanos
En el proceso de descarbonización de nuestro planeta las energías marinas representan un factor clave
Oceana participa en el Día Marítimo Europeo que se está celebrando en Gijón del 18 al 21 de mayo con el objetivo de mostrar lo que se entiende como acidificación oceánica y de presentar las energías renovables como uno de los factores clave para mitigar los impactos producidos por el cambio climático.
El CO2 no es tan sólo un potente gas efecto invernadero, sino que es la causa principal del fenómeno conocido como acidificación. Los océanos actúan como importantes sumideros de CO2, reduciendo su concentración en la atmósfera y ejerciendo de esta forma un importante papel atenuador de los impactos asociados al cambio climático, como es el calentamiento global. Sin embargo, debido a la creciente y continua emisión CO2, este efecto amortiguador amenaza con alterar la química oceánica, lo que tiene graves consecuencias para los ecosistemas y la biodiversidad de los océanos.
“Desde los comienzos de la época industrial los océanos han absorbido el 30% de las emisiones de CO2 y el 80% del calor generado por los gases efecto invernadero”, explica Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. “Esto ha ocasionado una disminución del pH marino en 0.1 unidades. Si continuamos emitiendo CO2 a la atmósfera al ritmo e intensidad actual, para finales de siglo se podrían alcanzar disminuciones de 0.3 - 0.4 unidades en el pH, lo que sería devastador para nuestros océanos”.
Oceana reclama la reducción urgente de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para detener la acidificación de los océanos, que pone en peligro la supervivencia de los arrecifes de coral y de numerosas especies marinas y, con ello, el sustento de millones de personas en todo el mundo.
Para poder frenar el proceso de acidificación de nuestros océanos debemos ser capaces de reducir y estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera en las 350 ppm y para ello debemos reducir nuestras emisiones en un 40% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2020 y en un 80-95% en 2050, tal y como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) ha recomendado.
Para conseguir esta reducción de emisiones, es necesaria la definitiva descarbonización del planeta y en este objetivo las energías limpias y renovables desempeñan un papel fundamental. El mar es una fuente inmensa de energía por lo que aquellas tecnologías capaces de aprovechar este importante recurso energético deben ser incorporadas en la senda de la descarbonización. Dentro de ellas resalta a día de hoy la eólica marina por ser la tecnología de más desarrollo y comercialmente más competitiva.
“Desde Oceana reclamamos un cambio masivo hacia el uso energías renovables y apostamos por el desarrollo de la energía eólica marina, siempre que este desarrollo se realice de forme respetuosa con el medio, empleando las mejores prácticas y superando las correspondientes evaluaciones de impacto ambiental”, explica Xavier Pastor.