El atún rojo, un polémico invitado a la conferencia sobre especies en peligro
La suerte del atún rojo, víctima de su éxito mundial en forma de sushi, podría jugarse en las próximas dos semanas en Doha, donde la comunidad internacional debe decidir si prohíbe su comercio.
Una propuesta presentada por el principado de Mónaco sugiere incluir a ese gran predador marino en el Anexo I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvajes en Peligro de Extinción (CITES, por sus siglas en inglés), cuyos Estados signatarios se reúnen del 13 al 25 de marzo en la capital de Qatar.
Si esta propuesta se adoptase, las exportaciones e importaciones de atún rojo ('Thunnus thynnus') serían totalmente prohibidas hasta que se verificase una reconstitución de las poblaciones.
"Todos los científicos están de acuerdo en afirmar que si en Doha se prohibiera el comercio internacional, el atún tendría una posibilidad de reconstituirse. Pero que si se espera dos años, o cinco, sería demasiado tarde. Esto no quiere decir que el atún desaparecerá, sino que ya no habrá pescaderías viables", sostiene Sue Lieberman, directora de política internacional de Pew Environment Group.
Si la CITES examina ahora la cuestión del atún rojo, como hizo anteriormente con el tigre y el elefante, es porque los que se dedican a la pesca han sido incapaces en las últimas décadas de controlar su voracidad por un pez que puede llegar a 120.000 euros la unidad en el mercado japonés.
Mónaco justifica su propuesta por la desaparición de los dos tercios de las reservas en el Mediterráneo entre 1957 y 2007, y del 82% en el Atlántico occidental entre 1970 y 2007.
El IFREMER, un instituto de investigación francés, que cita a los científicos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT), integrado por los Estados pesqueros, la capacidad de las flotillas que pescan en el Mediterráneo "procedentes de la Unión Europea (UE), del perímetro mediterráneo y de Asia, supera muy ampliamente la capacidad de producción del recurso".
Las cantidades pescadas, estimadas entre 50.000 y 60.000 toneladas anuales, son de dos a tres veces superiores al potencial de producción de la reserva.
La actividad de tres países -Francia, España e Italia- registra en total aproximadamente un 50% de las capturas declaradas. La adhesión de la Unión Europea a una moratoria sobre el comercio internacional puede, con el apoyo norteamericano, ser decisiva.
La UE, para satisfacer a sus pescadores, preconiza que la medida sólo entre en vigor en noviembre de 2010, oficialmente para esperar la opinión de la comisión científica de la ICCAT.
"No hay motivos para dar una nueva oportunidad a la ICCAT: ya la tuvo desde 1968 y durante ese período, las reservas no dejaron de disminuir, hasta 90% en algunos lugares", protesta Sue Lieberman.
La batalla en Doha será dura: Japón, que compra el 80% del atún rojo pescado en el mundo, lanzó un maratón diplomático en todas las capitales y hará todo lo que esté a su alcance para bloquear la propuesta de Mónaco.
"El objetivo de la CITES es proteger a las especies en peligro e impedir su extinción, pero no creo que el atún rojo entre en esa categoría", afirmó el jueves el portavoz del Gobierno nipón.