Ecologistas en Acción y el GEN informan a la Directora General de Calidad Ambiental de las irregularidades del proyecto del puerto de Ibiza

El proyecto de las plataformas al abrigo del dique de Botafoc, en el puerto de Ibiza, significa una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina de todo el Mediterráneo. No sólo por el gran destrozo paisajístico y ambiental que se prevé en el sur de la isla de Ibiza, sino por la dispersión del alga invasora Caulerpa racemosa que se propiciará con los vertidos incluidos en el proyecto.

Este es uno de los puntos deficientes e ilegales que recoge el BOE, donde en el pliego de prescripciones técnicas del proyecto, a pesar de citar el punto de vertido de fangos previsto, éste se deja a elección del contratista, siempre y cuando el punto escogido no suponga un sobrecoste para la administración. Y, sobre todo, NO existe autorización de vertidos de los fangos ni ninguna referencia a posible seguimiento de la posible proliferación de la Caulerpa racemosa.

Además, de las irregularidades comentada, en el proyecto de concesión de la obra que refleja el BOE, existen hasta 10 puntos que separan mucho la Evaluación Ambiental del proyecto oficial.

En este sentido Neus Prats coordinadora de GEN- Eivissa comentó, es impresentable la situación de este proyecto, que amenaza la fisiografía de toda la isla de Ibiza. En el proyecto constructivo, se especifica que la empresa adjudicataria escogerá la cantera suministradora del árido. Además, dicha empesa será quien explote la cantera. Este hecho, además de incumplir la Evaluación Ambiental, puede suponer una cláusula ilegal, ya que una de las empresas que se han presentado al concurso es, efectivamente, copropietaria de una cantera en la isla. Podemos hallarnos ante un caso de tráfico de influencias.

Asímismo Jorge Sáez, coordinador de Medio Marino de Ecologistas en Acción comentó es insólito en todo el mundo, un gobierno que atente contra uno de sus mayores patrimonios sumergidos que alimenta la economía local de todas Las Pitiusas. Este proyecto no sólo amenaza al organismo más grande del mundo, la pradera de Posidonia oceanica del parque de Ses Salines sino a toda la actividad de pesca artesanal y a todo el turismo de las Pitiusas.