Documentos del Gobierno Británico muestran que las aguas del sudoeste de Inglaterra se utilizaron como vertederos radioactivos.
En los mismos se detalla que se realizaron vertidos de materiales radioactivos civiles y militares entre 1965 y los años 80, sucediendo en alguna ocasión algún accidente en el que la tripulación de un barco estuvo expuesta a la radiación.
Un policía local ha realizado una pregunta al gobierno, tratando de averiguar si se están vigilando los residuos y si tienen intención de recuperarlos. Los documentos, publicados por la Oficina Pública de Registro, muestran que los residuos fueron depositados a unos 400 kilómetros al oeste de Cornwall. El lugar elegido tiene aguas que llegan a una profundidad de 2000 metros, estando situado en aguas internacionales.
Entre los residuos se incluye plutonio, según un miembro del partido liberal, que añadió que la vida media de estos materiales llega hasta los 24.100 años.
El plan para el depósito de los residuos fue, en opinión de Andrew George, muy cuidadoso en su comienzo, pero se subcontrató el transporte de los mismos a tripulaciones con una casi nula experiencia en el vertido de sustancias potencialmente contaminantes.
Estos barriles parece ser que se están corroyendo, según afirmó Greenpeace en un documento oficial. Diversos estudios realizados por la organización ecologista muestran que muchos barriles se han llegado a descomponer, dejando libre su contenido. En opinión de este grupo, “no existen pruebas de que este hecho pueda significar una amenaza para la vida humana o marina. Pero es importante que el Gobierno asegure que no se verterán más materiales en la zona”.
Según Greenpeace, hace 18 meses filmaron un gran número de barriles oxidados en la zona, barriles que fueron depositados en la misma entre 1950 y 1963. En la zona se vertieron 28.500 barriles.