Viveiro. La historia y los linajes de la Mariña Lucense
Habitantes: 16.211. Extensión: 109 Km2
Municipio situado al NO de la Península Ibérica, al N de Galicia, en la Marña de Lugo, en el valle que creó el río Landro, formando la tercera de las Rías Altas a orillas del Mar Cantábrico.
Viveiro es el tercer municipio más poblado de la provincia luguesa y centro de influencia de los municipios limítrofes. Limita al N con el marCantábrico, al S con el municipio de Ourol, al E con el de Xove y al W con el de O Vicedo. La población se concentra en tres núcleos principales: Vivero, Covas (donde se encuentra la ciudad veraniega y residencial) y Cillero (puerto pesquero y comercial, de los principales del Cantábrico) que acogen a más de la mitad de la población total del municipio. Población que por su calidad turística se triplica en período estival.
El punto más alto del municipio se encuentra en las cumbres de Penedo do Galo (551 m) y Cruz do Pao da Vella con 702 m.s.n.m. Es cruzado de S a N por el río Landro y afluentes, así como numerosos arroyos de corto recorrido y acusado estiaje que desembocan en la ría de Vivero.
Historia
Abundantes yacimientos arqueológicos hablan de la importancia que alcanzaron los asentamientos celtas y romanos como lo demuestran primero los diversos restos aparecidos del Neolítico y, posteriormente, la existencia de un buen número de castros. Se cree que esta ciudad fue la antigua Flavia Lambris, pero no existen documentos que lo atestigüen claramente.
Existió una ciudad romana en este enclave, pues se han encontrado vestigios de aquel pueblo y una calzada que llega hasta una de las puertas de la muralla. En la memoria colectiva existe la leyenda de que hubo antiguamente una ciudad llamada Estabañón, devorada por una terrible ola, leyenda que se ha visto reforzada por la aparición de restos arqueológicos en la citada parroquia.
El puente el puente construido durante la dominación romana le proporcionó su primer nombre “Concejo de la Puente de Vivario”.
Destruida durante la invasión árabe, pronto fue reconquistada y premiada la villa por los servicios prestados en la reconquista con grandes privilegios. Es esta época el inicio de los linajes: Páez de Cora, Alfeirán, Vizoso y Gallo. En los s.IX y X sufre varios ataques por parte de los vikingos.
Pero será en los s. XII y XIII cuando se configure la villa. El desarrollo económico experimentado en esta época se prolongó a lo largo de los s. XIV y XV.
En el s.XII le es otorgado el señorío del burgo al Obispo de Mondoñedo don Nuño Alfonso, acto totalmente rechazado por sus pobladores entablando una pugna con el obispado que duró casi dos siglos, hasta el año 1346 cuando Alfonso XI de Castilla le concedió la condición de realengo, conservando únicamente los obispos, un tributo anual de dieciocho reales por la carga y descarga de mercancías de los navíos en el puerto de Vivero.
Durante la segunda mitad del siglo XV, Vivero fue escenario de la guerra civil existente entre nobleza y vasallos, conocida como Guerra Irmandiña. Dentro de estas revueltas, destacó la figura de Pero Pardo de Cela alcalde de la villa, como recompensa a su apoyo a Isabel la Católica en la lucha contra la pretendiente, Juana la Beltraneja. Sin embargo, acabaría por encabezar una rebelión contra la realeza, lo que llevaría en el año 1476 a su destitución de la alcaldía por parte de los Reyes Católicos. En el año 1478 es expulsado de Vivero, refugiándose en el Castillo da Frouxeira, donde se enfrentó a Fernando de Acuña, quién lo acabaría ejecutando.
Ya en la Edad moderna no es ajena esta villa a la dominación francesa, sus gentes se levantaron contra los invasores, insurrección aplastada el 18 de febrero de 1809. Durante dicha guerra, se produce el hundimiento en la ría del bergantín Palomo y la fragata Magdalena, pertenecientes a la Armada Española.
Es este s.XIX otro momento de esplendor tanto industrial (fabricas de salazones e inicio de la explotación minera con la consiguiente actividad portauria) como cultural, esta segunda impulsada por el poeta y político Nicomedes Pastor Días considerado como el príncipe del romanticismo hispánico.
De esta densa historia quedan en Viveiro importantes pegadas.
Ciudad señorial, con calles pavimentadas con grandes losas. A sus calles principales van a desembocar en cuesta todas las “rúas” que componen el espacio urbano; algunas estrechas y con gran sabor medieval o decimonónico como la calle del Muro. Placitas recónditas, como la de Fontenova o la de Los cuatro linajes, además de la gran plaza Mayor. Perduran, por ejemplo, algunas de sus grandes casas nobles, de los linajes aristocráticos -Vivero, Cervo, Pedrosa, Andrade, Pardo de Cela, de sus armerías esculpidas sobre piedra y, en especial, alguna de sus obras pías y fundaciones religosas, como el convento de la Concepción, (+1601), o la capilla del Ecce Homo, llamada también de La Misericordia, (+1608). Las populares tienen el encanto de lo tradicional. Hay toda una fachada de casas, que dan a la ría, con galerías acristaladas y maderas pintadas de blanco, típica construcción de ciudad gallega.
Permanecen en pie 3 puertas de su muralla : la del valado, (románica); la de la villa, (1217); y la del castillo del puente.
El románico dejó importantes huellas: las iglesias de San Pedro, de Santa María y la antigua conventual de San Francisco. Trazas románicas y ojivales se contemplan en la iglesia del convento de las dominicas de Valdeflores. Otro testimonio es el largo puente sobre el Landro, ampliado en los s. XV, XVI y XVIII. De la relevancia histórica
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La Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional, es una de las mejores de Galicia por la riqueza de imágenes y por su antigüedad. La misma consideración tiene la Rapa das Bestas que se celebra el primer domingo de Julio con la típica y antiquísima operación de corta de colas, crines y doma de caballos en estado salvaje que se crían en la sierra. El día 25 de Julio se celebra en Celeiro una popular procesión marítima por la ría en honor de Santiago Apóstol.
Las fiestas Patronales se celebran la semana del 15 de Agosto, destacando en ellas, la Mostra Folklórica Internacional, la Feria de Artesanía popular, la subida y romería al monte San Roque a altas horas de la madrugada del día 16, el día de la cabezudas y la Romería de Naseiro (O Romaxe do Bon Xantar): esta última fiesta declarada de Interés Turístico Nacional; se celebra el cuarto domingo de Agosto en el lugar de Naseiro, a orillas del río Landro. Durante cuatro días las gentes comen, pulpo, la típica sardiñada, cantando y bailando sin parar. Conocer Viveiro.
Conocer Viveiro. Patrimonio Cultural
Viveiro es para pasearlo. La mayoría de su patrimonio cultural se encuantra dentro de su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, al que desde el puerto deportivo accederemos andando.
Será en este paséo donde iremos desgranando lo más representativo, que no es poco, de la capital mariñana.:
Porta de Carlos V:: también llamada Mayor o del Castillo, de estilo renancentista-plateresco, edificada en 1548 por Pedro Pedroso, y realizada en homenaje a Carlos I de España y V de Alemania por los honores que había concedido a esta villa. Es una de las tres puertas que se conservan de la antigua muralla. En 1942 fue declarada Monumento Nacional. Cuenta con arco de medio punto central y a los lados dos escudos con las armas de la ciudad enmarcadas con columnillas platerescas, y sobre el arco inscripción muy gastada: "Hizose esta puerta siendo Corregidor el Licenciado Canosa de Tordesillas". Remata el monumento con seis troneras flanqueadas por tres torrecillas, sin faltar un gran escudo de Carlos V sobre el que se coloca el busto del emperador.
Pasada la puerta de Carlos V y ascendiendo por la calle Teodoro Quirós desembocamos en la:
viveirosantamaria
Igrexa de Santa María do Campo:: La más antigua de Viveiro y la más completa y pura de las iglesias urbanas románicas de Galicia. Data de la 2ª mitad del S.XII. Planta basilical de tres naves y ábside semicircular. En su interior contiene reliquias traídas de Roma. Destaca, entre ellas, la magnífica cruz procesional de plata (S.XVI). Dentro de su imaginería destaca el valioso grupo de Las Angustias.
Enfrente la iglesia de Santa María:
Monasterio As Concepcionistas:: Convento de traza renacentista s..XVII. En el interior se halla el sepulcro de su fundadora Dº María de Alas Pumariño. En el exterior se construyó en 1925 la gruta de Lourdes, imitación de la existente en Francia. Imagen muy venerada por los vivarienses.
Adosada al monasterio Concepcionista tenemos la calle tradicionalmente conocida como "Calexa das Monxas" de estilo gótico que, desde la iglesia de Santa María, nos lleva a la porta da Valado.
Porta do Valado:: una de las tres viejas entradas que se conservan de la antigua muralla y que daba a la antigua calzada romana. No se sabe a ciencia cierta su año de construcción, se supone del s. XIII. A ambos lados de la puerta, se conservan restos de la primitiva muralla.
Retomamos camino, bordeamos Concepcionistas por nuestra izquierda y de frente llegaremos a la Porta da Vila.
Porta da Vila:: También conocida como puerta del Cristo del Amparo, principal entrada a la ciudad por la antigua calzada romana. Lápida de piedra en su interior con la siguiente inscripción: "Era M CC L V in tempo R AF", que se transcribe en: "Era 1255 (año 1217) en tiempo del rey Alfonso". En su parte posterior presenta una vitrina con la imagen del Santo Cristo del Amparo y a sus lados la Virgen llorando y San Juan, del XVI. La puerta desemboca en la calle Rosalía de Castro, una de las más típicas de Viveiro con casas antiguas y nobles.
Recorremos el centro de Viveiro hacia la Plaza Mayor. A la izquierda:
Casa dos Leóns:: edificio singular llamado así por los dos leones que sujetan el escudo de armas de la puerta principal. La fachada, único elemento que se conserva de un antiguo pazo, de estilo tardío renacentista del siglo XVII.
Volvemos sobre nuestros pasos, Plaza Mayor, seguimos de frente y pasaremos por el Callejón del Muro, estrecho pasadizo que formaba parte del adarve de la antigua muralla. Se la considera una de las calles más estrechas de España tiene una anchura de 1,5 a 2 metros y pronto alcanzamos fuera del antiguo recinto amurallado la:
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Iglesia y Convento de San Francisco:: Declarada Conjunto Histórico-Artístico Nacional. Fundado en el S. XIII por los franciscanos. El templo actual construido en el s. XIV, es de estilo ojival y tiene planta de cruz latina. En el claustro (S. XVIII) se conservan 3 arcos románicos (descubiertos en 1945) y una puerta de la primitiva construcción románica del s. XIII. Su ábside está considerado como uno de los más bellos ejemplares de este estilo en Galicia. De visita obligada son las capillas de San Ildefonso, del S. XIV, de estilo ojival y con bóveda de crucería.
Posee un bello retablo renacentista instalado el batisterio. La capilla de la Tercera Orden, destaca por su retablo, de estilo barroco, del S. XVIII, donde se venera a la dolorosa; así como por los grupos procesionales que en ella se guardan. Existen varios sepulcros en toda la iglesia sobresaliendo en la nave principal los sepulcros de la Beata Constanza de Castro y de D. Nicomedes Pastor Díaz. En la Sacristía hay un altar con un retablo donde encontramos la impresionante imagen del Cristo de los Mareantes del S. XIV. En los laterales hay unas vitrinas con reliquias y fósiles de Santos Mártires.
Viniendo del puerto ya habíamos contemplado el puente de la Misericordia del que hablamos en la primera página de este artículo. Su construcción actual comenzó bajo el reinado de Enrique IV (1454-1474) y se concluyo en 1544. Posteriormente, sufrió varias transformaciones en los siglos XVIII, XIX y XX para adaptarlos a las nuevas necesidades. Conserva nueve de sus doce arcos primitivos. En el centro del puente, hay una cruz de piedra, recoge la traducción que fue colocada allí por un caballero, con el objeto de que los que pasasen ante ella, recen por el alma de una persona a quien dio muerte en aquel mismo lugar.
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Cruzamos el puente y llegamos a otro monumento señero:
Capilla del Ecce-Homo:: De estilo renacentista (Herreriano) fue edificado a principios del siglo XVII (1630). En su interior destaca el retablo del Altar Mayor y los interesantes frescos de la cúpula del presbiterio. Destacando el hermoso retablo del Altar Mayor y los interesantes frescos de la cúpula del presbiterio. En uno de los altares laterales se venera la imagen del Ecce-Homo, a la que se rinde culto en toda la comarca, acudiendo devotos de rodillas a lo largo del puente de la Misericordia el primer Viernes de marzo (conociedo popularmente como “Día de las tres Gracias”) para pedir favores.
Hasta aquí el paseo por Viveiro. Un poco más alejado
Monasterio de Valdeflores:: Situado en el barrio de Xunqueira data del s.XVI. Según la tradición, apareció la talla en madera policromada de la Virgen que se venera en su interior. El edificio tiene trazas románicas y góticas y está regido por religiosas dominicas de clausura.
Pazo de Grallal y monumento a los náufragos:: Covas. Fundado a finales del s. XVI.
Igrexa de San Pedro de Viveiro - Galdo :: Situada en la parroquia de San Pedro de Galdo, a 5 Km de Viveiro, fue construida en la segunda mitad del siglo X sobre los restos de una ermita. De estilo románico puro, destaca el ábside y la fachada.
Conocer Viveiro. Patimonio Natural
Quien da más?. Viveiro nos ofrece ría, río y monte medio, las tres patas del banco para poder disfrutar de la naturaleza. Si el inventario de recursos culturales de Viveiro es extenso, no lo es menos el de recursos naturales. Intentaremos muy someramente daros algunas pistas, pero lo más importante, el consejo de no omitir su visita, vale la pena.
Ría de Viveiro:: Las leyendas de la Galicia Mágica, el arte, la historia y toda la escala cromática de estas tierras se funden en esta ría con el color turquesa del Cantábrico provocándonos sensaciones que nunca se borrarán de nuestra memoria. Viveiro y su ría son de obligada visita y en ellos encontraréis un punto de placentero descanso en un entorno de gran belleza dispuesto siempre a sorprenderos.
Entre la Punta do Faro por el E y Punta Socastro a 1 M por poniente, abre la boca de la Ría de Viveiro que en forma de V corre de N a S para terminar fundiéndose con el valle del río Landro, que encauzado en su desembocadura, nos lleva al puerto deportivo.
Sus costas son limpias, los fondos son principalmente de arena y podemos navegar muy cerca de ellas dando resguardo sólo a los peligros visibles. Acantiladas y con la altura suficiente para proporcionar buen abrigo a los vientos de 3e y 4º cuadrante en su vertiente occidental, y de los NE y E en la oriental.
Sus playas las podemos disfrutar por tierra y por mar ya que son buenos fondeaderos.
Playa de Portonovo:: Pequeña cala con fuerte resaca situada al pie del monte Faro en el límite con el municipio de Xove, sinuoso acceso, lo que lo convierte en una cala poco concurrida.
Playa de Area o Penal :: En la margen derecha de la Ría, a 4 Km de la capital y con excelentes accesos. Extenso sistema dunar de 1.200 m de aguas apacibles, limpias y fondables. En este arenal, y durante el período estival se ubica una escuela de vela ligera. Paralelo a la playa, un paseo peatonal que cuenta con todo tipo de servicios.
Playa de Covas :: Es la playa de Viveiro, propiamente dicha, se halla al fondo del estuario vivariense, siendo la mas celebre, importante y concurrida del municipio.Playa segura de fina y blanca arena, con 2 km de longitud y oscilando de anchura entre 150 y 30m según la marea.Paralelo discurre un hermoso y amplio paseo marítimo con elementos artísticos y cuidados jardines que la unen con la ciudad de Viveiro y la zona residencial de Covas, así como con las playas de Seiramar (pequeña playa, continuación del arenal de Covas, del que lo separa un pequeño roquedal, y con sus mismas características) y Sacido.Posee una amplia y bien dotada zona de servicios, con el Parque Municipal Pernas Peón a su derecha, puesto de socorro, camping, hoteles, restaurantes, mesones, pubs, discoteca, campo de fútbol y pabellones y pistas polideportivas.Excelentes accesos y rodados y peatonales.
Río Landro :: Antes de tributar al mar tras los puentes de Viveiro, el curso del Landro es meandrizanta hasta unos cinco kilómetros aguas arriba, hasta Landrove, recibiendo la influencia de las mareas. Está protegido con la figura de LIC. Desde el mirador de San Roque (375 m) se admira buena parte de este territorio de gándaras y de la ría de Viveiro, con mar y montes como protagonistas. En las faldas de este monte pasaremos por Souto das Nogueiras donde los vivarienses celebran las típcias 'sardiñadas'. Allí nos encontramos el 'banco de la paciencia'.
Además de la zona húmeda mencionada, el curso fluvial abarca hasta dieciséis kilómetros tierra adentro y los de su pequeño afluente río Bravos. Figura entre los ríos salmoneros del norte y la calidad de las aguas incluso permite la existencia de una comunidad viable de mejillones de río. Las riberas están ocupadas por frondosas masas arbóreas entre las que destaca el eucalipto del Monumento Natural Souto da Retorta. A seis kilómetros de Viveiro por la carretera haciaMondoñedo (LU-540) y desvío a Chavín (LU-161). Los eucaliptos centenarios de Chavín se plantaron a partir de 1860 para drenar los terrenos bajos como protección contra las inundaciones. Allí encontraréis al "abuelo de Chavín" que puede que sea el árbol más alto de España y uno de los de mayor envergadura de Europa, pero sin duda es el eucalipto más grande de Galicia. En su declaración oficial como Monumento Natural, junto con otros 600 ejemplares del Souto da Retorta también de grandes dimensiones, se le calculan 61,78 metros de altura y 7,55 de perímetro.
Por la carretera C-640 dirección Lugo, a la altura de la Arredoada cogemos un camino a la derecha que nos lleva por una pista forestal hasta el Monte Castelo, situado a 340 m. de altitud. Un poco antes de llegar a la cumbre hay un mirador desde donde se divisa el valle de Landrove y Galdo con ciudad de Viveiro al fondo. En la cumbre del monte desde una área recreativa se puede divisar Bravos y las quince colinas que rodean el valle. En lo alto está situada la ermita en honor a San Martiño que posee una romería entre la última quincena de mayo y la primera de junio de grande tradición porque el agua de lluvia que permanece en las rocas erosionadas al pie de la ermita se considera por las gentes dotada de propiedades curativas para enfermedades relacionadas con la vista y el oído.
Aunque no corresponde al Concello de Viveiro, es interesante conocer la cascada del Pozo da Ferida.