Ferrol. Ciudad Naval. Capital de Ferrolterra
Capital de la zona metropolitana, conocida como Ferrolterra, agrupa a las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, con una población de cerca de 210.000 personas.
Ferrol Ciudad: Habitantes: 72.963 Extensión: 81,9 Km2
Historia, construcción naval y naturaleza ejes principales de la "Ciudad Departamental". Importante puerto del Golfo Artabro. Es sede de la base naval de la Armada y de la Capitanía General del Cantábrico. Tiene un tráfico de mercantes y bulk carriers carboneros de cierta importancia. Dispone de dos instalaciones deportivas, una en la dársena de Curuxeiras y la otra en A Graña. En la ribera sur de la Ría el puerto de Mugardos.
Las primeras huellas de la ciudad departamental se remontan a la época castreña.
Documentalmente la primera mención histórica data del s. XI. Poco tiempo después se abriría a las rutas marítimas, siendo uno de los lugares de llegada de peregrinos a Compostela.
En el s. XVI su ría y puerto se convierten en fondeadero y base de la Armada Real, construyendose las fortificaciones en la entrada a la ría auspiciadas por Felipe II: el Castillo de San Felipe y otros de los en la orilla opuesta, Nuestra Señora de la Palma, y San Martín. Entre este último y el de San Felipe se tendía una cadena que impedía la entrada a los navíos enemigos.
Las tres fortificaciones dieron muestra de su eficacia en 1639 durante el ataque francés del Almirante Henri D’Escobleau y el 26 de agosto de 1800 durante el ataque inglés del General Pultney.
La política de los primeros borbones provocará un cambio trascendental. Felipe V decide fortalecer la Marina de Guerra y elige la ría ferrolana para construir los astilleros estatales a la vez que la nombra capital marítima del norte peninsular marcando el destino de esta ciudad, ligada desde entonces a la construcción naval.
En 1730 se bota el primer navío que lleva el nombre de Galicia.
Las medidas de los ministros Patiño y Ensenada convierten a Ferrol en un centro militar y naval de primer orden.
Se traslada a la ensenada de Caranza el enclave de la construcción naval y la sede del Departamento Marítimo.
Se construyen los astilleros más modernos de España provovando una expansión de la ciudad hacia Esteiro.
Aún se conserva el antiguo Hospital de Marina, la Casa del Patín, la antigua Puerta del Astillero, el Cuartel de Dolores y Fontelonga, única puerta marítima que se conserva del Ferrol amurallado.
En 1761 Carlos III aprueba la planta de la nueva ciudad, siguiendo los dictados de la arquitectura racionalista del s.XVIII, un perfecto rectángulo en forma de libra de chocolate, con calles largas y rectas que se cortan perpendicularmente y con de los plazas la de Amboage y la de Armas.
La población trabajadora se rebeló contra el franquismo (Ferrol fue la ciudad natal del dictador) en el comienzo de las luchas obreras de los años 70.
Hoy, después de una grave crisis, la economía de la ciudad se va levantando, girando sobre nuevas industrias y aprovechando las fantásticas condiciones para el turismo de la comarca.
Ferrol Vello es el punto de comienzo para visitar la ciudad. Conserva en algunas de sus viviendas la tradición de la arquitectura popular marinera, con casas de una planta y baranda de madera. Frente a ellas se alza, en unos pequeños jardines, la elegante Fonte de la Fama.
Caminando hasta el paseo marítimo de Curuxeiras, se observa la fachada del Cuartel de Instrucción.
El paseo de palmeras frente al mar conduce a la iglesia parroquial del Socorro, ejemplo de arquitectura neoclásica y donde se veneran el Cristo de los Navegantes y la Virgen del Socorro.
La Batería de San Juan (Baluarte) que formaba parte de la antigua muralla defensiva de la ciudad.
El Arsenal Militar y la Puerta del Parque comunica la ciudad vieja con el Arsenal. Está labrada en piedra y presenta un hermoso escudo de Armas Reales. Plaza y Sala de Armas, de estilo neoclásico. La Cortina, obra de más de 500 m de murallas, con una zona de baterías de cañones. El dique del Sino. Obra del ingeniero militar Andrés Comerma, de 1879 una auténtica montaña granítica invertida, con 145 m de muralla de largo, 27 de boca y 12 de calado. En su tiempo fue la más importante obra hidráulica de Galicia y uno de los diques más grandes del mundo.
El Museo Naval, que alberga una interesante muestra de navíos realizados en escala, restos arqueológicos de la Marina de Guerra y de ingeniería militar y la Biblioteca de la Zona Marítima del Cantábrico, que conserva un importante fondo bibliográfico de la ciudad, con aproximadamente 3000 volúmenes, básicamente de construcción naval y de Marina.
Edificio de las Herrerías. Puerta
del Dique. Uno de los símbolos arquitectónicos de la capital departamental. Sobresale un espléndido escudo real de Carlos III.
Ya a las afueras, los castillos de San Antón y San Felipe y toda la comarca de Ferrolterra, paraíso de playas salvajes, en donde los surferos son permanentes.
Ferrol ofrece una amplia variedad gastronómica, desde las típicas del país hasta cocina internacional, déjate aconsejar por los profesionales del sector, no saldrás defraudado.